1

1.2K 39 16
                                    

- ¿Me veo bien? - Pregunta Yuuki a su esposo

- Sí - responde Zero más concentrado en su celular que en su esposa

- Amor, pero ni me has mirado - reclama la mujer

- Amor, eres hermosa con lo que te pongas -

- Pero no te cuenta nada darme tu opinión, necesito saber si me veo gorda con este vestido -

- Estas embarazada - responde Zero mirando la barriga de seis meses y medio - Cariño, te ves preciosa -

Yuuki se metió nuevamente al baño y dejando la puerta abierta siguió hablando.

- Takuma dice que mi embarazo va muy bien, pero le pedí esta vez que fuera un parto programado, pero me gustaría saber tu opinión, necesito que esta vez estés conmigo en el parto, recuerda que las dos veces anteriores me tuvo que acompañar mi papá -

- ¿Y nuevamente Takuma será tu obstetra? Reclama molesto Zero

- Cariño, yo confío en él -

- No me gusta ese tipo - Rezonga Zero

- No entiendo eso, ustedes son amigos desde la infancia, siempre se encuentran en todas partes - Y saliendo al fin del baño -Toda tu vida haz estado ligado a él -

- Pero eso no me convierte en su amigo - Responde Zero guardando su celular - ¿Ya estas lista? -

- Sí, pasare a despedirme de las niñas y dejare las últimas indicaciones a la niñera antes de irnos -

- Esta bien, te espero en la cochera -

Zero y Yuuki llevaban siete años de feliz matrimonio y tenían dos hijas; Rima de seis años, María de cinco y estaba a punto de tener su tercer hijo, esta vez sería un varón. Yuuki era diseñadora de interiores trabajaba esporádicamente para algunas constructoras y organizaba los pilotos de venta, también trabajaba en una televisora diseñando los set de grabaciones, pero fundamentalmente se dedicaba a su familia, sus hijas y su esposo eran su pasión, su vida. Por su parte Zero era abogado y tenía su propio bufete, en compañía de un socio.

Esa noche la pareja iba a una celebración muy especial, el papá de Yuuki contraía matrimonio con el abuelo de Takuma, una relación que dejó a todos sorprendidos.

- ¿Te ayudo con esa corbata? - dice Kaname a su esposo - ¿Cuándo anudaras bien eso? - dice al momento que arreglaba la fina corbata de seda italiana, que Kaname le había regalado para su cumpleaños, corbata que amaba.

- Me encanta cuando lo haces tú - Y tomándolo de la cintura - Así te puedo tener junto a mí -

- Eres un sinvergüenza - dice Kaname una vez que dejo la corbata en el lugar correcto - Ahora suéltame tengo que ir a ver si ya le bajo la fiebre a Ruka -

- No te vayas - Dice Takuma tomando a su esposo por la espalda - Déjame disfrutar de tus labios -

- Pero tenemos prisa, no podemos llegar tardea la boda de tu abuelo - Se excusa Kaname

- Estas muy esquivo hoy - Rezonga molesto Takuma

- Cariño, mi celo está por comenzar, si me acerco mucho a ti no podré controlarme - Responde Kaname dejando apenas un roce en los labios de su esposo 

- Esta bien, ve con la niña -

Takuma y Kaname se conocieron en la universidad, ambos estudiaban en la misma casa de estudios, pero en distintas facultades, Takuma estudiaba medicina y Kaname leyes, pero en cuanto Takuma lo vio quedo completamente enamorado del joven doncel. Tuvieron un noviazgo muy breve, tan solo tres meses y se casaron cuando ambos estaban estudiando, la razón, un embarazo antes de lo planificado por lo que la boda se precipito rápidamente a solicitud de los padres de Kaname, que no querían por ningún motivo que su hijo fuera padre soltero, de lo contrario buscarían una rápida solución al problema. Ruka era la hija mayor y Kain el segundo hijo de tan solo cinco años, la mitad de la edad de la hermana mayor. Takuma trabajaba como jefe de obstetricia en una prestigiosa clínica y Kaname era socio de Zero en el bufete de abogados.

Takuma entró al cuarto de su hija, la cual quedaría al cuidado de Juuri, su suegra.

- Gracias por venir a cuidar a los niños - dice el esposo

- Para mí es un placer cuidar de los angelitos - Responde la mujer con Kain en sus brazos

- Mamá, cualquier cosa me llamas por favor - Dice Kaname

- Tranquilos, vayas y pásenlo bien -

- Gracias, suegrita, usted es la mejor - Dice zalameramente Takuma, besando una de las mejillas de Juuri

La ceremonia había sido toda lo melosa que se suponía que sería, el amor se respiraba por todos lados. Kaien Cross un hombre maduro de 45 años, doncel y aún fértil se había casado con Asato Ichijou un hombre también maduro de 68 años, pero completamente activo y muy jovial, tanto que ya tenía al ex Cross esperando a la cigüeña.

- Yuuki hija, si estas cansada puedes subir a la habitación - dice el papá al verla un poco indispuesta

- No, papá, es tu habitación de bodas -

- No, hija, Asato rento otra habitación, para que puedas descansar si tú lo necesitas - Responde el ex Cross

- El que debería descansar eres tú, no quiero que nada malo le ocurra a mi hermanito -

- No hables tan alto, hija, que Asato aún no lo sabe, ese es mi regalo de bodas para él -

Mientras padre e hija hablaban, Kaname que estaba en la misma mesa que ellos, bebía abundante agua, su celo había comenzado en el peor momento. Takuma como único familiar de Asato estaba muy liado con los invitados y quizás faltarían muchas horas para volver a casa.

- Kaname ¿Qué sucede? - Pregunta Yuuki al verlo tan extraño

- Nada, estoy bien -

- ¡Dios comenzó tu celo! - Dice la castaña

- Sí y los medicamentos no están surtiendo efecto -

- Papá, ¿Por qué no le damos la habitación a Kaname? - Pregunta Yuuki

- Claro, es la 503, en el quinto piso - dice Kaien entregándole la llave a Kaname 

- Gracias - Responde el doncel, pero cuando intenta levantarse sus piernas flaquearon y de no ser por Zero, que volvía de ir a buscar unos tragos, se hubiere estrellado en el suelo

- Amor, lleva a Kaname a la habitación, él esta comenzando con su celo, es peligroso que se quede en la fiesta - Dice Yuuki

- Por supuesto, yo me encargo. Vuelvo en un momento -

Cuando ambos hombres se fueron Kaien miró a con cierto recelo a su hija.

- ¿Qué pasa papá? -

- No te parece arriesgado pedirle a tu esposo, un alfa joven, que se ocupe de un doncel en celo -

- Papá, ellos son como hermanos, despreocúpate. Además Zero solo tiene ojos para mí - Responde sonriendo la mujer

AMANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora