2. Callejón diagon

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Entramos al bar y fuimos a un pequeño patio donde había un pared de ladrillos, el profesor Dumbledore tocó unos ladrillos y ante nuestros ojos apareció una calle llena de magos y brujas muy ajetreados buscando cosas. Realmente no se si se trataba de la realidad o simplemente era un montaje de el señor este, los magos y brujas solo existían en los libros...

- Primero tenemos que ir al banco de Los magos, Gringotts, allí sacaremos algo de dinero para vuestras compras - dijo dirigiéndose a un lugar un poco torcido.

Al entrar el gran vestíbulo nos dio la bienvenida, a nuestros laterales había pequeñas criaturas trabajando, todas parecía ocupadas y sus caras daban algo de miedo, parecía que todos estaban enfadados, llegamos al fondo y cuando hicimos acto de presencia uno de los duendes con gafas nos miro de reojo.

-Buenos días- saludo educado Albus

-Déjese de formalidades y dígame que es lo que quiere, no tengo toda la mañana y hoy es un día ajetreado- dice sin separar los ojos del papel que estaba escribiendo.

-Veníamos a sacar algunos galeones, cámaras 618 y 587- indica

El duende nos da una llave y nos guía a una camioneta la cual no parece muy segura, el viaje fue un poco movido pero conseguimos salir vivos de allí.

A la salida del ''banco'' poseíamos dos bolsas repletas de lo que allí debía de ser dinero, eran unas monedas doradas, por lo que nos explico 1 galeón son 17 sickles, y un sickle son 29 knuts.

- Iré a por vuestros libros y túnicas, vosotros id a esa pequeña tienda allí comprares vuestras varitas - dijo, y me fui con Tom a la tienda que nos indicaron.

-esto parece surrealista- digo cuando pierdo de vista a Dumbledore

-Lo es, todo parece un sueño pero por lo menos podremos tener vida ''normal'' y no estar encerrados en un sitio que apesta- contesta de vuelta

-No te lo niego, en cualquier lugar se esta mejor que en un orfanato-

Al llegar vimos que por la vitrina exponían una variedad de varitas, en el cartel ponía Ollivander, fabricante de varitas, entramos y una campanita sonó advirtiendo de nuestra presencia.

Un hombre mayor salió de entre todas aquellas estanterías repletas de pequeñas cajitas enumeradas.

- Alice Blair y Tom Riddle, sabía que vendrías, nuestra primera varita imagino no? - ninguno de los dos se paro a preguntar como sabia nuestros nombres, simplemente nos limitamos a asentir y dejar que nos diera instrucciones sobre lo que debíamos hacer.

- Quién irá primero?- pregunta, nos miramos sin decir nada, realmente nos daba igual.

- Yo mismo- dijo Tom.

-Bien, bien, a ver...- se acercó a una pila de cajas y saco una con cuidado - prueba está, 25 cm,  madera de espino,  núcleo de pelo de unicornio-

El la sacudió y rompió una ventana, la dejo rápidamente en el mostrador y Ollivander saco otra.

- 34 centímetros y cuarto,  Tejo, con un núcleo de pluma de fénix-
La probó y desde la punta emergió una luz roja la cual se fue desvaneciendo en chispas de colores
- Parece que está será la elegida- dice y me mira a mí - Te toca Señorita Blair.

Di un paso adelante no muy segura de lo que estaba haciendo y él tomó las mismas medias que tomo con Tom.

- Bien, bien, prueba está, 30.48 cm , madera de fresno, núcleo de pelo de unicornio - la cogí con seguridad y le di unas vueltas en el aire, como consecuencia la lampara del mostrador estallo.

- p-p-perdón- digo soltando la varita y disculpándome con el hombre

-No te preocupes pequeña, en este local estamos acostumbrados a roturas, quemaduras y daños múltiples- dice mientras sigue buscando otra caja, a los pocos segundos desliza una caja y la vuelve a dejar a mi alcance.

- Es extrañó, pero intentémoslo, 36 cm, madera de Acacia y pluma de Fénix- la agite y sentí que un viento dorado me rodeaba.

- Perfecto, pues ya estaría - dijo alegre, le pagamos al señor Ollivander y salimos.

Allí ya nos esperaba el profesor Dumbledore, con los libros, calderos, túnicas y todo.

-Ya tenemos todo lo que necesitareis para el curso escolar, pero antes de irnos me gustaría que entrarais a esa tienda de allí- señala un lugar blanco que resaltaba entre todos los demás.

-Es una tienda de animales- explica

- Podemos ir a ver las mascotas entonces?- pregunto.
- Esa es la idea señorita - dijo y nos dirigimos a una pequeña tienda.

Paseamos dando una vista superficial a todo, Tom no tardo en comprar una lechuza negra, pero yo seguía mirando, no encontraba nada que llamase mi atención, hasta que una pequeña criatura hizo que mis ojos se quedaran fijos , era una serpiente, metí mi mano en la jaula y esta se enrollo en mi brazo.

- nunca va con nadie, que raro- dijo la dependienta - Tiene un año y hasta ahora todo el que ha intentado lidiar con ella a salido bueno con alguna mordedura.

-A mi me agrada- la pequeña estaba dando vueltas por mi brazo y hombros parecía entretenida

-Desde luego nos vendría bien venderla, lleva ya mucho tiempo aquí-

-Que no se diga más, me la llevo- digo sacando mi bolsita con oro

-Muchas gracias, ven métela aquí para que sea más fácil transportarla- dice abriendo una pequeña jaula de metal con distintas rocas y ramas que decoraban el interior.

Ella misma sale disparada y se queda tranquila enrollada en una de las decoraciones.

-Ahora si que estáis preparados para ir a Hogwarts- dice contento Dumbledore - aunque tendré que discutir lo de la serpiente con el director, no se si le va a agradar mucho la idea...

Cuando volvemos a retomar la marcha miro a Tom

-Ya has pensado nombre para tu serpiente?- me pregunta

-Pues la verdad es que todavía no, más adelante se me ocurrirá, y tú?- digo sincera

-yo tampoco había pensando en ninguno pero quizás la deje sin nombre-

-¿!como vas a dejarla sin nombre?!, y cuando tengas que llamar a tu lechuza que dirás ''sin nombre ven aquí''- comienzo a reírme por lo que acababa de decir y Tom no tarda mucho en unirse a mi risa.

-Esta bien pensare algo-

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Attn: María 💜🌈

Por ella... ( Tom Riddle) (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora