Capítulo 7

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_TN_

Está noche me toca regresar por primera vez al dormitorio por mi cuenta, reviso por última vez que no deje ninguna de mis cosas en la cafetería y salgo despidiendome de todos. Cuando llevo un tramo de camino recorrido me doy cuenta de que un auto me viene siguiendo, o al menos eso parece.

Me detengo sin pensar en que tan buena idea es, el auto se para a mi lado y la ventanilla del asiento trasero se baja. La piel se me eriza y esto no cambia al ver a un hombre que extrañamente me resulta familiar, es el rector de la academia, padre de Taehyung.

- Buenas noches señorita _____. Sé que esto no es lo habitual pero me gustaría hablar con usted sobre algo que creo que a ambos nos puede interesar.

- ¿Por qué me interesaría? - el hombre sonríe y al darse cuenta que hablo en serio vuelve a su expresión seria.

- Usted es becada, tiene un trabajo para pagar sus gatos, estoy dispuesto a arreglar todo para que usted se sienta más cómoda aquí.

- Creo que me confunde, no soy de esas chicas que andan con hombres mayores y...

- Pare - me interrumpe -, no es lo que esta pensando, si me permite hablar en mi oficina con usted le quedará todo bastante claro.

Me pienso unos minutos la situación, no tengo mucha información y lo poco que me ha dicho no me sirve para llegar a un conclusión exacta. Lo que cualquier persona cuerda haría es rechazar e ir a casa, continuar con su vida. Pero mi mente tiene curiosidad, sobre todo porque en parte ayudaría con los gatos y mis padre no estarían tan presionados. 

- Bien, ¿de qué se trata?

- El auto que esta atrás la llevara a mi oficina, ahí hablaremos. Adelante, suba.

Un hombre me abre la puerta al acercarme al carro y subo. Es cómodo y lujoso, además de que se siente cálido.

En el camino me siento como cuando era pequeña, viendo las luces de los autos y el alumbrado mientras llegamos al destino. Quedó sin palabras al ver la casa de aquel hombre, por la posición que tiene no me esperaba menos pero realmente es muy bonita y lujosa aunque no me imagino viviendo en un lugar así.

Hay muchos agentes de seguridad y cámaras por todos lados. El mismo hombre me ayuda a bajar del auto a penas nos detenemos. Es como una mini casita ubicada en el patio trasero, al entrar una dama toma mi mochila y me pide mi chamarra.

Caminos por el pasillo y entramos en la tercer puerta, un hombre joven se encarga de cerrarla al salir para dejarnos solos.

Hay un escritorio grande de madera, encima una placa brillante con el nombre del señor, sin duda ver algo así me hace sentir temor, este hombre impone demasiado, desde su apariencia.

- Tome asiento, señorita _______.

Con las piernas un poco temblorosas tomo asiento en la silla frente a él

- Verá, sé que no lleva usted mucho tiempo aquí, que realmente no sabe mucho de mi hijo pero he podido notar que desde que la vio ha presentado cierto interés hacia usted.

- ¿Interés?, realmente no nos conocemos, ¿cómo podría interesarse por mí?

- Creo que de cierta forma le recuerda a alguien de su pasado - se levanta y camina hacia el gran ventanal que tiene detrás-. Verá, aquel suceso fue una tragedia, Taehyung no ha vuelto a ser el mismo e incluso ha estado pensando seriamente en retirarse de lo que siempre ha soñado.

- Aún no entiendo que es lo que quiere que haga.

- Que lo hagas que se quede. Todo esto, todo lo que he construido por años necesita un sucesor. Te ofrezco dinero a cambio de que lo enamores, pases tiempo con él, le den una razón para quedarse y seguir con lo que siempre pensó hacer.

- ¡Cómo se atreve a pedirme algo así! - digo levanandome de la silla -. ¿Qué clase de persona cree que soy?, busque a alguien más.

Camino hasta la salida y tomo la perilla.

- Ese es el problema de todo esto señorita, no puede ser nadie más. Solo usted - me giro para verlo nuevamente -. Le recuerdo que está aquí gracias a su beca, si está fuera cancelada usted se vería obligada a regresar a casa.

- ¿Me está amenazando?

- Oh no, no lo llamaría amenaza, mas bien un seguro.

El hombre se da la vuelta y regresa a su cómoda silla. Busca en uno de ellos cajones y saca unos papeles, toma una pluma del lapicero y la sostiene con firmeza.

- Usted tiene la última palabra. ¿Quiere cumplir su sueño o prefiere abandonarlo?

Tengo un fuerte debate interno, si acepto sería venderme. Pero de igual modo si lo hago no creo que funcione, Tae no es la clase de chico que me prestaría interés, además es un egocéntrico, alguien cambiante emocionalmente. No perdería nada y ganaría mucho, mis padres estarían más tranquilos y también yo, no tendría que trabajar y podría dedicarme al cien a mis estudios.

Antes de pensarlo más camino hasta el escritorio y tomo la pluma de su mano.  Leo detenidamente cada palabra del documento.

- Si hago esto, deberá cumplir todo. Sin juegos.

- Ahí está mi firma. No haré nada que no venga ahí.

Coloco la punta de la pluma en la línea donde está mi nombre, trazo de una mi firma, ya no hay marcha atrás.

- Bien, cumplirás punto por punto. El viernes seguro que la facultad de contemporáneo hará fiesta, esa es tu primer tarea, hacer que Tae se reintegre a la vida social.

- ¿Cómo haré eso?, lo conoce, no aceptará ir.

- Ingeniatelas. Es tu problema.
    - Es todo, puedes irte. El chófer que te ha traído te llevará de regreso a tu dormitorio.

Salgo de aquella casa y regreso a la calidez del auto apenas tengo mis cosas de vuelta. Mi mente da miles de vueltas.

Tomo el celular y busco el número de Tae. Aquel día en el café me lo dio pero fue muy claro cuando dijo que no era con el fin de conversar, solo emergencias.

Abro el chat, miro unos momentos la pantalla. Escribo "Hola, ¿estás ocupado?",  si lo envío y no tengo respuesta ya me estaría pasando lo peor, ¿no?

Bloqueo el celular y lo regreso a mi bolsillo.

Mi viaje elegante termina, regreso a la realidad, entro al dormitorio. Todas las luces están apagadas. Subo en silencio hasta mi habitación y cierro con seguro. Me tiro sobre la cama y vuelvo a tomar el celular.

"Hola, ¿estás ocupado?", leo nuevamente y por fin presiono enviar.

Al segundo se pone en línea y aparecen las palabras más temidas de cualquier persona, "escribiendo..."

¿Qué pasa?, ¿estás bien?

No lo sé. Me siento perdida,
sin ánimos.

De nuevo, "escribiendo...", se detiene y no llega nada. Así es en los próximos cinco minutos, hasta que por fin aparece su mensaje.

Descansa, tuviste un día pesado.
Nos vemos mañana
en clases. No olvides que
debes llamarme "señor Kim" ;)

Boto el celular al suelo, genial, moriré en el intento. ¿En qué carajos me he metido?

Y antes de dormir recuerdo lo que dijo su padre, "creo que le recuerdas a alguien". ¿A quién?, ¿quién era ella? y sobre todo...¿que la hacía tan importante para Tae?, ¿sería su novia?

Muchas preguntas se vienen a mi mente y solo así logro conciliar el sueño.

Bésame mientras bailamos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora