Capitulo 6

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—¿Estas bien?- Pregunta el más alto ofreciéndole otro pañuelo para que se seque las lágrimas, eso era el colmo de su semana, terminar llorando en la lavandería con un desconocido consolándolo. Se limpió las mejillas mucho más calmado, aunque las palabras de la mujer aún le calaban demasiado.

—Si solo fue una pequeña...¿Crisis?- Susurró encogiéndose de hombros con una sonrisa tímida.

—No te preocupes, todos tenemos días malos.- Le revuelve el cabello y le sonríe con amabilidad. Donghae se siente tan avergonzado y tonto por derrumbarse de esa manera, ni siquiera pudo huir a la soledad en su auto. Era una suerte que no hubiera más gente en la lavandería sería más humillante.

—Gracias, pero me tengo que ir.- Dice él, rápidamente poniéndose de pie y corriendo hacia su auto. Olvidando la ropa en la secadora que seguía girando y girando como los pensamientos en su mente.

Donghae manejo sin rumbo, ni sabía si debía ir a su casa, o no. Empezaba a sentirse como un intruso, pero era una tontería, había vivido ahí durante tres años con Hyukjae, era su hogar, no importaba que tan mal estaban las cosas. Se armó de valor y se dirigió al edificio. Estacionó su auto donde siempre y fue al elevador, empezó a sentirse nervioso, quería vomitar, llorar y esconder la cabeza como si fuese una avestruz.

Cuando las puertas se abrieron revelando el largo pasillo de color blanco, las piernas le temblaron y las comenzó a sentir sin fuerza. Avanzó poco a poco sintiéndose aún más enfermo con cada paso, llegó hasta la puerta del departamento y estuvo apunto de tocar el timbre como si fuera un extraño. Introdujo las llaves y abrió la puerta, en el interior había un silencio sepulcral que de alguna forma lo reconfortó, quizá no había nadie.

Entro y cerró despacio la puerta a sus espaldas, camino por el pequeño pasillo, había fotos de su boda y de los viajes que habían hecho juntos, todas colgadas a lo largo de ambas paredes, sentía esas imágenes tan lejanas como si fueran el recuerdo de otra vida.

Llego al final del pasillo y se giró hacia la derecha donde estaba la sala de estar, ni siquiera bajo el escalón porque la imagen que vio le sacó el aire de los pulmones y algo más.

Hyukjae, su esposo, el amor de su vida estaba sentado en el sofá sin camiseta con una chica de cabello oscuro sobre sus piernas, probablemente era la chica que le respondió la llamada, Sunhee. No podía verlos muy bien por la posición en la que estaban pero aseguraría que se estaban besando, o más...

Sintió los ojos llenarse de lágrimas nuevamente, todos los sentimientos que había tratado de ignorar regresaron a él de golpe, soltó las llaves y su maletín de trabajo el cual cayó al piso haciendo ruido alertando a los otros. Hyukjae empujó a la chica haciéndola caer a lado, en el sofá y el se puso de pie girándose con rapidez.

Por primera vez en meses miro la preocupación en el rostro del otro, pudo vislumbrar una emoción antes de que todo girara a su alrededor, todo se tiñó de negro mientras Donghae perdía la consciencia cayendo de bruces al suelo.

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Jang Deok-boon siempre pareció una mujer estricta y reservada, cuando conoció a su yerno éste tuvo la impresión de que no le agradaba a la mujer. Sin embargo, ese no era el caso, a ella realmente le agradaba el joven rubio, era alguien de buen corazón y bastante atractivo pero sabía y temía que no fuera para su hijo.

Estaba segura que se amaban profundamente y todo eso, pero notaba la incomodidad de Hyukjae ante algunas actitudes o manías de Donghae, Deok-boon decidió ignorarlo, creer qué tal vez solo era el comienzo y finalmente se complementarían.

Ese día decidió ir a visitar a su hijo, sabía que la relación había estado...tensa. Tal vez conversar con el rubio y escuchar a Hyukjae los iba a ayudar, no quería meterse entre ellos, por supuesto que no sólo tratar de guiarlos o animarlos. Ambos eran testarudos de cierta forma, además de la actitud juvenil del rubio y la madurez y sobriedad del moreno.

Llego al departamento y toco el timbre, esperando pacientemente, creyó qué tal vez no estaban ninguno de los dos, quizá seguían en el trabajo o habían salido, estaba a punto de irse cuando una mujer le abrió la puerta. Era bastante hermosa, pero lo que llamo su atención fue su...atuendo tan ligero.

Estaba a punto de preguntar que pasaba ahí cuando vio a Hyukjae de rodillas en el piso con Donghae en sus brazos y el teléfono al oído, solo necesito ver el panorama completo para saber lo que sucedía. Suspiro derrotado y entró sin voltear a ver nuevamente a la mujer, ya imaginaba del tipo que era.

—¿Adulterio? ¿En serio?- Cuestiona con indignación en su voz, el moreno solo la ve avergonzado y confundido. Esto no solo parecía, era un verdadero desastre.

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Yo escuchando la canción de "El triste" para meterme en el papel y sentir el dolor. 😅

¿Que tal les parece la historia?

El final de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora