3. Piscina

408 44 7
                                    

Cuando Chloe anunció que haría una fiesta en la piscina de su hotel todo el mundo se negó a ir, Marinette incluida.

Sin embargo, la chica no podía resistirse a los encantos de Adrien, y mucho menos podía negarse a hacer cualquier cosa que él le pidiera. En ese caso Adrien le había suplicando que lo ayudara a convencer al resto de ir a la fiesta, ya que era el cumpleaños de Chloe y no quería que su amiga se sintiera sola ese día. Y así, Marinette había convencido uno a uno a sus compañeros de clase para acudir.

Chloe se había dedicado a fondo en la decoración de la fiesta, colocando fotos suyas y de Sabrina por todas partes además de globos y comida para los invitados, cosa que era digna de admirar teniendo en cuenta lo mal que los trataba el resto del tiempo. Aunque su actitud no cambió ni siquiera al abrir los regalos, a los que catalogó como "patéticos", "ridículos" y "de pobres". El único regalo que no criticó posiblemente fue el de Adrien, un vestido dorado con un cinturón brillante de la colección de su padre.

A pesar de haber sido la responsable de que todo el mundo fuera a la dichosa fiesta Marinette pasó el tiempo dentro de la piscina, tratando de acercarse lo mínimo a Chloe. Aunque su relación ya no fuera tan mala como antes sin duda no se soportaban, y tampoco tenía planes de arruinarle demasiado el cumpleaños.

–Marinette– La llamó Adrien, nadando hasta su lado –Quería agradecerte por haber logrado que vengan todos.

La chica lo miró nerviosa, intentando que sus ojos no vagaran por su torso mojado y se viera demasiado descarada. Se había esforzado por no mirarlo demasiado durante la fiesta, pero sin duda Adrien no le ponía las cosas fáciles acercándose de esa manera.

–N-no, no es agua. Digo nada, no es nada– Balbuceó enrojecida.

–Claro que sí, Chloe está siendo muy feliz gracias a ti.

Marinette lo dudaba. Chloe, como siempre, solo se había dedicado a criticar a los demás. Aunque quizá esa era su felicidad, tenía sentido.

–Pero no le ha gustado... n-ningún regalo.

Sus palabras hicieron reír a Adrien que, sin que lo esperara, la tomó de los hombros y la hizo girarse para mirar la escena que había frente a ellos. 

Marinette se quedó unos segundos en silencio e incapaz de prestar atención a nada que no fueran las manos de Adrien en sus hombros.

–Observa– Pidió el muchacho –No deja de mirar de reojo el peluche de Queen Bee que le ha regalado Alya. Sé que lo ha llamado patético, pero conozco a Chloe, seguramente esta noche duerma abrazada a él. ¿Y te has fijado en lo que lleva en la muñeca? Es la pulsera de corazones que le ha regalado Rose. También la ha llamado patética, pero la acaricia cada pocos segundos.

Era cierto. Marinette no se había fijado en los detalles, pero Chloe no se separaba de sus regalos como si temiera que alguien se los arrebatara.

–¿Y q-qué quieres decirme? Ella nos odia.

–Chloe a menudo utiliza la armadura de superioridad para no dejar ver que tiene corazón, pero no es tan mala como piensas. Está feliz de tenernos a todos aquí. Digamos que... lo demuestra a su manera– Murmuró con una mueca –Y todo gracias a ti porque eres increíble, Marinette.

La muchacha enrojeció aún más si era posible. Sabía que si giraba su rostro tendría los labios de Adrien a centímetros, bastaba un simple accidente para poder rozarlos. Pero antes de que pudiera hacer o pensar en nada Adrien la sorprendió dándole un beso en la mejilla.

Por un momento se olvidó de respirar, y por ende de nadar, lo que ocasionó que comenzara a hundirse en la piscina sin darse cuenta. Adrien soltó una risita antes de agarrarla por la cintura para impedir que se ahogara.

–Cuidado, princesa.

Marinette balbuceó un "vale" sin sentido mientras agradecía internamente a Chloe por haber organizado su cumpleaños en la piscina.

Reto 30 Días - Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora