Capitulo 9

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(Cuatro meses antes)

Donghae estaba en la cama enredado en las sábanas y con una enorme sonrisa en los delgados labios. El y Hyukjae acababan de tener la mejor noche de su vida, los estragos del orgasmo múltiple aún estaba haciéndole cosquillas a él y al hombre que lo veía desde arriba con una sonrisa de encías, los gruesos labios de su esposo estaban de un rosa oscuro por sus besos y mordiscos.

—Te amo tanto.- Murmura el joven rubio acariciando la mejilla del moreno, éste le sonríe, toma el dorso de la mano y deposita un beso con tanta dulzura y delicadeza.

—También te amo, no tienes idea de cuanto.- Responde el otro, se inclina y deposita un beso en la frente del más joven. Con el dedo índice delinea desde la frente hasta la punta de la nariz de Donghae, el mayor disfruta de la suave piel y el dulce olor que desprende el cuerpo ajeno.

—Hyuk, lo he estado pensando desde hace unos días ¿Crees que sea buena idea que intentemos adoptar? A mi me gustaría pero no se si tú quieras.- Le dice Dongjae sonriendo mientras acaricia el hombro desnudo y pálido, algunos lunares se riegan por la blanca piel.

—No creo que aún sea buena idea, el trabajo nos está volviendo loco a los dos pero tendré un proyecto que nos traerá muy buenas ganancias por decirlo de una forma. Quizá después de eso podamos planearlo mejor.- Hyukjae le sonríe al joven y le da un beso en los labios.

Están tan enamorados, envueltos en esa nube rosa donde todo es perfecto, se besan y susurran palabras dulces, entre promesas vacías y una ilusión verdadera. Es una tarde cálida, en la que dos amantes se entregan el uno al otro creyendo que sería para toda la vida, pero hay ocasiones que toda la vida no es mucho tiempo.

Actualmente

Hyukjae estaba sentado en la cama que había sido de Donghae los últimos días, sentía como la culpa lo iba carcomiendo poco a poco. Recordando las peleas que para el eran insignificantes, nada más que berrinches e intentos de manipulación de su joven esposo.

Sunhee le dijo tantas veces que solo estaba siendo infantil, que el rubio era un celoso posesivo, un maniaco que quería la atención de Hyukjae, ahora después de ver los mensajes, después de ver a Donghae en la cama de un hospital se da cuenta que al rubio le dolían las palabras que él le decía.

Aún recuerda ese día que el otro le pidió que adoptaran a un bebé, Hyukjae le dijo que aún no estaban listo, le mintió en su cara. La realidad era que le aterraba adoptar al un pequeño, no el ser padre sino que un hijo de ambos era demasiado compromiso, significaba que estarían unidos para siempre.

En realidad a él jamás le hizo ilusión una boda, casarse, firmar y todo eso. A él le gustaba Donghae, lo amaba de eso estaba seguro, su corazón se enternecía cuando lo veía y sentía ese inmenso sentimiento. Accedió a casarse porque parecía que al joven le hacía ilusión, accedió ir de luna de miel ya que a su esposo le parecía algo maravilloso.

Se dio cuenta que lo que le dijo Sunhae, lo acepto sólo porque no quería aceptar su responsabilidad, él jamás lo manipuló o trató de hacerse la víctima. Hyukjae simplemente no quiso ver cómo aceptaba todo lo que él rubio quería simplemente por pereza. No tenía la fuerza, ni ganas de llevarle la contra. Si alguna vez Donghae le pidió algo y él dijo que no, el otro lo respetaba. Se sentía como un verdadero idiota.

Camino hasta el guardarropa, saco una mochila y empezó a rebuscar entre las cosas de su marido, saco un pantalón, una camiseta, unos zapatos y ropa interior. Saldría del hospital y su madre lo mando para llevarle un cambio de ropa. Estaba cerrando la mochila cuando el celular sonó, creyó que era el suyo pero era el de Donghae lo tomó y respondió sin pensarlo.

—Donghae habla Siwon ¿Cómo has estado? ¿Qué decidiste respecto a la fiesta sorpresa de tu esposo, lo hablaste con él?- La voz del otro lado era jovial y animada, bastante varonil.

—Donghae no puede responder ahora, habla su...Hyukjae.- Responde al hombre mientras las palabras del otro le dan vueltas por la cabeza.

—Un gusto, le puedes decir que llame. Me encantaría volver a reunirme con y charlar, es muy agradable.- Dice Siwon, podía escuchar la voz sonriente.

—Por supuesto. Adiós.- Se despidió algo cortante mientras caía nuevamente sentado en la cama.

—Adiós, un gusto hablar con usted.- Cuelgan ambos y el departamento de sume en un silencio asfixiante.

Donghae estaba preparándome una fiesta de cumpleaños, a pesar de las peleas, de la distancia, de los desplantes, el rubio quería darle una fiesta por su cumpleaños y el simplemente fue un estúpido.

El final de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora