AMANTES

15

La vida de Zero tras la muerte de su hijo, se vino cuesta abajo, al año Yuuki le pidió el divorcio y este acepto todos los términos que la castaña impuso, se mudó a un pequeño departamento y conservo su bufete, cada 15 días veía a sus tres hijos. Pero a Kaname no lo volvió a ver.

Una tarde cualquiera en la que terminaba de hacer algunos trámites en la corte se encontró con Aidou, este se vía más adulto, no en vano habían pasado siete años. No supo si acercarse al rubio o no, pero cuando vio que el mismo Aidou se acercó a él, comenzó a ponerse nervioso.

- Hola, Zero - le saludo con excesiva confianza en sí mismo el rubio - ¿Qué te comió la lengua el gato? -

- No - dice Zero enseñándole su lengua

- No te parece muy infantil de tu parte -

- Lo reconozco, es infantil, pero es lo que hace Senri cuando le dicen eso -

- Tu hijo. Ya debe ser todo un muchachito -

- Sí, tiene siete años - responde con nostalgia Zero

- ¿Te puedo invitar un café? - dice Aidou - Aquí a la vuelta hay un Starbucks, me muero por un capuchino late -

- Está bien - responde Zero

- Ahora si te quito mucho tiempo, podemos dejarlo para otra -

- No, tranquilo no tengo nada que hacer, el bufete lo maneja Sara mucho mejor cuando no estoy yo -

- ¿Sara? ¿La becaria? -

- Sí, la misma - sonriendo con tristeza - Al final fue la única que se quedó a mí lado -

- ¿Duermes con ella? -

- No, duermo con un gato -

- ¿Un gato? - y sonriendo con burla - Gran cambio -

- Yuuki me pidió el divorcio -

- Entonces lo perdiste todo -

- No, Yuuki fue muy buena conmigo a pesar de yo fui una mierda con ella, me quedé con el bufete y no me cobró indemnización, ni pensión para los niños. Así que tome mis ahorros y di el enganche de mi departamento y cada quince días recibo a los chicos en casa -

- Divorciado, no me lo puedo creer -

- Ni yo, pero fue lo mejor -

Aidou se lo quedo viendo mientras mecía su vaso de café. No podía creer lo cambiado que estaba Zero, no era ni la sombra de ese hombre avasallador que lo había cautivado en su juventud.

- Me caso - dice Aidou sonriendo de medio lado

- Felicitaciones -

- No es como tú en la cama, pero me quiere mucho y yo lo amo -

- Pues me alegra saber que eres feliz -

- Me costó mucho, lloré semanas enteras. Te amaba tanto que no quería salir ni de la cama, pero... -

- Lo siento -

- No te disculpes, no fue tu culpa, Zero siempre fuiste honesto conmigo. Yo... Yo solo era un polvo nada más, nunca me hiciste ninguna promesa, por que sabías que no la podías cumplir -

- Aidou - dice Zero tocando las manos del rubio - Perdón, yo sabía lo que sentías por mí y dejé que siguieras a mi lado. Fui un cretino contigo. Lo lamento -

- Está bien, ahora estoy bien - Y zafandose de las manos de Zero - Te he visto muchas veces en la corte -

- ¿En verdad? Yo no te había notado -

- Lo sé me oculto muy bien -

- ¿Por qué no te ocultaste hoy? -

- Necesitaba saber si aún siento algo por ti. Me caso en una semana y no quiero mentirle a él -

- Y ha servido vernos -

- Sí -

- ¿Te vas a casar? -

- Sí, al fin te he superado. Al fin estoy libre de ti - sonríe Aidou - ¿Cuando tú superarás a Kaname? -

- Nunca. Nunca dejaré de pensar en él -

- ¿Por que no das la pelea? -

- Por qué él es feliz con Takuma, tienes cuatro hijos, son una familia feliz o eso me contó Asato -

- ¿Crees que Kaname es feliz, al lado del hombre que prácticamente asesinó a su bebé? - Y mirando fijamente a Zero - Yo no tengo hijos y jamás los tendré, pero no perdonaría jamás al asesino de mi bebé -

- Ese eres tú, Kaname es omega, tiene una forma de pensar muy distinta a la tuya -

- Lo sé. Me lo encontré hace unos años, creo que fue después de que nació su tercera hija. Zero no te engañes, Kaname no es feliz con Takuma y lo peor es que tú lo sabes -

- Entonces es que soy un cobarde -

- No es como te recuerdo -

- Es como soy ahora, lamento decepcionarte - responde Zero levantándose de su asiento dejando atrás a Aidou.

Takuma terminaba su turno en la clínica cuando recibió un llamado de urgencia.

- Sí, no hay problema iré de inmediato ¿en que hospital está? - dice tomando un lápiz para apuntar - correcto, estaré en diez minutos allí, y avisarme en caso de cualquier cosa -

Una de las enfermeras se acercó a Takuma, al verlo tan nervioso.

- Doctor Takuma ¿Esta bien? ¿Le puedo ayudar en algo? -

- Muchas gracias, pero todo está bien -

Takuma salió con prisa en dirección a un hospital, era la dirección que la mujer que le había llamado le había dado.  Al llegar a la sala de espera de la encontró.

- ¡Yori! ¿Cómo está? ¿Qué le ha pasado? -

- Fue un accidente, normalmente se queda en la habitación, jamás había salido a jugar a los patios, los perros no lo reconocieron y lo atacaron -

- ¡Sí algo le sucede, tú serás la responsable! - grita molesto Takuma

- El médico dijo que no era tan grave -

- Más te vale que sea verdad -

Después de una hora el pequeño niño de siete años fue dado de alta, Takuma al verlo ya consciente, se acercó a Yori quien sostenía al pequeño.

- Los llevaré a casa - dice Takuma

- Gracias, señor - Dice Yori subiendo al lujoso automóvil

Una vez en la casa de Yori, Takuma entró en la habitación del pequeño Ichiru.

- ¡No vuelvas a ser un niño malvado! - dice Takuma al niño

- Lo siento, papá -

- ¡Te he dicho que no me llames así! ¡No soy tu padre! ¡Eres un bastado sin familia! Sabes tus padres tienen otros hijos, a los que aman, no como a ti, que ninguno de tus padre te quiso -

- Lo sé, seré un niño bueno - lloraba el pequeño - Prometo que seré bueno -

- Está bien de lo contrario, yo también te abandonaré - dice Takuma levantando el rostro del pequeño peliplateado.