08:30 am.

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Jared-

Última llamada para el vuelo 3015. Por favor abordar por la puerta 12.

Revise mi boleto. No, no era mi vuelo. Ando tan distraído que a pesar de saber que mi avión sale a las 9 y es el vuelo 2016 no he podido controlar las ganas de cerciorarme. Los nervios van a acabar conmigo, incluso estoy tentado a devorar mis uñas de las manos como si no hubiera mañana.

Me acomodo en la silla tratando de relajarme.

Pues me encuentro justo aquí, a un paso de mi futuro, replanteando por décima vez desde que llegué aquí, si realmente esto es lo que quiero. Y todas han tenido la misma repuesta.

No puedo simplemente mandar a Lindsay a la mierda y volver con Katherine; pero tampoco puedo hacerle lo mismo a ella. Estoy divido a la mitad y no tengo ni puta idea de cómo solucionarlo.

Pero no dejo de pensar en cómo será mi vida si escojo a Lindsay, de alguna manera pondré en pausa todo lo relacionado con el romance e intentaré actuar de la mejor manera que estoy enamorado de ella, actuaré como si ella fuera Kat. Pero que pasará cuando los años transcurran ¿Querrán que tengamos hijos? No sería capaz de condenar a unos niños inocentes la farsa que llevaríamos por vida, pero de encontrarme justo en la situación en la que estoy ahora, sé que no tendría otra opción y de ser así lo haría.

En cambio, si el panorama cambiará y la persona con quién compartiera el resto de mi existencia fuera Kat, sería infinitamente feliz. Las sonrisas, los besos, las caricias, cada jodido instante sería genuino. De solo imaginarlo una sensación de calma inunda mi pecho, esto es lo que debería sentir al pensar unir mi vida a la de alguien más.

De solo recordar lo hermosa que luce al sonreír, la calidez de su risa y lo perfecto de su mirar, ponen a mí corazón a bailar. Recordar cada segundo de esta noche me hace darme cuenta que prefiero pasar el resto de mi vida compensando mi error, que abordar ese avión.

Entonces ¿Qué hago aquí? Debería estar junto a ella ahora, arrodillado implorando su perdón.

Me levanto de la silla y camino hacia el estacionamiento.

Está vez decido no dejarla, la escojo a ella, de eso estoy seguro.

Los pasajeros del vuelo 2016 con destino a los Ángeles, abordar por la puerta 16 —me detengo.

Ese es mi vuelo.

Sujeto el boleto en mi mano.
Lo siento Lindsay pero ya tomé mi elección. Escogí ser feliz.

Arrojo el boleto a la basura y reanudó mi camino.

Al menos debería llamarla para darle una explicación de porque no apareceré. Después de todo lo que hemos pasado ella merece una explicación, ya que podría decirse que la dejaré plantada en el altar.

Marco su número en mi teléfono. Respondo al primer timbrazo.

—Tengo que decirte algo —me apresuró a decir —No iré a los Ángeles, lo siento. He decidido dejar de ser un cobarde, dejar de poner excusas y arriesgarme a luchar por Katherine ¿Recuerdas aquella noche que hablamos de lo miserable que éramos? Como queríamos tener una oportunidad para cambiar nuestras lecciones. Pues esta es mi oportunidad, y no pienso desperdiciarla —digo seguro —. Así que lo siento, debo ser un pésimo amigo justo ahora pero no quiero pasar el resto de mi vida como tu esposo —ella ríe —, quiero pasar el resto de mi vida como tu mejor amigo.

No tienes que seguir pidiendo disculpas, en cambio me alegra que por fin te hayas decidido a luchar por lo que quieres. Y tienes razón, hemos puesto millones de excusas para no darnos cuenta de la verdad, y es que teníamos miedo; miedo de decepcionar a los demás, de arriesgarnos, de ser rechazados, pero eso se acabó. Antes de que llamarás ya había cancelado la boda.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?.

A noche cuando te envié ese mensaje me sentí despiadada y egoísta, no podía arrastrarte conmigo. Así que hablé con mis padres y les conté toda la verdad, lógicamente los decepcionó, pero en ese momento no me importó, la única persona que no quería decepcionar eras tú. Aunque no lo dijeras, tenías fe en mí, en qué yo nos sacaría del agujero en que había convertido nuestras vidas, te lo debía.

—¿Qué sucedió? ¿Cómo reaccionaron?.

Justo cómo creí que lo harían. Me sacaron de la herencia, quitaron todo lo que me habían dado y sólo me dejaron llevarme mi ropa.

—Tuvo que haber sido difícil para ti.

Lo fue, pero cuando salí de la mansión en vez de sentir que mi mundo se caía a pedazos, como pensaba que pasaría, me sentí totalmente libre. Fue un poco extraño pero me siento muy calmada ahora. Además estoy segura que mis padres me perdonarán tarde o temprano.

—¿Te quitaron la herencia por enamorarte de alguien que no es rico?.

Lo hicieron por haber actuado como una niña inmadura, por incluirte en la mentira y montar un espectáculo por tantos años —reímos —. Creo que me sacaron para que lo componga en cierto sentido.

—Pienso igual que ellos —bromeó —¿Por qué no me habías llamado para avisarme de esto? Soy el novio, tenía que saber que ya no habría boda.

Eras el novio —recalca —. Richard me lo prohibió, quería saber cómo ibas a actuar en esta situación. Parece que le afectó mucho que dejarás a Katherine la primera vez y dijo algo que quería que está vez estuvieras seguro de que no ibas a huir y a dejarla.

Verla destruida la primera vez no tuvo que ser sencillo para él, no saber que hacer o que decir. Imagino que debe de estar así justo ahora, pero esta vez regresaré a ti.

Abro la puerta y subo al auto.

Por favor no vayas a matarlo —la voz de Lindsay me devuelve a la realidad —Lo hizo de corazón, y yo lo apoyé. No queríamos que estuvieras con ella por descarte, queríamos que la eligieras por amor —rió.

—Los entiendo. Gracias por estar ahí para mí.

Lo mismo digo —rié —. Gracias por ser un excelente amigo, más de lo que deberías. Ahora ve por ella.

—Lo haré —sonrió sinceramente —Te amo.

Y yo a ti —cuelga.

No puedo evitar mirar el teléfono y pensar en lo mucho que le debe haber costado a Lindsay esa decisión. Tendré que hablar con ella y disculparme correctamente.

Pero ahora tengo que buscar a Katherine, sin desperdiciar un solo segundo.
Ya la hice esperar tanto por mi... No creo aguantar un minuto más separado de ella.

Miro las llaves con sincera alegría, tanto que no puedo evitar sonreír.

Mis ojos empiezan a picar llenándose con el deseo de derramar una lágrima de profunda felicidad.

La vida tiene una manera extraña de colocar cada cosa en su lugar, no obstante, me alegra descubrir que el mío es junto a ese par de ojos que me hacen soñar despierto.

Enciendo el auto totalmente esperanzado.

Sin importar cuánto me cueste, te prometo que está vez no te dejaré ir.

03:15 AM [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora