05:30 am.

21 8 0
                                    

Katherine-

¡Está vez voy a lograrlo!.

Me acerco cada vez más a la orilla de la cama. Un poco más y podré lanzarme al suelo, cualquier cosa es mejor que orinar la cama.

Pues si no logró aguantar, Jared nunca olvidará está noche. Quedará marcada en su memoria como el día en que mis riñones no pudieron retener el líquido por más tiempo.

Coloco una mano en el suelo y bajo una pierna. ¡Si! ¡Lo estoy logrando!.

El brazo de Jared me sujeta con fuerza atrayendo mi cuerpo al suyo.

¡No! ¡Estaba tan cerca!.

Estiró la mano tratando de alcanzar la orilla para un quinto intento, sin embargo, no llego hasta allá.

Está vez me jalo mucho más cerca de su cuerpo. ¡Estúpido Jared!.

Tendré que volver al plan A.

—Jared —se mueve —¡Jared! —lo sacudo.

—¿Qué sucede? —dice ronco.
¡Qué voz tan sexy!.

—¿Podrías quitar tu brazo de mi cintura? Quiero ir al baño —anuncio.

Levanta el brazo y salgo disparada hacia el baño.

¡Por fin! ¡Esto me hace muy feliz!.

—¿No podías ir si no levantaba el brazo? Solo tenías que empujarlo —lo decir desde la habitación.

—Lo intenté pero cada vez te aferrabas más a mí cintura. Parecía cómo si no quisieras dejarme ir.

Salgo del baño totalmente feliz.
Regreso a la habitación, me siento en mi lugar de la cama y volteo a ver a Jared.

Tiene la mirada perdida en algún lugar remoto de su mente. Parece como si tuviera un viaje astral en estos momentos.

—¿En qué piensas? —enfoca su atención en mí.

—¿Perdón? —pregunta aún despistado.

—Te pregunté "¿Qué piensas?".

—¿Volviste hablarme y no te presté atención?.

—No. Solo estabas mirando al techo con los ojos realmente abiertos, cómo si tuvieras una revelación —digo sarcástica.

—Disculpa por no haber quitado el brazo antes —cambia de tema.

—Tranquilo. No estabas consciente, no puedo culparte por eso —digo sincera —Aunque si me hubiera orinado en la cama, tú ibas a lavar las sábanas —advierto y él ríe.

—¿Por qué lo haría yo? Tu fuiste quién se orino —opina.

—Pero fue porque me agarrabas muy fuerte —justifico.

—Hubieras apartado mi brazo con la misma fuerza que empleaste para golpearme.

—¿Quieres otro golpe? —amenazo haciéndolo sonreír.

¿Acaso cree que una sonrisa desvanecerá mi molestia?.

Porqué sí, claro que sí. A veces me detesto.

Toma mi mano acercándome a su pecho.

¡Genial! Está es la séptima vez que me jala hacia él. Esto es indignante.

Lo siento ponerse rígido bajo mi cuerpo.

Me levanto rápidamente un poco avergonzada, y con un ligero bochorno.

—Disculpa, no fue mi intención.

No sé porqué pero esa simple acción me recordó a aquellos momentos, en qué... ¡Detente!.

03:15 AM [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora