— ¿Me estas prestando atención? — El moreno le estaba contando sobre una de sus tantas aventuras en uno de sus tantos viajes que había hecho con su padre.
— ¿Eh? ¿Que? — Por otro lado la atención del peliblanco viajaba.
— Killua... ¿Estas bien? Siempre estas distraído.
— Lo siento... No soy capaz de mantener mi atención fijada en algo...
— ¿Eh? ¿Como es eso posible?
— Jeje...—
— ¡Goooon! — El mencionado sudo, ese simple "Gon" Debería ser pista suficiente para saber quien sería nuestro nuevo invitado a la historia.
— Killua ¿Te gusta saltar? No me importa, vamos al trampolín — El moreno se levantó de la banca en la que se encontraba para jalar al albino hasta el trampolín.
— No de nuevo... — Se dejó arrastrar
— ¿Vamos al trampolín? Genial, quiero ver tu trasero rebotar... — El tipo apareció justo a lado del moreno haciendo que este diera un brinco hacia atrás.
— No mames Gon, tu belleza ya atrae hasta viejos. — El albino vio de forma pícara al más bajo.
— NO ES MOMENTO DE COQUETEAR PINCHE GAY
— Que humor... — Que idiota...
— ¿QUE HUMOR? TU TE LA PASAS MANDANDO PIROPOS A TODO RATO, MALDITO JOTO
— PUES DISCULPA SER CARIÑOSO — El ojiazul también empezó a protegerse de los gritos.
— ¿A ESO LE LLAMAS SER CARIÑOSO?
— NO SE COMO PIROPEAR ¿QUE QUIERES QUE HAGA?
— SIGO PREGUNTÁNDOME COMO MIERDAS TUVISTE NOVIAS
— ¿... Y si vamos a ir al trampolín verdad? — El pelirojo interfirio
— AY, TU CALLATE — Grito el gay más alto.
— Malditos mocosos de mierda... — El chico se sentó en el piso abrazándose las rodillas mientras lloraba por lo bajo, los otros dos lo ignoraron y siguieron gritando.
Algo así llamaba la atención, demasiado.
— ¿ASI QUE ME ENGAÑAS CON ESTE PAYASO? — sabrá Satán como la conversación término en ese punto siendo que estos ni pareja eran.
— PUES ESTARÍA BUENO HACERLO — Aún así parecían una verdadera pareja...
— NO LO NIEGAS
— CALLENSE PARA DE GILIPOLLAS, SI VAN A TENER DISCUSIONES DE PAREJA LARGO. — Una de las profesoras intervino, estaban en la entrada de la Universidad, eso daba mala imagen a esta misma. — VAYAN A UN MOTEL O YO QUE SE PERO ACÁ NO. — Grande, la profesora había logrado que por una vez las caras de esos dos se llenarán de rojo completamente.