No Grites

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En toda mi vida nunca había sentido esto, ver a Alma cerca de ese maldito mocoso provocaba en mi un sentimiento de querer golpearlo, para hacerle saber que no tenia que acercarse a ella, que me pertenecía que nadie mas que yo podía mirarla que nadie mas que yo podía dirigirle la palabra.

Ira: hola Cariño- al escuchar mi voz, se quedo mirándome para luego girar a su lado donde estaba aquel mocoso -quien es tu amigo.

Alma: es, es Nicolás- me quede observando a aquel mocoso al igual que el- Nicolás el es.

Ira: soy su tío- tome el brazo de Alma para acercarla a mi, y abrazarla- ahora si me disculpas tengo que hablar con Alma.

Nicolás: nos vemos, Alma- se me quedo viendo fijamente- fue un gusto señor.

Ira: el gusto fue mío, hijo- le tendí la mano para saludarlo, acepto mi saludo, al tomar mi mano solo pude tomarlo con toda la fuerza que tenia en la mano.

Solo le dedique una sonrisa, para tomar de la cintura a Alma y caminar por un pasillo. Mientras todos los estudiantes comenzaban a entrar en sus salones yo solo trataba de buscar un lugar donde pudiera estar a solas con ella.

Alma: que, que quieres hablar- se alejo un poco de mi, así que tome su mano ya que casi nadie se encontraban en los pasillos- a donde vamos, oye donde vamos.

Después de notar que ya nadie se encontraba en los pasillos del colegio de Alma tome su mano un poco mas fuerte para meterla en lo que yo creo era un baño, pero al entrar note que era un baño viejo o en deposito, la verdad que no podía distinguirlo muy bien, ya que no podía ver muy bien en su interior, pero este lugar serviría para lo que estaba planeado hacer con Alma.

Alma: que estamos haciendo aquí- la tome de la cintura para sentarla en aquellos lavamanos, se encontraba bastante sorprendida así que aproveche ese momento para abrir sus piernas y ponerme entre ellas- QUE HACES?.

Trato de empujarme pero no pudo moverme, cubrí su boca para que entendiera que no tenia que hacer ningún tipo de ruido.

Ira: shh- solo se me quedo viendo- no me gusta verte a su lado, que no lo entiendes, Tu eres mía Alma, Tu eres mi Alma.

Saque mi mano de sus labios para poder acercarme y besarlos, al principio trataba de resistirse pero después de unos segundos pude sentir las manos de Alma tomar mi rostro, tome su cintura para atraerla un poco mas a mi, logrando que su parte intima rosara mi miembro que ya se encontraba bastante apretado, después de lo que había pasado anoche mi amigo se encontraba un poco resentido con Alma. Lentamente comencé a dejar besos por el rostro de Alma hasta llegar a su cuello, podía notar como ella se encontraba disfrutando de lo que estaba haciendo así que no esperaría mucho mas baje mi mano con dirección a la parte intima de Alma.

Alma: Ira para, para por favor- al escuchar eso solo comencé a pasar mi dedo de un lado a otro sobre su ropa interior- por favor.

Ira: estas segura- podía notar como Alma ya se encontraba húmeda.

Alma: No, no- podía notar como se encontraba confundida por todo lo que su cuerpo estaba sintiendo, asi que solo la iba a ayudar un poco mas, comencé a dejar besos por su cuello nuevamente - Si para.

Ira: demasiado tarde- con mis dedos baje lentamente su ropa interior- estas lista.

Volví a besarla con mas intensidad, mientras jugaba con su clitoris, podía notar como Alma trataba de controlarse pero poco a poco comenzaba a ceder ante todo lo que estaba pasando, metí mi lengua en su boca, pero ella solo se alejo un poco ante la intromisión. Me aleje un poco para observarla un momento, se encontraba un poco roja y un poco sudada, sin contar como su pecho subía y bajaba con rapidez, jugué un poco en su entrada con mi dedo para después introducirlo logrando que ella abriera su boca para soltar un gemido, aproveche ese momento para volver a besarla, mientras mi lengua acariciaba la lengua de Alma introduje el segundo dedo logrando que Alma se arqueara me encantaba tenerla bajo mi control.

Miss Hope (En edición) L; #2, Saga LuttenbergerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora