El primer día de clases en el instituto siempre me ponía nerviosa. Y peor cuando estaba llegando tarde a mi primera clase del día. Y también porque sólo compartía un par de clases con mis dos mejores amigos. No había sido buena idea desvelarme anoche hasta casi la madrugada leyendo uno de mis libros favoritos sin importarme tener clases al día siguiente. Pero todo el día había estado ocupada y lamentablemente no pude agarrar mi libro y leerlo, pero en la noche, cuando ya iba a dormir, decidí leer un capítulo y como estaba tan interesante, decidí leer otro y así se fueron pasando las horas hasta que la palabra «fin» llegó al final de la página. Eso fue cuando el sol empezaba a salir.Sip, me había desvelado a lo loco.
Así que al llegar al instituto Restwood lo primero que hice fue correr a mi salón. Tenía diez minutos de tardanza y estaba asustada de que la profesora no me dejaran entrar a la clase. Corrí por el pasillo buscando mi salón.
Sin darme cuenta choqué contra un muro haciendo que cayera de trasero sobre el piso botando mis cosas alrededor. Aturdida por el golpe levanté la mirada y me fijé en un par de ojos negros mirándome con disculpa.
Oh Dios mío.
No era una pared. Era un chico, con hermosos y profundos ojos negros.
Y yo conocía muy bien esos ojos.
Era Richard Camacho. El famoso jugador de fútbol estrella del instituto. Mi corazón se aceleró de nerviosismo.
—Lo siento, no te vi —dijo él tendiéndome su fuerte mano y ayudándome a levantarme. Recogió mis cosas y me las entregó. Su mirada fija en mi cabello. Seguro estaba fascinado con el color zanahoria que mi cabello tenía. Todo el mundo lo estaba—. Aquí tienes —dijo tendiéndome mis cosas. Las cogí con la mirada aún en él. Su rostro adoptó una mueca—. Discúlpame, de nuevo.
Asentí como idiota. Y luego me alejé rápidamente de ahí para buscar mi salón. Miré por encima de mi hombro y vi que Richard me seguía.
Abrí los ojos alarmada.
¿Por qué me sigue?
Ubiqué mi salón de Química y toqué la puerta con más fuerza de la necesaria. La profesora abrió y me dejó pasar, pero no cerró la puerta, sino que esperó a que alguien más pasara. En el primer asiento libre que vi al final del salón, me senté. Sin levantar la mirada, avergonzada por llegar tarde y por la cantidad de alumnos en el salón.
Yo no era muy social en el instituto, solo tenía a mis dos mejores amigos; Samantha, a quien le decíamos Sam, y nuestro mejor amigo Joel. Los tres éramos inseparables, pero justo ahora nos había separado de clases. Tenía muy mala suerte este semestre.
Esta clase de Química era la menos favorita para mí. Rogaba que no tomaran prueba de entrada porque temía fallar en un prueba que ni siquiera tenía nota, eso sí sería empezar muy mal el semestre. Pero la profesora solo se dedicó la mitad de la hora a explicar su método de enseñanza y a tomar lista. Cuando mi nombre fue llamado, sólo levanté la mano sin decir el típico “presente” que todos decían en voz alta.
Luego de llamar lista a todos, la profesora se acercó al frente del aula y habló:
—El día de hoy les asignaré un trabajo para el final del semestre. Les aviso con anticipación para que puedan organizarse y desarrollarlo bien. Este proyecto incluye trabajo en equipo por lo que quiero que trabajen en orden. Será en parejas así no se distraen mucho, y yo misma les asignaré sus compañeros —la clase entera se quejó—. ¡Silencio! —esperó a que todos se callaran antes de continuar—. Espero que sepan comportarse para hacer el trabajo de investigación. Aquí les entregaré una hoja con todo lo que tienen que presentar.
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𝖤𝗋𝖾𝗌 𝖴𝗇 𝖢𝗅𝗂𝖼𝗁𝖾́ ✓|| ʀɪᴄʜᴀʀᴅ ᴄᴀᴍᴀᴄʜᴏ
Fanfiction|| ADAPTACIÓN || TERMINADA || "Algunas veces, amar puede hacer daño. Pero es la única cosa que nos hace sentir vivos." Cuando Ashley conoce a Richard parece simple. Pero la verdad es que es todo muy complicado. Ella ama la tranquilidad, pero él es...