𝙅𝙞𝙢𝙞𝙣, 𝙚𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙛𝙧𝙚𝙨𝙖. ©

26. silencio

Eran alrededor de las once de la mañana, toda la familia se encontraba vestida con un color descriptivo por la situación en la que se encontraban, todos harían el camino que los llevaría al lugar donde la madre de Jimin pidió que la llevaran cuando ya no estuviera en este mundo.

El progenitor del rubio se subió al piloto, mientras que Jimin a los asientos de atrás junto con Yoongi, el menor llevaba las cenizas de su madre con un mano mientras que la otra la sostenía el castaño, quién notaba a Jimin un poco distante, sin embargo lo comprendió y le dio su espacio, no era algo fácil de vivir y aún así él no le soltó la mano en ningún momento.

Tras el auto donde iba ahora los dos hombres Park, iban los demás de la familia, a una velocidad pertinente, por ello se tardaron al menos una hora, ya que su destino era un poco lejos desde el punto de partida, así que al llegar bajaron del auto. Se encontraban en el campo, el lugar natal de la mujer, subieron por una pequeña colina donde se podía ver pequeñas y pocas viviendas del lugar, por ello decidieron en ese lugar, para no verse impertinentes para los pueblerinos del lugar.

Jimin se acercó a su padre, no sin antes mirar a Yoongi, quien le dedicó una sonrisa tenue, y darle su lugar con su papá para despedirse de la mujer de su vida. Toda la familia se encontraba a una distancia de los dos hombres que se sostuvieron de la mano, caminando a la punta de la colina, ambos tomaron un minuto de silencio, su padre comenzó a hablar difícilmente, despidiéndose soltando unas pequeñas anécdotas aún con su esencia, todos soltaban risas suaves, el rubio al darse cuenta que su padre ya no hablaba, sintió sus ojos cristalizarse y soltó un suspiro tembloroso.

ㅡ Gracias por siempre aceptarme como soy, y nunca darme la espalda, por siempre darme mi lugar y nunca soltarme cuando creía no poder seguir, tengo en cuenta las últimas palabras que me diste; seguir avanzando por mis sueños, por más difícil que sea, por qué sé, y sabemos, que siempre estás con nosotros, física y espiritualmente, y aprovecho una vez más, para disculparme si no fui un buen hijo... ㅡSoltó una risa y limpió su nariz ㅡAhora mismo escucho tus quejas, diciéndome que nunca he sido un mal hijo para ti, ni para mí papá. Te voy a extrañar mucho, por qué no es lo mismo, saber que nunca me dejarás, pero al mismo tiempo no tenerte para abrazarte una vez más ㅡuna lágrima rebelde resbaló su mejilla, y la limpió suave.

Caminaron de regreso donde el piso era plano y sacaron su equipo, todos comenzaron a acercarse, ayudando a ambos, para cavar en la tierra, y así plantar un árbol de manzanas con las cenizas de su madre, ya que ella así lo quería, y querían despedirse de la forma que ella lo deseaba.

Toda la familia dio unas palabras, mientras que Yoongi se encontraba tomando de la mano de Jimin, quién no había dicho alguna palabra, y no miraba en absoluto al castaño, su rostro era neutro y no parecía sentir la situación en la que se encontraban, pero una vez cruzaron sus miradas sin querer, Yoongi notó la tristeza que acumulaba y ocultaba el rubio, Jimin apartó su mirada enseguida y se volteó a su papá para abrazarlo, el chico mayor no supo como reaccionar, sin embargo le dio el espacio que pedía el menor silenciosamente.

Jimin al abrazar a su padre vio una silueta llegando al lugar, sus ojos se cristalizaron, se deshizo del contacto de su papá para caminar hacia Seokjin, quién le recibió con un abrazo confortante, Yoongi sonrió tenue al ver a Jimin tan necesitado de su mejor amigo.

🐥🍓

Estaban llegando a la casa de Jimin la mayoría de familia para no dejar solos a ambos hombres por su perdida, pero Jimin lo único que no quería era tener gente en su casa, se sentía incómodo, pero una vez retomando la situación, se dio cuenta que él tenía la compañía de Yoongi, y su padre estaba solo, comenzó a tener un dilema así que no dijo algo al respecto. El padre de Jimin se encontraba en la cocina ayudando a sus primas y cuñadas, ya que quería distraer su mente.