05:30 am.

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Jared-

—Jared —escucho distante —¡Jared! —siento que me sacuden despertándome.

—¿Qué sucede? —paso una mano por mis ojos.

—¿Podrías quitar tu brazo de mi cintura? Quiero ir al baño —pide.
Levanto el brazo rápidamente y ella se levanta.

¿Cuándo coloque el brazo ahí?.

—¿No podías ir si no levantaba el brazo? Solo tenías que empujarlo.

—Lo intenté pero cada vez te aferrabas más a mí cintura —dice desde el baño —Parecía cómo si no quisieras dejarme ir.

Aún estando inconsciente no quiero que se aleje de mí. Quizás no debería de hacerlo.

Es la primera vez en toda la noche en que considero quedarme. Así realmente podré despertar a su lado y no soñar que que lo hago.

—¿En qué piensas? —desvió mi atención a ella.

—¿Perdón?.

—Te pregunté "¿Qué piensas?" —repite.

—¿Volviste hablarme y no te presté atención?.

—No. Solo estabas mirando al techo con los ojos realmente abiertos, cómo si tuvieras una revelación —se burla.

Quizás si tuve una revelación.

—Disculpa por no haber quitado el brazo antes.

—Tranquilo. No estabas consciente, no puedo culparte por eso. Aunque si me hubiera orinado en la cama, tú ibas a lavar las sábanas —amenaza haciéndome reír.

—¿Por qué lo haría yo? Tu fuiste quién se orino.

—Pero fue porque me agarrabas muy fuerte.

—Hubieras apartado mi brazo con la misma fuerza que empleaste para golpearme —recuerdo.

—¿Quieres otro golpe? —levanta el puño.

Sostengo su mano y la jalo hacia mí.

Katherine cae en mi pecho, tomándome por sorpresa.

Tranquilo, no pienses en cosas morbosas. Ignora el hecho de que sus pechos están pegados al tuyo, y qué usa una pijama un poco ligera, la cual podrías quitar en cuestión de segundos. Pero claro, solo si quisieras hacerlo.

¡Claro que quiero hacerlo!.

—Disculpa, no fue mi intención —se levanta rápidamente. Exhaló relajado.

La tentación se ha levantado. Es más sencillo mantener los pensamientos al margen, cuando la tengo a centímetros de mí.

—No, yo fui quién te empujó. Fue mi culpa —me siento.

El ambiente se puso incómodo en un instante.

¿Se habrá dado cuenta?.

—¿Te molestó que cayera en tu pecho?.

—¿Por qué piensas eso?.

—Te pusiste rígido a penas caí.

Intentaba controlarme para no perder la cordura. Pero por supuesto, eso no lo voy a decir.

—Hay una explicación razonable para ello, que preferiría no decir.

—Dime —exige.

—Eres demandante ¿Lo sabías?.

—Si. Ahora dime.

Sonrió. ¿Cómo debería decirle de manera decente que no quería que estuviera mucho tiempo en mi pecho porque se podría dar cuenta de mi erección?.

03:15 AM [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora