Sentidos {YoonMin}

Extra HopeV

Su celular sonó tres veces antes que él pudiera sacarlo de su bolso. Su cabello castaño claro se pegaba a su frente por el sudor, y una toalla blanca descansaba en sus hombros.

—Minie —respondió con su mejor ánimo, sabiendo el regaño que recibiría de aquella personita con la que no hablaba hace más de un mes.

—¿Por qué no me lo dijiste? —la voz de Jimin fue firme. Sabía que estaba enojado.

Taehyung suspiró, sentándose en la banqueta de la sala de baile.

—Lo lamento. Yoongi pidió que no dijera nada.

—¿Y por qué le harías caso? Eres mi mejor amigo, no suyo.

—Jihyun me lo pidió también. Me pareció bien si eso te dejaba concentrarte en tus estudios. Cuando vine a Seúl contigo creí que lo mejor sería no hablar de eso.

—¿No pudiste decírmelo en cuatro años?

—Cada oración que comenzaba con un 'Yoongi' ponías mala cara y me cambiabas de tema.

—Taehyung... —Jimin protestó como niño pequeño, y Taehyung reprimió una risa.

—Lo siento mucho Jimin —sonrió.

—Como sea, ¿cuándo vendrás a Daegu? Deseo verte.

Taehyung sabía del tema con Namjoon, pero en estos momentos él se preparaba para el concurso de baile que tendría en una semana. Y tenía razones por las cuales preocuparse. Justamente, ingresando por la puerta principal, se hallaba la razón principal.

Taehyung siguió aquella cabellera roja con la mirada antes de responder.

—Prometo que iré tan pronto termine la competencia. Intenta no matar a Yoongi hasta mi llegada, ¿sí?

—Lo haré. Lamento no estar en Seúl para el gran día.

—Tú siempre vienes a mis competencias, no puedo enojarme cuando tienes estos problemas. Estaré ahí pronto —Taehyung alzó la vista, encontrándose con esos ojos color avellana observándolo por el espejo. La boca ajena se torció—. Cortaré ahora.

—Te amo, Taehyung.

—Yo también te amo Jiminie.

Taehyung bajó su teléfono. El carraspeo del pelirrojo llamó su atención.

—¿Su novio? —habló despreocupado.

—Quizás —habló queriendo sonar tranquilo.

Taehyung rodeó al muchacho para seguir con su práctica.

Taehyung era un chico engreído y seguro de sí mismo. Apenas se había graduado de la secundaria, se mudó a Seúl a estudiar baile. Su talento era innato, y jamás faltaban los elogios en su vida. Por esta razón, su ego se alimentó de ser el mejor bailarín de Corea.

Pero ahora todo era distinto. En su camino se había cruzado él.

Jung Hoseok.

Ese muchacho había llegado de un día para otro en vida, destruyendo su mural de perfección, causando por primera vez en su vida el temor de perder.

Hoseok no solo era bueno. Mierda, era excelente.

El hombre entrenaba sin agotarse, y a Taehyung comenzaba a irritarlo esto.

Él quería demostrar que era el mejor, que no había nadie como él. Pero llegaba Hoseok para igualarlo a toda hora.

Lo peor, era que ese joven era realmente atractivo. Apenas lo vio ingresar la primera vez, hace unos dos meses, había pensado en la opción de coquetearle. Sería bueno tener a un hombre tan galán en su cama para variar. Pero en lugar de quedar aún más enamorado de sus pasos de baile, lo que creció dentro suyo fue ira.