Era un incómodo silencio en la habitación de Yocelyn. Aún no me recuperaba del asombro y la vergüenza de que ella se haya enterado que me gustaba Richard. Yocelyn me miraba esperando por una respuesta, una que no sabía cómo darle por lo que sólo la quedé mirando.
—Ashley, no tienes por qué sentirte mal —dijo ella haciendo que mis ojos se abrieran como platos. Me sentía totalmente una perra. Por supuesto, Yocelyn ignoró mi expresión y siguió hablando—: Entiendo que te estés enamorando de él. Siempre temí que cuando él volviera a la escuela siguiera con su actitud de mujeriego, pero ha cambiado. Desde que Aaliyah nació, Richard cambió para bien. Y cuando te conoció y se hicieron amigos pude darme cuenta del ligero cambio en él. Está más feliz, y Mary y yo lo notamos. Cuando él nos dijo que te había conocido, y cómo eras, supimos que eres buena para él.
No podía creer que Yocelyn me dijera todo esto. La miré atónita mientras mi corazón palpitaba rápidamente pensando en Richard y su cambio. Era bonito escuchar que conocerme lo había ayudado, pero dolía saber por qué se encontraba así en primer lugar.
—Yoce...
—Escúchame, Ashley, antes de que regrese Rich. —alargó su mano para coger la mía y darle un apretón débil—. Sé que estoy muy mal. No sé lo que podría pasar en el futuro, lo único que sé es que si algo me pasara, me iría tranquila sabiendo que Richard te tiene.
Sus palabras tuvieron un fuerte impacto en mí. Las lágrimas se asomaron en mis ojos pero saqué fuerzas para no derramar ninguna.
Si Yocelyn no me estaba dando vía libre con Richard, no sabía lo que era.
En ese momento Richard abrió la puerta encontrándonos a las dos con las manos tomadas y Yocelyn sonriéndome.
—Eh... —dijo él levantando un par de pañales y un bote pequeño que parecía que había papilla dentro.
Yocelyn me dio otro breve apretón en la mano antes de tomar el bote de papilla que Richard le tendía.
—Hora de su comida.
Richard le pasó a Aaliyah y juntos le dieron la papilla a una traviesa bebé que no hacía más que botar la comida y reírse. Me sentía como una intrusa, pero no me podía mover. Las palabras de Yocelyn me habían calado hondo. Pero estaba segura de algo; no sería la chica que le robara a su novio a una chica enferma que podría morir. Ella tenía que disfrutar de lo que le quedaba sin que nadie merodee en el padre de su hija, y disfrutar como familia, así como lo hacían en este momento. También sabía que Richard nunca estaría conmigo mientras ella estuviera en esta situación.
El timbre volvió a sonar y minutos después Erick y Zabdiel entraron en la habitación con un peluche cada uno en sus brazos y varios globos.
—¡Eh, sorpresa! —gritaron al mismo tiempo que soltaron los globos de helio haciendo que se elevaran y quedaran suspendidos en el techo. Aaliyah vio eso y comenzó a llorar derramando su papilla.
Richard y Yocelyn se apresuraron a limpiar mientras calmaban a la bebé. Yo reí divertida. El grito de ellos y los globos habían asustado a Aaliyah.
—¡Imbécil! —dijo Zabdiel dándole un golpe en la nuca a Erick—. Fue tu idea gritar eso al entrar.
—¡Auch! —gritó Erick sobándose la nuca—. Tú tuviste la idea de los globos, cabrón.
—A ver, se calman idiotas. —los reprendió Richard mirándolos mal, pero no pudo y sonrió divertido.
Yocelyn les sonrió sujetando a Aaliyah quien había parado de llorar porque tenía su chupón en la boca.
—¡Chicos!, gracias por venir.
—De nada, Yo —dijeron al mismo tiempo. Voltearon a verme y se acercaron hacia mí riendo—. ¡Cerecita!
Reí divertida mientras los abrazaba. Besaron mi cabeza antes de acercarse a Aaliyah. Entre los dos tomaron turnos para cargarla mientras conversaban con Yocelyn a su lado.
