Capitulo 7

29 7 0
                                    

Ya es el tercer día acá en el bosque y resulta que hay una enfermedad mortal que podría afectarnos a todos en 24 horas. ¿Qué pasa si un white me
muerde y no vuelvo a casa para ver a mamá? ¿Qué pasa si termino convertida en un fantasma por el resto de mi vida? ¿Qué pasaría si nadie saldría sano de acá?
Encontramos a Jena. Para nuestra suerte ella estaba bien. Ella, Sebastian y yo decidimos hacer nuestro propio grupo para sobrevivir a cualquier ataque. No sabemos quién o cuál
de nuestros compañeros tiene la enfermedad y que aún no muerde. Tenemos que estar alertas. Por eso Sebastian fabricó unos guantes  con corteza de árbol que podrán asegurarnos un veinte por ciento más nuestras manos.

Jena decía que no podría sobrevivir así, que la mejor idea sería llamar a su padre y pedirle que nos vengan a buscar, pero nuestra misión era cuidar que nadie entre ni se fuera del bosque o la enfermedad podría trasladarse a todo el mundo.

-Remington, ¿estás seguro que vamos a sobrevivir a todo esto?- le pregunté angustiada, al verlo salir de una cabaña. El bajó la mirada.

-No lo sé, la señorita Cool ya desapareció, Monica está encerrada en una cabaña a solas y todos intentan huir, esto es un caos- sus ojos estaban húmedos, por primera vez lo veo aterrado, preocupado y sin intenciones de hacerme daño.

-¿Estás seguro que Monica fue la única mordida por la profesora?- pregunté curiosa.

-Eso creo- de repente, en la cabaña de los al lado se oyeron gritos aterradores. Un grupo de chicas salieron corriendo. Ambos nos alertamos y nos dirigimos hacia allá, para ver qué había pasado.

-¡Aléjense! ¡Me mordieron!- exclamó Andy sentado en el suelo sosteniendo su mano.

-¿Quién? ¿Quién te mordió?- preguntó Remington.

-Amanda, Amanda me mordió y salió corriendo junto con las chicas- se estremeció del dolor en el suelo.

Yo me incliné intentando hacer algo pero Remington me levantó de inmediato.

-No lo toques, te va a morder- realmente me sorprendí ¿acaso Remington me estaba protegiendo? –Hay que dejarlo, no podemos hacer nada- dijo una vez que me puse de pie.

-Perdón Andy- lo miré con compasión.

-¡Corran! No quiero hacerles daño ¡Corran!- exclamó adolorido.

Rápidamente Remington y yo salimos de aquella cabaña y la cerramos con seguridad.

-Tenemos que atrapar a Amanda antes de que muerda a alguien más- propuso. Yo asentí.

-¡Chicos! ¡Cuiden la entrada, Remington y yo volvemos enseguida! ¡Amanda está por morder a alguien!- exclamé a lo lejos intentando que Sebastian y Jena me escucharan. Pero no había tiempo, para ver si me habían escuchado, tengo que impedir que los demás se sigan contagiando del virus.

El sol se estaba poniendo y la neblina era cada vez más notoria a nuestro alrededor. El frío provocaba que nuestro aliento se convirtiera en gas atmosférico, pero de todos modos las
manos me sudaban. Estaba nerviosa, aterrada ¿Por qué mi sueño se tuvo que convertir en una pesadilla? Se supone que estuve esperando este campamento durante dos años. Y
ahora que estoy cumpliendo mi sueño, todo se arruinó.

-¡Allá está!- Remington señaló el río. Amanda huía desde el otro lado.

-¡Chicas! ¿Las mordió?- pregunté preocupada.

-¡Liama, Amanda las mordió a todas!- dijo Clarise.

-¿Y a ti te mordieron?- pregunté. Ella negó con su cabeza –Vamos.

-Los chicos no están, todos huyeron. Nos dejaron solos- dijo Remington decepcionado.

-Será mejor que vayamos con Sebasy y Jena, no nos queda otra cosa que hacer para sobrevivir que estar alerta y esperar a que todos se conviertan en fantasmas- propuse.

-¡Auxilio! ¡Ah!- se oían gritos implorando ayuda a lo lejos.

-Son las chicas- dijo Clarise aterrada.

-¡Vamos a ayudarlas!- exclamé. Remington me detuvo de inmediato.

-No, ya escuchaste a Clarise, todas fueron mordidas. Solo quedamos nosotros- me miró a los ojos. Sabía que estaba hablando en serio. Pero todo esto me preocupaba

-Pero ¿Y cómo vamos a sobrevivir? ¿Y si un white nos quiere morder?-pregunté asustada.

-Clarise, anda a buscar a Jena y a Sebastian. Y Liama, ven conmigo, en la cabaña de la señorita Cool había un arma- tragué saliva y lo seguí por detrás. El cielo estaba totalmente
nublado y necesitábamos conseguir una linterna, todo estaba oscuro.

Desde que llegué al campamento jamás creí que todo esto iba a pasar. ¿Qué clase de enfermedad es? ¿Cómo rayos se convierten en fantasmas? ¿Por qué muerden?. Quién no podría estar aterrado en situaciones como estas quedamos Remington, Clarise, Jena, Sebastian y yo sanos. Los demás fueron mordidos y la mayoría escapó dejándonos solos.

Lo único que nos queda es sobrevivir hasta mañana en la mañana y dispararle a cualquier white que intente mordernos. No importa que sea alguien querido. Los sentimientos no existen en situaciones como estas. O te salvás o te conviertes en un fantasma, no hay muchas opciones.

-Sh, creo que hay alguien adentro- susurró a mi lado. Yo lo miré confundida –Voy a abrir la puerta, seguime por detrás- asentí con la respiración entre cortada. Cierro mi puño y presiono con fuerza para calmar el miedo, la ansiedad y todas aquellas emociones que me ahogaban. En ese momento pensé en mi mama, en dónde y cómo estaría. En qué pensaría y cómo reaccionaría si yo no volvería con vida.

Remington entró sigilosamente.

-Allá hay una linterna- señaló con la mano temblorosa en medio de la oscuridad. Arriba del escritorio, a lo lejos, estaba la linterna naranja –Dentro del cajón está el arma de la que te hablé- volvió a susurrar.

-Voy por ellos, quedate en la puerta y vigila- dije adelantando mi paso.

Jamás volverán (Remington Leith)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora