𝖤𝗋𝖾𝗌 𝖴𝗇 𝖢𝗅𝗂𝖼𝗁𝖾́ ✓|| ʀɪᴄʜᴀʀᴅ ᴄᴀᴍᴀᴄʜᴏ

Ｄｉｅｚ

Secretamente estaba muy nerviosa por el pequeño interrogatorio que le haría a Richard. Ni siquiera sabía por dónde empezar. Él me miraba atentamente esperando la primera pregunta.

Lo pensé unos instantes más antes de hacer la primera pregunta.

-¿Qué tipo de cáncer tiene Yocelyn?

Richard cerró los ojos unos momentos antes de abrirlos y responder.

-Cáncer de seno.

-¿Desde cuándo? -fruncí el ceño-. Ella iba al instituto y estaba tan sana hasta que... Espera... ¿Ella nunca se mudó verdad?

Él negó con la cabeza.

-No... Ella quedó embarazada y sus tíos la botaron de casa.

Fruncí el ceño disgustada con que sus familiares le hayan dado la espalda a una adolescente embarazada sobrina suya. Sabía que los padres de ella habían muerto hacía años cuando ella era una niña, en un accidente automovilístico. Todos en la escuela lo sabían, pero ella aún así era la persona más linda de la escuela. ¿Por qué le tenían que pasar todas estas cosas?

Sí, tenía muchos celos de ella. Tenía a la bebé de Richard, eran pareja y podía ver cuánto Richard la amaba así que mis celos eran enormes, pero no sentía envidia. Ella merecía a Richard.

Mi corazón se detuvo internamente sabiendo todo esto, y por todo lo que faltaba preguntar.

-Así que cuando les dijo a todos que se mudaría, ¿en realidad estaba embarazada?

Richard asintió.

-No quería que nadie supiera. Así que la traje conmigo. Ella vive aquí desde ese tiempo.

-¿Y cuándo la diagnosticaron con cáncer?

-Meses después de que Aaliyah naciera, justamente hace tres meses.

-¿Le están haciendo algún tratamiento? ¿Quimioterapia?

Richard asintió.

-Por supuesto. Tengo la esperanza que sanará. Ella no lo cree así, pero yo sí.

Me quedé callada sin saber que más decir. O preguntar. Prácticamente ya me había dicho todo. Ellos estaban enamorados hasta que Yocelyn quedó embarazada y como sus tíos la botaron, se mudó con Richard hasta que Aaliyah nació y meses después le diagnosticaron cáncer.

Mierda.

-¿La amas? -pregunté tontamente. Solo necesitaba escucharlo, quería una confirmación de su parte para no hacerme otras ideas erróneas en mi cabeza.

Richard me miró con una sonrisa triste en su rostro.

-Sí. La amo.

Suspiré tontamente. El silenció era incómodo conforme pasaban los segundos, hasta que alguien llamó a la puerta de la habitación de Richard.

-Richard, Aaliyah ya despertó. -era la voz de Mary.

Richard al instante se levantó, diciendo:

-Ya vengo, cabecita roja, iré a ver a mi pequeña campeona.

Sonreí con ternura sin mirarlo. Mis ojos estaban brillosos por las lágrimas no derramadas. No sabía cuánto tiempo iba a aguantar sin llorar.

Richard abrió la puerta dejando pasar a Mary y la dejó abierta al irse. Me levanté sin saber qué hacer mientras Mary me miraba fijamente con una expresión extraña en su rostro, parecía examinarme.

-Lo quieres -dijo ella haciendo una mueca-. Quieres a Richard.

Yo fruncí el ceño. ¿Era tan estúpidamente obvia?