Capitulo 8

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—Hyukjae ¿Como se encuentra tu esposo?- Pregunta con el tono de voz más dulce e hipócrita que tenía.

Ver los mensajes, la forma tan venenosa en la que se dirigían a Donghae fue como una bofetada, Tae tenía tanta razón sobre ella, pero simplemente no podía darse cuenta aún ahora le parecía imposible. Para el ella solo era una amiga, después se convirtió en una gran compañera de trabajo y luego en confidente, hasta que terminaron tal con el rubio los encontró.

—¿Por qué le mandas mensajes? ¿Que quieres lograr diciéndole eso?- Cuestiona el mayor con el enojo en la voz, o sabia si estaba furioso con la chica o con el mismo.

—No se que te haya dicho, pero no es verdad. Sabes como le encanta hacerse la víctima, incluso tu madre está de su lado.- Explica Sunhee tratando de que el otro la escuche.

—No me dijo nada, yo los vi.- Dice entre dientes. Si Donghae hubiera leído eso, estaría mucho peor.

—Señor Lee.- Lo llama el doctor e inmediatamente se gira colgando la llamada, venía acompañado de su madre quien lo veía de forma acusatoria.

—El chico ya despertó y la doctora ya terminó su evaluación si quieren pasar.- Les comunica el hombre antes de dirigirse con otro paciente. Hyukjae iba hacia el interior cuando la mano de su madre sobre el brazo lo detiene.

—¿A donde crees que vas?- Pregunta ella con los ojos entrecerrados.

—A...

—Dijeron que no debía tener emociones fuertes.- Comienza a hablar Deok-boon subiendo cada vez más la voz. —Y estoy segura que verte ahora no es bueno, mucho menos después de que te encontró follandote a tu secretaria en su propia casa.- Termina la mujer casi gritando. Las orejas de Hyukjae se ponen rojas y las miradas de todos en el hospital están sobre el.

—Madre.- Susurra avergonzado.

—Ahora si tienes vergüenza.- Pasa por un lado del moreno en dirección a la habitación de su yerno, cuando entra y la ve, las mejillas del rubio se tornan rojas.

Agacha la mirada encogiéndose en sí mismo, Donghae siempre creyó que no le agradaba a su suegra por ello se sentía tan cohibido frente a la mujer, esperaba que le dijera que no fue suficiente para su hijo y no logró mantenerlo a su lado.

—Buenos días ¿Como te sientes?- Pregunta ella sonriéndole con cariño.

—Bien.- Responde con una sonrisa tímida.

—Hyukjae es mi hijo y lo amo, así como se que tú lo haces pero lo que hizo está mal de tantas formas. Se que debes estar dolido y si quieres demandarlo por adulterio puedo testificar a tu favor, eres una buena persona por lo que se que no debo preocuparme. Si las cosas hubieran sido al revés estaría de su lado. Podrías conseguir una pensión de hasta tres años por la infidelidad además de...

—Lo siento, pero yo no quiero su dinero. Agradezco su apoyo.- Responde el más joven algo confuso por la actitud de su suegra.

—Presentía que eso me dirías, puedo preguntarte que quieres hacer.- Inquiere con una sonrisa amable acariciando el dorso de la mano con cariño.

—Pedirle los papeles del divorcio, que los arregle como quiera no me importa. Solo que me diga cuándo y dónde firmo.- Dice Donghae viendo los ojos oscuros de la mujer, idénticos a los de su esposo.

—¿Quieres quedarte con el departamento?- Pregunta la señora Lee con un tono de voz casi maternal. El rubio solo niega con la cabeza sintiendo las ganas de llorar volver a él.

—No...- Alcanza a decir con la voz en un hilo y el labio temblándole.

—Se que será difícil pero necesitas tiempo para reinstalarte, puedes seguir quedándote ahí, mi hijo se irá. Entiendo que no quieras verlo.- Dice Deok-boon apretando su mano como muestra de solidaridad.

—Quiero hablar con él, necesito una explicación.- Pide Donghae con los labios temblando.

No solo la necesita, se la merece. Después de todo lo qué pasó, quiere saber si el no fue suficiente, no lo amo con fuerza. No entendía como de la nada lo habían dejado de amar como si fuese un juguete qué pasó de moda, que ya no era bonito y necesario así que se ocupaba otro nuevo.

El le había dado todo a Hyukjae, intentó ser un buen esposo, atento, preocupado. Se encargó de la casa, al terminar la universidad su esposo le regaló la editorial, se había esforzado cada día por devolverle lo que le costó. Se sentía como un mantenido, como si le quitara su dinero, a pesar de que era su trabajo y esfuerzo.

Fue paciente con el otro, escuchaba todo lo que tenía que decir del trabajó aunque fuese aburrido, preparaba sus platillos favoritos, acomodaba su horario para poder ver a su marido, hacia todo lo posible para estar atento a las necesidades de Hyukjae y simplemente pareció que no funcionó, tal vez amarlo con locura no fue lo suficientemente bueno.

Por ello estaba esa pregunta que rondaba su mente, se metía en su cabeza y no se iba girando una y otra vez. ¿Que era lo que hizo que se enamorara de Sunhee y se olvidara de él? Necesitaba saber la razón de porqué ella era la indicada y él que lo amaba tanto, no lo era. Y por más doloroso que fuera, Lee Donghae quería respuestas.

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El último y nos vamos.

Espero les guste, en el siguiente capítulo habrá Flashbacks. Nos vemos. 👋😘😇

El final de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora