Amanecer Antes de Julio (Dylan's Version)

Capítulo 23

—Bueno, ¿y si lo son, qué?, ¿te afecta en algo? Dímelo—la miré a los ojos con firmeza—. Te lo pondré fácil: ¡no!, ¿es tu vida? ¡No!, si son novios o no... ¡No te entrometas en algo que no te incumbe! ¿Oíste, Candy? —grité esto último tan fuerte que toda la clase quedó en silencio y el profesor Parker tuvo que salir a revisar si todo estaba en orden.

—Acompáñenme con la profesora Lerman, rápido, Ryan y Train. Esto no le gustará a la directora —¡carajo!, «¿me iban a llevar a la oficina de la directora Lerman e iba a perder mi oportunidad de cantar en el show de talentos?», eso fue lo que pensé.

—¡Por favor, no me lleve! Ya estoy más tranquilo —supliqué.

—A mí tampoco, yo no hice nada tan grave; soy víctima —hice una mueca de desaprobación. «¿Quieres callarte?» le dije telepáticamente, lo que provocó que Candy me fulminara con la mirada.

El profesor estuvo pensando un muy buen rato hasta que decidió que no podría llevarnos porque su día ya había estado bastante difícil y no quería más problemas, lo que dijo casi hizo que se me saliera el corazón de mi pecho.

—¿Saben qué? Tendré consideración solo porque sacaron A en mi clase; ambos, Ryan y Train —Candy y yo nos miramos un buen rato sin saber cómo diablos obtuvimos una calificación perfecta en Álgebra, ya que los dos éramos bastante malos.

De repente sonó la campana del almuerzo, ya éramos libres por 25 minutos.

—¡Gracias! —Candy y yo entramos al salón de clases por nuestras cosas para ir a dejarlas a nuestros casilleros.

—Solo deja de molestar a Ryck y a Logan, por favor.

—¿Y si no, qué? —«No juegues con fuego, Candy», pensé en decirle esto último por una milésima de segundo, pero no lo hice y debí hacerlo—. ¿Qué es lo que harás, Louis?

—Pensaré en algo —no tenía nada en mente—. Solo déjalos en paz.

—Justo como lo creí —sonrió y fue por sus cosas; yo también me iba por mis cosas, no hablaba con nadie, solo entré al salón, tomé mis cosas y salí dando trompicones y, al mismo tiempo, caminaba rápido; sí escuché a Lezley gritarme, no me detuve a esperarla, lo que provocó que tuviera que correr para alcanzarme.

—Oye, Louis, ¿todo bien? ¿Qué pasó con Candy? —Lezley por fin me alcanzó; iba caminando junto a mí, íbamos caminando por el pasillo de Apple White hacía nuestros casilleros a dejar nuestras cosas e ir directamente a la cafetería de la escuela.

—Nada —era obvio que pasaba algo entre nosotros cuatro—, ¿por qué la pregunta?

—Te la llevaste un par de minutos antes de que terminara la clase, quieras o no, eso fue un poco raro; y luego le gritaste tan fuerte que se escuchó en todo el salón de clases. El profesor Parker tuvo que interrumpir la misma para ir a buscarlos y no sé que les dijo —me atrapó.

—Me atrapaste —repetí lo que había pensado—, escucha, lo que pasa es que Logan y Ryck quieren mantener su relación en privado; pero hay un detalle y es que Candy lo sabe, los quiere someter a presión social para que ellos lo digan y creo que no debería de hacerlo porque ellos nos lo contarán cuando estén listos, ¿no crees?

—Maldita —masculló con evidente ira en su voz—. Candy puede ser muy chismosa si se lo propone, ¡y claro que lo que hace está mal! Los aconsejaría, no sabes las ganas que tengo de hacerlo; pero se supone que no sabemos nada y así debería quedarse.

—¡Exactamente es lo que yo pensaba!, Candy podrá ser su amiga, y todo lo que quieras, pero no es justo que haga esto.

—Te invito un té, al parecer it's tea time!, vamos —me sostuvo por los hombros y nos dirigimos directamente a la cafetería de Apple White High School.
Lezley ordenó, y pagó, dos tés: uno de manzanilla y otro de menta, para mí.