AMANTES

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El tiempo fue pasando rápidamente, Kaname ya tenía tres meses cuando finalmente las cosas en su matrimonio se arreglaron, Takuma había accedido a que Kaname pudiera dar buen termino a su embarazo y no solo eso, el rubio también había accedido a que Kaname pudiese conversar a ese hijo. Lo harían pasar por un hijo más del matrimonio. Kaname estaba feliz, muy feliz y los niños también, tendrían un nuevo hermanito. Lo que sí cada día Kaname salía menos de casa y cuando lo hacía era en compañía de su esposo, fue dejando los últimos casos que llevaba y termino recluido en su casa.

El castaño estaba tan agradecido por el gesto desinteresado de Takuma, que prontamente el castaño convirtió a Takuma en una especie de divinidad, su madre estaba muy preocupada, Kaname era un omega sin voluntad propia, todo en su nueva vida giraba en torno a su esposo, y eso asustaba a la mujer, cuando compartió sus inquietudes con su esposo, este le dijo que al fin su hijo se estaba comportando como un verdadero omega, como siempre debió ser y que no interviniera más y menos sabiendo que Kaname había cometido un error tan imperdonable.

Kaname ya estaba con cinco meses cuando Asalto decidió celebrar el cumpleaños de su esposo, como era natural toda la familia de Takuma asistió al igual que la de Yuuki.

- Este bebé es precioso - Dice alegremente Kaien, con su nieto en brazos - Es una lastima, hija, que ustedes no vayan a hacerme abuelo nunca más -

- Papá, eso ya lo hablamos - dice Yuuki sonriéndole a su papá

- Pero no te preocupes, Kaien - dice Takuma bebiendo de su copa - Kaname y yo te daremos un montón de nietos más -

- Ustedes aún no esperan que nazca ese bebito y ya están pensando en fabricar otros más - dice Yuuki muy divertida.

- Ya sabes, Yuuki, eso pasa cuando estás cada día más enamorado de tu espisito - ríe Takuma besando una de las mejillas de Kaname.

La celebración fue muy tensa, Kaname era incapaz de mirar a Zero o de hablarle, lo que dejó a Yuuki muy intranquila. ¿Qué estaba pasando entre ellos? No podía ser por la sociedad, ella recordaba claramente todas las complicaciones que tuvo Kaname en su embarazo anterior, por no dejar de trabajar como un loco y no cuidarse lo suficientemente, de puro milagro tanto Kaname como Kain habían sobrevivido, su esposo no podía ser tan idiota como para enojarse con Kaname por no querer repetir la historia.

- ¿Ya saben que será el bebé? - pregunta Kaien a Kaname

- No, Takuma quiere que lo descubramos en el nacimiento - responde tímidamente el castaño

- Pero eso es absurdo, si Takuma es tu médico es obvio que él sabe - Dice Yuuki

- Es mejor así - dice nuevamente Kaname

- En realidad no importa lo que sea, mientras sea un bebé sano y fuerte - sonríe Yuuki

- Sí - responde tímidamente Kaname que al ver que Zero se acercaba a ellos, se puso de pie y salió en búsqueda de Takuma

Cuando Kaname y Takuma volvieron a casa, el rubio ni siquiera le hablaba a su esposo, el médico estaba furioso, si bien Kaname no le había dirigido la palabra a Zero, este no podía evitar estar muerto de celos y descargó toda esa frustración que sentía contra su esposo, sólo se detuvo cuando Ruka corrió a proteger a su papá.

La niña nunca había visto a su padre ser violento con nadie, por lo que fue un shock para ella, ver como Kaname caía al suelo tras ese golpe de puño que Takuma le había dado.

- Perdón, yo no quise...- decía el rubio al ver la indignación en ojos de su hija.

- ¡Papi, papito! - le llamaba Ruka a un inconciente Kaname

Seiren que desde la cocina había escuchado los gritos de la niña se apresuró a ayudarla y una vez que Kaname recuperó la conciencia lo llevaron a la habitación.

Ese sería el primer hecho de violencia en casa de los Ichijou, pero no sería el último.

Yuuki terminaba de cepillar su cabello mientras observaba a su esposo desde el espejo de su peinador.

- Algo no va bien en el matrimonio de Kaname - dice la mujer

- ¿Por qué lo dices? - pregunta medio nervioso Zero

- No lo sé, llámalo instinto o intuición. Pero la mirada de ellos a cambiado, Kaname perdió el brillo de sus ojos, lo noto triste y a Takuma también además que tiene un aura diferente -

- ¿Aura? -

- Sé que no crees en eso, pero es como si estuviera constantemente enfadado - y volteando a ver a su esposo - Y tu mirada también a cambiado -

- ¿Y yo que tengo que ver? -

- No lo sé, pero también veo tristeza y rabia -

- Estás cada día más rara, mujer -

- No sé que pintar tú en esta historia, pero  algo tienes que ver o sabes. A mí, tú no me engañas - dice Yuuki

- Estás cada día más loca - Dice groseramente Zero dándose la vuelta para dormir.

A dos semanas del cumpleaños Yuuki tuvo que llevar a su bebé al doctor por lo que no pudo ir a buscar a sus hijas a la escuela, razón por la cual las niñas terminaron en casa de Kaname.

- Gracias por tu ayuda - dice Yuuki a Kaname, quien ocultaba parte de su rostro con su largo flequillo

- No es nada, además Kian y Ruka estaban felices jugando con ellas -

- Kaname, ¿Qué tienes? ¿Qué te pasó en el ojo? - pregunta la mujer levantando el cabello de Kaname.

- Fue un accidente, pero ya estoy bien -

- ¿Un accidente? -

- Sí, me golpeé con una puerta, fue una tontería - responde nervioso Kaname

- Ten más cuidado -

- Sí, lo tendré - sonríe Kaname y acomoda su cabello para cubrir el golpe

- Si necesitas ayuda, solo pídela, sabes que no estás solo - dice la mujer tomando una de las manos de Kaname

- No es necesario, creo que te estás creando ideas equivocadas, aquí todo marcha bien - y mirándola lleno de culpa - Pero gracias por ser tan buena con alguien como yo -

- ¿Por que dices algo así? - pregunta la mujer

- Porqué yo no merezco tenerte como amiga - y sin poder evitarlo se abrazó fuertemente de Yuuki.