—Gracias por venir. —la voz de Richard se escuchó a mi lado. Volteé a verlo sonriendo avergonzada. Todavía recordaba las palabras de Yocelyn en mi cabeza. Pero tenía que ser firme, solo sería amiga de Richard y nada más. Rayos. Siempre hablaba mal de los que estaba en la Friendzone y ahora yo me encontraba ahí. Era como el mismísimo infierno.
Me encogí de hombros, sintiendo mis mejillas calientes.
—No es nada, Richard, somos amigos.
Él hizo una mueca pero antes de que diga algo, Zabdiel se acercó cargando a Aaliyah.
—Amigo, ¿puedo llevármela, por favor? Es la bebé más linda del mundo.
Richard suspiró. Parecía cansado de lo que había dicho Zabdiel. Suponía que siempre que Zab los visitaba le decía eso. Pero no era para menos, su bebé era preciosa y al ser de él para mí era algo perfecto. Aaliyah era perfecta.
—Dadada —balbuceó Aaliyah señalando mi cabello. Richard rió divertido.
Aaliyah en serio estaba fascinada con mi cabello. Extendió sus manitas regordetas hacia mí, pero Zabdiel no la dejó.
—Ah no, amiguita, ahora estás con el tío Zab. Cerecita puede esperar. —cuando terminó de decir eso, Aaliyah empezó a llorar gritando, le fruncí el ceño a Zabdiel disgustada de que lo había hecho llorar. Richard lo golpeó en la cabeza ante de tomar a Aaliyah en sus brazos y llevarla donde Yocelyn.
Zabdiel me miró avergonzado mientras sobaba su cabeza.
—Mierda, golpea fuerte, pero nada supera el grito de Aaliyah, es como escuchar cuando alguien araña una pizarra.
Me estremecí imaginando eso.
La vibración de mi celular en el bolsillo me distrajo. Lo saqué y vi un mensaje de mamá. Decía que debía ir para la cena y si Richard nos quería acompañar. Por supuesto que no lo invitaría, él tenía que quedarse para Yocelyn y su hija.
—Eh, chicos —dije luego de carraspear. Todos en la habitación voltearon a verme, incluso Aaliyah, quien ya no lloraba, mi voz la había distraído de su llanto. Me sonrojé de inmediato—. Es hora de irme.
Richard asintió y le dijo algo al oído a Yocelyn. Ella sintió sonriendo. Me acerqué a todos, quienes estaban alrededor de la cama de ella, y me despedí uno por uno con un beso en la mejilla, incluida Aaliyah, quien sujetó mis rizos rojos y tiró de ellos riendo divertida. Besé su regordeta mejilla y traté de que soltara mi cabello. Cuando lo hizo, me acerqué a Richard, pero solo puso un brazo en mi hombro y me guió a la salida. Cerró la puerta de la habitación de Yocelyn y caminamos en silencio hacia la puerta de entrada, no veía a Mary por ningún lugar.
—Ehh... —murmuré incómoda por el silencio mirando a Richard sonreírme frente a mí—. Adiós.
Richard rió.
—Gracias, cabecita roja.
Hice una mueca y asentí.
—Te veo en el instituto.
—Así es —respondió. Y cuando estaba a punto de salir, me sujetó del brazo y me jaló hacia él. Me abrazó con fuerza unos segundos demasiados rápidos para mí y besó mi frente. —Adiós.
Salí de ahí sonriendo como boba dirigiéndome a mi Vespa estacionada a un lado.
En serio, yo era demasiado masoquista.
Y mi corazón también.
••••••
N/a:Ay LPM. Esto está más complicado que aprenderse la coreo del estribillo de Fresa lpm.
¿Qué piensan que pasará con estos dos? UwU
ʟᴀs ᴀᴍᴏ🥰💚
ℳ𝒾𝓃𝒾ℴ𝓃 𝒲ℴ𝓂𝒶𝓃💫💛
ESTÁS LEYENDO
𝖤𝗋𝖾𝗌 𝖴𝗇 𝖢𝗅𝗂𝖼𝗁𝖾́ ✓|| ʀɪᴄʜᴀʀᴅ ᴄᴀᴍᴀᴄʜᴏ
Fanfiction|| ADAPTACIÓN || TERMINADA || "Algunas veces, amar puede hacer daño. Pero es la única cosa que nos hace sentir vivos." Cuando Ashley conoce a Richard parece simple. Pero la verdad es que es todo muy complicado. Ella ama la tranquilidad, pero él es...