Capítulo 9

8 2 1
                                    

_TN_

Regresamos al calor del auto, Tae y yo nos quedamos un rato en silencio. Un silencio que no genera incomodidad, es como si pudiéramos hablar entre nosotros de esa manera.

- ¿Tienes que volver a casa? - niego.

- Es viernes. La facultad ha organizado una fiesta y han invitado a todos, ¿vamos?

- No - dice sin pensarlo dos veces -. No hay una regla que diga que no podemos salir, al menos no como tal. Aún así preferiría mantener esto entre nosotros, no es conveniente para ninguno que nos vean juntos.

- Entiendo - miro por la ventana. Ese era el único plan para comenzar acumplir con ese contrato del infierno.

El señor Kim no comenzará a darme dinero hasta que suceda algo que le indique que esto está funcionando como quiere.

- Entonces, ¿adónde vamos? - me mira con una sonrisa cómplice.

- Es fin de semana, perdamonos.

____________________________

_TAE_

Nos turnamos para conducir de noche. De nuevo es mi turno, va dormida en la parte de atrás del auto. La miro por el retrovisor, es tan tierna que dan ganas de...¿¡qué!? No debería siquiera pensar algo así. Al final de día es mi alumna, además no nos conocemos de nada, ¿cómo podría sentir algo por ella?

Ha comenzado a salir el sol, _TN_ se empieza a retorcer y se estira.

- ¿Ya vamos a llegar? - dice aún adormilada.

- Falta poco, esta vez hablo enserio - me mira mal y solo sonrió. De inmediato me pongo serio, es la primer sonrisa sincera que sale de mí.

Va mirando por la ventana, parece niña pequeña. Sus ojos se llenan de emoción apenas ve el portón de madera abrirse. Avanzamos 20 minutos a partir de la primer cabaña que vemos y llegamos a la nuestra.

Estacionó el auto, bajamos y caminamos a la entrada.

- Cierra la boca, se te caerá la saliva - le digo cuando la veo con la boca abierta.

Entramos y enciendo las luces, pensé que al entrar me sentiría mal pero no, siento paz. Se siente como el hogar, volteo a ver a  _TN_ y sonrió, nuevamente de la forma más sincera.

- ¡Me encanta! - dice emocionada.

- Un fin de semana lejos de todo es justo lo que necesitamos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

_TN_

La habitación en la que me ha dejado Tae es muy linda, los muebles de madera le dan un olor peculiar.

Me acerco al armario y lo abro, en su interior hay ropa, huele delicioso y se ve impecable. En su mayoría es negra, doy por he ho que es de Tae.

- Se puede - me dice al tocar la puerta.

- Yo...eh... - titubeo. Me ha dado pena que me descubriera husmeando.

- Tranquila, no pasa nada. De hecho puedes usar lo que quieras de ahí.
    - Ya que no has traído maletas, por ser de imprevisto todo esto.

- Gracias, lo consideraré.

Se acerca al armario y toma unas cuantas prendas y las tira sobre la cama.

- No debes considerarlo, debes hacerlo. No te puedes quedar con esa ropa todo el fin de semana.

Va directo a una cajonera y comienza sacar artículos de limpieza que deja igual sobre la cama.

- El baño está ahí - señala la puerta del lado izquierdo de armario -. Siéntete comoda.

Sale de la habitación y decido hacerle caso.

El baño es aún más bello de lo que me hubiera imaginado, por Dios!, esta cabaña me ha dejado fascina y seguro que no he visto ni la mitad de ella.

Tomo un baño largo, el agua caliente sobre mi piel me resulta relajante. Cuando salgo tomo la ropa que ha dejado Tae para mí, la playera me queda cubriendo los muslos, tomo unas calcetas y me coloco los tenis.

Un olor delicioso comienza a llenar el cuarto, algo dulce y que con solo olerlo hace que me dé hambre.

Bajo con Tae, está en la cocina con muchos trastes sucios de lado, la mesa llena de cascarones de huevo. Lo veo de espaldas, está frente a la estufa observando el horno.

- ¿Qué es lo que haces? - le pregunto curiosa.

- Bueno, bienvenida a la cocina de Tae - dice cómo anuncio de televisión -, donde descubrirás que no solo soy un excelente bailarín si no que además preparo los mejores postres que puedes haber imaginado en tu vida.

- De verdad - me río, pero no como burla, de pronto veo cierta ternura en él y eso me gusta -. Bueno, señor bailarín y repostero, tal vez haga los mejores postres pero déjeme ayudarle a limpiar su área de trabajo.

Me acerco a la mesa y comienzo a llevar los trastes al lavadero para lavarlos, coloco los cascarones en el bote y tomo un trapo ora limpiar la mesa donde trabajo el repostero Tae.

- No sabes cuanta pereza me da limpiar, has sido mi heroína - me dice cuando termino.

- ¿Heroína?, nada de eso, me lo cobraré muy caro - bromeó.

- Cuando pruebes esto no vas a pensar igual.

Toma el molde de la tarta que ha hecho y saca un tenedor, toma un poco y me la acerca a la boca. La tomo y saboreo, no puedo evitar sonreír cuando siento esa textura tan placentera y la mezcla de sabores.

- ¿Y bien?

- Está muy rica - le quitó el tenedor y tomo otro poco de tarta.

- Te lo dije.

Mientras comemos ese delicioso postre nos ponemos a platicar. Me sorprende la rapidez con la que me ha hecho sentir tanta confianza en él.

Le cuento sobre mi infancia y él me cuenta un poco se la suya. Curiosamente ambos disfrutamos de subir a los árboles y ver desde ahí el atardecer, con la única diferencia de que mi madre era quien me regañaba para bajar de ahí y a él la nana.

Confianza sentirse un poco celoso, porque aunque sabe que Annie, su nana, hizo todo por verlo siempre bien y feliz, sabe que no se compara con él amor que posiblemente pudo darle su madre.

No habla de que pasó con ella y tampoco quiero preguntarle, no quiero ser entrometida. Dentro de este tiempo que estoy disfrutando  aparece una voz interna que comienza a atormentarme.

"¿Qué pasará cuando sepa la verdad?", y entonces imagino todos los posibles escenarios que habría. Porque creo, creo que...realmente me está comenzando a gustar pasar tiempo con él, porque creo...que esté Tae me hace sentir tan bien, esta versión que siento solo fluye conmigo y eso me hace llegar a la conclusión de que me estoy...¡no!, que carajos estoy pensando, es solo por el dinero, solo es eso, ¿verdad?

Bésame mientras bailamos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora