23. alberca

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Jimin se despertó lentamente, ya que los rayos del sol entraban en la habitación, giró su cabeza hacia la derecha y se encontró con Yoongi a su lado, su brazo sostenía su cabeza por lo tanto su cachete empujaba su cara, soltó una pequeña risa y besó rápidamente los labios delgados de su novio.

Se sentó en su sitio y se encontró a más personas durmiendo en el suelo y en la cama de a lado, se trataban de sus primos quienes se habían quedado a dormir la noche anterior. Se puso de pie para ir al baño, volvió a tapar a Yoongi y caminó hacia la puerta del cuarto.

Al abrirla se encontró en el pasillo con su papá, quien salía de su habitación también.

ㅡUh, buenos días Jimin.

ㅡBuenos días papá ㅡle dijo mientras rascaba uno de sus ojos con su pequeño puño adormilado como cuando era un niño.

ㅡ¿Durmieron bien? ㅡel menor asintió con su cabeza.

ㅡAún sigue durmiendo Yoongi.

ㅡJimin, quiero decirte que pronto quiero que ya entres a la escuela, has estado perdiendo muchos días ㅡel rubio entendió.

ㅡSobre eso, Jin me había estado enviando las actividades cuando me quedaba en casa de mi tía, así que durante mi tiempo libre las hacía y las enviaba, así que no te preocupes papá ㅡel mayor asintió más tranquilo.

ㅡAún así jovencito, te voy a pedir que cuando regrese Yoongi a su ciudad tu también regreses a la escuela, no puedes dejarla a un lado y lo sabes ㅡJimin decayó un poco pero asintió, no podía chistar aquello.

🐥🍓

ㅡJimin, que bueno que bajas ㅡle habló su mamá que se encontraba en la cocina.

ㅡBuenos días señora Park ㅡla mujer le sonrió a Yoongi.

ㅡBuenos días Yoongi, ¿dormiste bien? ㅡel castaño asintió sonriente ㅡQue bueno saber ello,ㅡle regresó la sonrisa ㅡ les iba a decir que en la tardecita ocuparemos la alberca, por si se quieren meter eh.

ㅡ¡Sí! ㅡaceptó Jimin emocionado ㅡYo si quiero ㅡvolteó a ver a Yoongi quien se notaba tenso ㅡ¿Qué pasa? ¿No sabes nadar? ¿Te asustan las albercas?

ㅡUh, no, nada de eso ㅡhizo una sonrisa incómoda ㅡNo empaqué traje de baño.

Jimin sonrió y movió la mano en un ademán restándole importancia.

ㅡNo te preocupes, tengo varios allí que te puedo prestar ㅡla mamá de Jimin al escuchar aquello lo pensó.

ㅡPero Yoongi es más delgado que tu hijo, ¿por qué no van a comprar uno para él? ㅡYoongi se tensó aún más, Jimin lo notó.

ㅡUh, no... Sí le quedan los míos, estoy seguro ㅡla mujer no parecía tan convencida.

ㅡ¡Hey, comadre! ㅡse escuchó la voz de una tercera mujer bajando las escaleras ㅡTe dije que no te levantaras, yo lo hacía junto con mi hermana.

ㅡPero no es que no pueda hacer nada ㅡinsistó la mujer, Jimin miró a Yoongi y le sostuvo la mano.

ㅡTranquilo Yoon, si no quieres comprarlo está bien, yo tengo unos cuantos ahí, alguno debe quedarte ㅡel castaño asintió con una sonrisa.

ㅡGracias Minnie ㅡel rubio asintió y ambos fueron a la habitación para cambiarse y así meterse a la alberca.

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𝙅𝙞𝙢𝙞𝙣, 𝙚𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙛𝙧𝙚𝙨𝙖. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora