— ... ¿Gon?
— ... Lo lamento señor pero no ha mejorado demasiado su estado.
— ¿Ha comido?
— La enfermera dijo que con mucho esfuerzo logra que coma tres cucharadas pero después de eso empieza a escupir y por otro lado aún debemos mantenerle atado... Es demasiado brusco.
— ¿Podria quedarme unos días?
— Bueno... Si es solo usted no creo que ocurra algún problema pero sería bastante incómodo dormir aquí y por otro lado el paciente está en mal estado y esta prohibido dormir con el.
— No hay problema, puedo dormir en una de esas sillas, ¿Tengo algún límite o algo que no deja hacer?
— Bueno... Por el momento lo mínimo que le puedo permitir es hablar con el paciente... Se vuelve bastante impaciente cuando es tocado... El otro día vino su tía a visitarle y resultó con su mano lastimada por lo duro que el paciente apretó el agarre.
— Vale, entiendo...
— Bien, si necesita algo puede pedirlo, estaré en la sala de atención, con permiso. — La señora de una edad quizás de 30 salió del cuarto cerrando la puerta tras ella.
La noche lograba oscurecer todo obligando al cuarto a tener su luz alumbrando con su fastidioso brillo.
— ¿Prohibido el contacto...? — El Albino solo podía ver los nudillos del moreno, estaban morados debido a lo apretado que estaba el nudillo que lo mantenía pegado a esa camilla asquerosa — Que delgado estas... Deberías comer...
— Mh...
— ... Tu tía te vino a visitar... ¿Recuerdas?
— Mi-to-san.
— Si... Ella vino y te cuido — El albino solito una pequeña sonrisa al ver que el más bajo aún recordaba el nombre de la mujer que lo cuido — Tu madre te vino a cuidar... — Y valiendo le poco las palabras de la enfermera... Descuidadamente poso su mano sobre la de su contrario. — No me importa si mi mano sale mal de esta... Necesito poder sentirme cercano a ti...
— Agh... — Y como si fuera la mejor forma de demostrar su alegría apretó fuertemente la mano del albino, sentir el contacto de alguien lo alegraba.
— Jaja... — Detalló poco a poco empezando a llorar tratando de no cambiar su sonrisa la cual era atacada por su llanto, por una llanto al recordar como ese chico tan feliz de repente empezó a enloquecer frente a su vista. — Me pregunto si habras soñado bien... ¿Con que soñaste esta vez?
— Killua... Pai...
— ¿Pai? Ah... Te encantaba el de miel... ¿Será que recuerdas cuando íbamos a comerlo juntos? Siempre empezabas a brillar... — Su mano empezaba a doler, no importaba la verdad.
— Killua... — Dolía oir como su voz se escuchaba desgastada prueba de como ante su locura su voz estaba desgarrada de tanto gritar... Dolía demasiado escuchar su nombre salir de esos secos labios.
— La doctora me dijo que eras bastante agresivo... Pero... Me parece que estas feliz de que por fin te venga a visitar...
— Mal...
— Lo siento... Verte así... Me hace sentir bastante mal y yo... No soporto verlo... Estuvo mal no visitarte... — El agarre dejó de ser tan apretado dando inicio a las fuerzas que hacia el más bajo para soltarse de los nudos — Eso debe doler... Tus muñecas y nudillos están lastimados... Quiero soltarte pero podrías perder el control.
El albino dejó la mano del contrario para limpiar sus lágrimas un poco y limpiar su nariz.
— ... Alluka logró poner en su cédula ciudadana como legal que es chica... Esta bastante feliz, dice que te extraña demasiado y el resto a estado avanzando también... Leo río ya casi terminara sus estudios... Dice que cuando termine quiere trabajar aquí para poder cuidar de ti.
— ... — Esa pequeña risita que se asomo en los labios del menor deba a entender que escuchaba a Killua, que alegre lo volvía eso.
— Kurapika me mando algunos mensajes, parece que le está llendo bien aunque el trabajo lo tiene algo cansado, parece de Estados Unidos es bastante lindo...
— Killua...
— ¿Yo? Bueno... Supongo que es bastante estresante, esos viejos son algo molestos... Te divertirias oyendo sus viejas y tontas ideas... Lo harías... ¿Sabes? Me quedaré a dormir contigo, hace mucho no lo hacemos... No entiendo porque te lo digo... Debiste oírlo cuando se lo pregunte a la doctora. Ah... No sabes cuanto quería dormir contigo, era divertido porte antes de dormirme, siempre decías algo que me hacia reír... Quisiera que esto pudiera mejorar... ¿Como puedo curar esto? — Las lágrimas volvieron a salir — Yo no quería esto... Odio que pase esto... Odio tener que verte atado a esta camilla como si fueras un animal... Te quiero devuelta Gon...
— Killua...
— Te amo... Gon... Lo siento... No pude ni podré hacer nada... Esto no puede cambiar...
Vale... No se ustedes, llore mucho escribiendo esto y con eso estoy conforme... Estos debe dejar muchas preguntas pero es el final y el próximo "capítulo" Será para aclarar cosas y decir algunas ¿curiosidades? Bien.