Capitulo 14

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Donghae se mecía suavemente en la hamaca con una piña colada entre sus manos, bebiendo poco a poco y Siwon estaba en la alberca nadando cómodamente, Cuando el rubio se terminó su bebida se puso de pie y fue al interior de la casa, dejo la piña en la barra para internarse en la cocina, empezó a rebuscar entre los cajones haber que se encontraba de comer, cuando su teléfono comenzó a sonar, lo tomó y sin ver quien era respondió.

—Hola.- Dijo al encontrar un paquete de lo que parecían eran galletas.

—Estas loco, realmente...Se que te lastime y lo lamento pero destrozaste toda mi ropa, cada una de mis prendas, además de mi colección de discos ¡Sabes cuanto le invertí a eso!- Grita con exasperación Hyukjae al otro lado del teléfono.

La voz del moreno aún le provoca cierta sensación a Donghea, le ponía la piel de gallina y los nervios al tope. Los sentimientos no se iban de un día a otro, pero lo superaría poco a poco.

—Y tú sabes cuanto le invertí a nuestra relación, a nuestro matrimonio. Si quiera alguna vez pusiste de tu parte, no hiciste nada más que quejarte, regañarme y engañarme. En ese orden.- Respondió el rubio enojado, se sentía tan frustrado respecto a lo que se refería su "esposo".

—Se que hice mal...

—Me alegro de que te des cuenta.- Responde el joven con tono irónico, frunce los labios y ve fijamente la puerta abierta de par en par de la habitación donde el y Siwon se la pasaron realmente bien.

—Donghae, lo siento. No te merecías nada de lo que hice...tal vez podamos arreglar nuestro matrimonio.- Hyukjae suena cansado y harto, algo arrepentido pero en definitiva no como que quisieran volver. Como si buscara un trato que beneficiara a ambos, no volver a ser esposos.

—Creí que no me amabas.- La voz del rubio se vuelve frágil, su corazón retumba en el pecho y ve a Siwon a la orilla de la alberca, tan hermoso y sexi que se forzó a verlo para mantener a Hyukjae fuera de su corazón.

—Yo, estoy confundido.- Dice por fin después de un largo silencio. El aire fresco entra a la casa, lo siente bastante comodo debido al color que hacía.

—Cuando tengas todo claro me llamas y veremos si se puede hacer algo. Adiós.- Cuando Donghae colgó el teléfono se derrumbó y cayó sentado en el suelo, miró la pantalla de celular donde el number de Hyukjae aparecía. Había creído que estaba avanzando pero ante el solo pensamiento de que existía un quizá, su corazón gritaba "¡Si!" a la vez que el mismo se negaba.

Su aún esposo jamás había sido alguien cursi o  romántico, así que entendía que su intento de regreso fuera tan frívolo, pero Donghae también estaba asustado, qué tal si Hyukjae si quería volver con el rubio, qué tal si todo volvía a hacer como antes y después empezaba a disolverse poco a poco cómo está vez, no quería estar en una relación donde tuviera miedo que algún día lo dejarían de amar nuevamente.

Seguiría adelante con su divorcio y todo, no podía anclarse en una persona que primero decía que no lo amaba y después quería regresar con el porque estaba confundido, apago la pantalla de su celular y lo dejó en una mesilla. Se puso de pie y camino nuevamente hasta la alberca donde un moreno de sonrisa de hoyuelos lo recibía feliz.

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Hyukjae estaba recostado en la cama de la habitación de invitados, aquella que había sido de Donghae, donde el rubio durmió desde la tonta pelea que tuvieron, ni siquiera recuerda la razón, ni de esa, ni de ninguna otra. Acababa de colgarle su esposo y estaba en su derecho, miraba el techo blanco y brillante a la vez que su mente vagaba entre recuerdos.

Le había dicho al rubio que no lo amaba, pero no estaba seguro de cómo se sentiría amarlo. No sabe si lo que sintió y aún siente por ese pequeño y joven rubio es amor, aprecio o simplemente estaba acostumbrado a él. ¿Cómo sabría si era amor o no? ¿Cómo sabría si era la persona correcta o no?

Se giró en la cama hasta quedar boca abajo, saco una de las almohadas y se abrazó a ella, aún tenía el suave aroma de Donghae, aún tenía un poco de su esencia. Se sentía tan perdido en ese momento, a pesar del distanciamiento con su joven esposo, extrañaba verlo y estar cerca de él.

A pesar del ramo de rosas con la maldita dedicatoria, la ropa, su colección y su exquisito vino en las cañerías, sabía que era la forma del rubio para sacar su frustración, su enojo, tan infantil como el solo. Pero aún así debía admitir que se merece todo y si Donghae quiere el divorcio se lo daría con todas y cada una de sus peticiones, las cuales son nada a comparación de lo que él le hizo.

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Ayer se me olvidó que iba a actualizar la historia y cuando lo iba a hacer me quede dormida 😅😂💙
Esperó les guste, nos vemos pronto 🥰😘

El final de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora