Relato 8 - "Haciendo realidad sus fantasías"

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Roberto y María vivían momentos apasionantes cada vez que se veían, la llama que se había encendido en ellos se hacia mucho más fuerte con cada encuentro que tenían.

María se enamoro de Roberto, veía en él lo que siempre deseo en un compañero de vida, en un complice, en un amante, en un hombre que pudiera someterla y se lamentaba las circunstancias en las que se había enamorado de él, pero disfrutaba cada beso y cada caricia que su hombre le daba y la hacia olvidar cualquier cargo de consciencia que la perturbara. Roberto era más visual y a pesar de que le gustaba muchísimo todo lo que vivía con María, su cuerpo, su piel, la forma en la que ella se desvivía por él, por complacerlo, también sabía que no iba a ser para siempre, pero quería disfrutar al máximo esa relación y esos detalles mientras durará.

María quería gritar a los cuatro vientos lo plena que se sentía como mujer, pero sabia que él no solo no era un hombre libre, sino también era mucho menor que ella, aún así le pidió a Roberto que salieran una noche a un lugar discreto que había leído en una revista de moda para compartir algo más que una habitación y Roberto accedió.

María pens para si misma:
"Hoy le pedi a Roberto que saliéramos mañana viernes a tomarnos algo en la noche, no sé si al fin me va a complacer o como en ocasiones anteriores me va a dejar con las ganas de sentir su cuerpo, este jueguito peligroso me gusta, pero a la vez me dan muchos celos cuando me cancela nuestras citas, ojalá esta vez si podamos vernos".

Para Roberto era más complicado salir, porque tenía que escaparse de casa y a Ángela no le gustaba que él saliera sin darle muchas explicaciones.

Roberto pensó para si mismo:
"Deseo tanto ver a María, pero no me he podido escapar de Ángela, mañana voy a arriesgarme a salir con ella, aunque eso me cause problemas en casa, sé que valdrá la pena y después me tocara seducir a Ángela para que me perdone".

Se llego el viernes y María fue al salón a arreglarse para esa noche, quiere estar radiante para Roberto y se arreglo los pies y las manos, esta noche sus uñas lucen un excitante color negro, que van a hacer juego con las medias caladas que se compró para ese día, junto con ese liguero de color negro que esta lleno de encaje, una tanga a juego también de encaje que se mete a la perfección en las nalgas de María un brassier de media copa que deja ver sus pechos redondos a la perfección, María piensa "ya estoy lista para que Roberto se lleve una sexy sorpresa al desvestirme", para terminar, se pone ese vestido a la rodilla, que se ajusta a su cuerpo a la perfección, con un gran escote que no deja a la imaginación sus pechos blancos que hacen contraste con el negro de su outfit.

Cuando María llega al lugar, le escribe a Roberto para asegurarse que ya estuviera ahí, así no se siente tan desubicada.

Mensaje de María a Roberto:
Hola papi (como cariñosamente le decía a Roberto en privado), ya estás ahí?

Mensaje de Roberto a María:
Ya guapa, estoy en el bar, esperándola!

María sonríe y decide bajar, esta nerviosa, porque tenia mucho tiempo de no ir a un lugar así, al entrar al lugar, se siente un poco incómoda, siente que todo el mundo la voltea a ver y tiene mucha razón, las miradas son por lo deslumbrante que se ve "un gran mujeron" que a pesar de sus 47 años, su cuerpo parece de una mujer de 30.

Roberto al verla sonríe y piensa "que rica se ve", deja el vaso que tiene en la mesa y se le acerca, le susurra al oído "que rica se ve María, no voy a aguantar mucho tiempo sin hacerla mía", María sonríe y le da un beso en la mejilla, casi rozando sus labios. Roberto la toma de la mano y se la lleva al bar, ahí le piden al bartender un whisky para él y para María una copa de vino. Así empieza esa cita que desde hace mucho María deseaba tener con Roberto. Ambos están conversando de todo un poco, riéndose de las bromas que Roberto le hacia a María y contándose sus anécdotas, sus fantasias (eso le interesaba mucho saber a Roberto), cuando María le confiesa que siempre quiso hacer un trio, a Roberto se le eriza la piel, Roberto quiere seguir hablando de eso, esta muy intrigado pero en ese momento se escucha una canción que a María le gusta y le pide a Roberto que vayan a bailar, a lo que el accede.

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