AMANTES

21

Zero salió corriendo de la habitación vacía, Kaname no estaba y eso lo tenía en un estado de pánico, lo primero que vino a su mente fue que Takuma se lo había llevado. Yuuki que siempre había sido más serena y analizaba las situaciones con mayor elocuencia que su ex-esposo llamo a su casa para corroborar que los niños estuvieran allí, le dijo a Ruka que no permitiera que ninguno de los chicos saliera ni a la terraza para evitar algún peligro.

- Pediremos ayuda a seguridad - dice Yuuki caminando en dirección a la oficina de los guardias

- Debe ser Takuma -

- No lo podemos asegurar, pero tampoco se puede descartar nada, pero cálmate. En ese estado no sirves de nada -

- Pero... -

- ¡Te calmas o te devuelves a tu departamento! -

Zero se sintió un completo idiota, él que siempre había sido mesurado ante todo en la vida, ahora estaba perdiendo los estribos y la angustia no lo dejaba pensar con claridad.

Horas después de la desaparición de Kaname, el castaño estaba en una cabaña en medio de un bosque, un lugar desconocido para él.

- Siempre supe que nuestro matrimonios terminaría mal - dice el castaño al momento que jaloneaba el cabello del rubio - Desde hace muchos años que descubrí la cara más fea de tu podrida personalidad, pero tú no conoces la mía -

Takuma estaba atado a una silla, la misma que él había preparado para su esposo, amordazado y con su nariz rota y sangrando por un corte en la ceja producto de la fuerte pelea que había sostenido con Kaname.

- Quiero saber dónde está mi hijo -

Takuma no podía hablar, físicamente era imposible con esa tela en su boca.

- Te desatare la mordaza y me vas a decir todo -

Kaname lo desató y mirándolo como un águila a su presa lo tomó del cabello y levantó la cabeza de quién por años le había maltratado.

- Vamos, habla de una puta vez -

- La única puta aquí, eres tú -

- Takuma, acaso no te das cuenta de tu posición - y volviendo a tirar del rubio cabello de su esposo - Si quiero puedo matarte en este mismo instante -

- Si haces algo así, te pudieras en la cárcel y no sabrás ¡Jamás donde está tu bastardo! - y sonriendo con ironía - Vamos, amor, mátame -

- Tendrás que hablar, por que no te dejaré salir de aquí, hasta que yo tenga a mi hijo conmigo -

- Está bien, me confirmaré con ver tu cara llena de desesperanza -

Kaname furioso y con sus ojos llenos de lágrimas golpeó a Takuma haciéndolo caer con silla y todo, y antes de terminar matándolo decidió salir un momento de la cabaña.

- Quiero hacer pipi- dice Ichiru

- ¡Te aguantas! - dice Yori caminando a toda prisa y arrastrando al pequeño

- Pero ya no puedo, por favor -

- ¡Demonios! Por suerte me libraré de ti pronto -

Con su usual poco tacto Yori volvió a tirar del niño y lo empujó hasta uno de los baños de la estación de trenes. Las personas que la vieron no pudieron evitar sorprenderse al ver como ese niño de dulce expresión era tratado por la mujer, como tampoco pudieron no ver las marcas de los golpes que el niño llevaba en su piel.

- ¡Date prisa, maldita bestia! - gritó Yori desde afuera del baño

Una mujer mayor de largos cabellos plateados que había visto todo y que no se pudo resistir se acercó al niño, cuando esté lavaba sus manos.

- Hola - le dijo inclinándose para estar a la altura del niño

- Hola - le respondió Ichiru sonriéndole

- ¿Cómo te llamas? -

- Ichiru -

- ¿Qué te sucedió en el rostro? - preguntó rozando esas horribles marcas que el niño tenía en más de la mitad de su pequeño rostro

- Fui un niño malo, pero ya no lo seré más -

La mujer se conmovió al escuchar eso, sin duda si el niño era travieso no era una justificación para el maltrato del cual seguramente era objetivo.

- Me tengo que ir, adiós, señora -

Cuando Ichiru salió, Yori lo tomo con fuerza del cabello.

- Te dije que te apresuraras ¿Por qué tardaste tanto? -

- ¡Perdón! ¡Seré bueno, lo prometo! -

- Nunca serás bueno, porque eres una criatura maldita -

La mujer que había escuchado todo desde la entrada del baño se aproximó a Yori y con una mirada llena de indignación se presentó.

- Buenos días -

- Buenos días - respondió confundida, no conocía a la mujer

- Usted es la madre del niño -

- Eso a usted no le interesa -

- Se equivoca - y sacando se identificación del bolsillo de su chaqueta - Mi nombre es Shizuka Hio, policía. Usted me acompañará a la delegación -

- No he hecho nada, como para ir detenida -

- El maltrato infantil es un delito. Así que me acompaña sin escándalos o me la tendré que llevar a la fuerza -

Yori no fue capaz de reaccionar por lo que pronto llegó el colega de Shizuka, un hombre de cabellos castaños y ojos bicolor. Quien tomó a Yori y la llevo casi a la fuerza hasta la camioneta en la que pareja de policías se movilizaba, mientras Shizuka tomaba de la mano al niño que miraba asombrado todo lo que estaba pasando.

- ¿Por qué papá está en la clínica? - pregunta Kain a su hermana mayor - ¿Qué está pasando? ¿Por que nuestros padres terminaron así? Sé que tú lo sabes todo -

- Kain, no creo ser yo la indicada para contarte todo esto -

- Aún recuerdo que nuestros padres eran la pareja perfecta. Pero todo cambio después de la muerte de nuestro hermanito. Siempre pensé que papá Takuma culpaba a papá Kaname por ello y que a raíz de eso eran sus peleas. Pero hace unos meses escuché que nuestro padre se refería a ese niño como "bastardo", lo que me dio a pensar que quizás ese hijo no era de mi padre - Ruka bajo la mirada, quizás era hora de hablar con la verdad con su hermano

- No lo era, ese niño es de... -

- De mi padre - dice Rima quien estaba junto a la puerta de la habitación que ocupaban Kain y Senri

- Rima - dicen los hermanos Ichijou sorprendidos

- María y yo lo sabemos hace un tiempo. Mamá nos contó la verdad -

Fue así como Rima y Ruka le contaron la verdadera razón por la cual el matrimonio entre Takuma y Kaname se había ido a la basura a Kain.