Reto 30 Días - Miraculous Ladybug

26. Promesa

Llegó a la terraza de Marinette un poco más tarde de la hora a la que habían quedado, todo por culpa de una interrupción en casa. Ella misma lo había citado ahí, necesitando hablar de muchas cosas. Previamente ya le había explicado lo ocurrido con los kwamis y el intercambio, pero aun así necesitaba otras respuestas. Ese mismo día también se había enterado de que la chica había roto con Luka, lo que lo tenía más confundido que nunca.

-Hola, gatito -Saludó Marinette cuando lo vio llegar.

-Hola... Mi padre me ha entretenido un poco, perdón por llegar tarde.

-Está bien, no pasa nada. Tú eres el que tiene dudas- Bromeó -Puedes dejar libre a Plagg, aquí no nos van a molestar.

El chico se sentó a su lado y asintió. Después deshizo la transformación y ordenó a Plagg que fuera hacia el plato de comida que Marinette había preparado para los kwamis.

-Gracias, guardiana- Dijo Plagg yendo directo al queso, donde además se encontraba Tikki a punto de robarle un trozo.

-Sé qué quieres saber qué pasó con Luka - Comenzó Marinette una vez que apartó la vista de los kwamis y la posaba en él-Podría decir que fue una decisión de los dos, pero no. Él me dejó a mí. Dio el paso que yo no me hubiera atrevido a dar de otra forma.

-Os veía tan enamorados... Aunque ahora entiendo muchas cosas... Aquella vez que vi a Ladybug besando a Luka, estaba tan cegado por defenderte que no uní los puntos.

-Sí, recuerdo aquello- Rio, aunque en sus ojos había un poco de nostalgia -Luka y yo nos divertimos mucho gracias a ti. Hasta pensé que me habías descubierto...

-Espera un segundo...- La interrumpió cuando llegó a una conclusión aún peor que la anterior- ¡Le contaste quién eras antes que a mí! Me siento ofendido, princesa. ¿O debería llamarte Maribug? Una versión intermedia de las traidoras Ladybug y Marinette.

-Yo no le conté nada, él me descubrió, y ni siquiera sé cómo... - Se excusó. Frunció el ceño al escuchar el nuevo mote- ¿Es que quieres delatarme? Y además es horrible, prefiero seguir siendo princesa.

-Por lo menos admites que te gustan mis apodos- Sonrió con malicia.

-¿Quieres saber qué pasó o no?- Preguntó en un intento de reconducir la situación y no admitir nunca esa realidad -Porque parte de la culpa es tuya.

-¿Mía? Pero si no he hecho nada.

-Hubo varias razones para que Luka y yo rompiéramos- Dijo ignorándolo -El primer motivo ni siquiera lo entiendo bien, dijo algo sobre que nuestras melodías no combinaban... Siempre fue muy poético -Se encogió de hombros -Yo no estoy de acuerdo, pero supongo que nunca pude demostrarle realmente mis sentimientos. La segunda razón fue por algo que intenté negarme durante mucho tiempo...

-¿Tiene que ver con lo sexy que soy como Chat? Porque no te culpo -Calló de inmediato al ver la mirada seria de Marinette. No era momento de bromear, lo había pillado.

-Lo siento.

-Me alegro que lo sientas, porque esta segunda parte va de ti. No tuviste suficiente con enamorarme con tu versión humana que también tenías que hacerlo con tu traje de gato- Se quejó, mirándolo con disgusto. Adrien abrió la boca con sorpresa -Sabía que no podía ser, ¡era muy peligroso! Pero comencé a mirarte de una manera diferente, y a veces ansiaba que llegara un akuma para verte de nuevo y saber cómo estabas- Bajó la mirada -Luka nunca me lo recriminó, pero le hice daño por no poder soltarte- Su expresión se tornó más seria aún- ¿Y qué descubro después? ¡Qué eras el mismo chico al que creía haber superado!

Tras escucharla Adrien se levantó y se aproximó a la barandilla para ver la ciudad parisina y pensar un poco en ello. Nunca había esperado ser parte del causante de su sufrimiento, pero no podía decir que se arrepintiera del todo. Que el amor de su vida hubiera resultado ser la chica que se había ganado su corazón lentamente era simplemente maravilloso, y lo era todavía más que ella le correspondiera. Pero sin quererlo había interferido en una relación en la que se notaba que ella era feliz.

Y por otro lado... estaba claro que Marinette se sentía decepcionada de que Adrien y Chat fueran la misma persona, y eso resultaba doloroso para él.

-Lamento haberte herido y decepcionado, yo...- Comenzó tras volver a girarse a mirarla.

-¿No has entendido nada? No estoy decepcionada contigo, no podría estar más feliz de que seas él- Se acercó a su lado entonces -Me siento mal conmigo misma por no haber podido dejarte ir nunca. Antes te he culpado a ti por lo que ocurrió con Luka, pero en realidad... la culpa fue solamente mía, no tuya. Fui yo la que le hizo daño- Murmuró con tristeza- No puedo cambiar lo que siento por ti, pero sé que tú no me quieres y... no me gustaría sufrir más.

-¿De verdad piensas que yo...? Milady, estoy terriblemente enamorado de ti.

-Amas a Ladybug, no a Marinette.

Adrien se acercó hasta quedar peligrosamente cerca de ella. Bastaba un acercamiento sutil para unir sus labios, pero no lo hizo. No debía arruinar el momento con sus impulsos.

-Amo cada parte de ti. Tu valentía, tu torpeza, tu determinación, tu entusiasmo por la moda... ¿Crees que eres la única que se enamoró dos veces de la misma persona?- Marinette mostró una expresión de sorpresa -Yo también empecé a verte de manera diferente, princesa, y poco a poco pensaba tanto en ti que era imposible poder sacarte de mi mente. Ni siquiera entendía mis sentimientos hasta que descubrí quién eras, o más bien quería negármelos. Eres increíble, Marinette, y si mi dieras una oportunidad te prometo que...

Lo calló colocándole una mano en la boca y después negó con la cabeza.

-No, guárdate tus promesas por ahora. Te amo, Adrien o Chat, pero no puedo estar contigo en estos momentos. No estoy lista, es demasiado pronto y necesito... estar sola un poco.

-Lo entiendo- Asintió, aunque con un poco de dolor en su corazón- He esperado mucho por tener tu amor, ¿qué importa un poco más?

-No creo que sea justo para ti, Adrien...

-Permíteme decidir lo que quiero en mi vida. Ya he soportado que mi padre la controle mucho tiempo, ahora decido por mí. Y voy a esperar por ti porque eres lo que quiero. Y cuando te sientas lista, te haré la promesa que llevo guardada dentro.

-Oh, Adrien... ¿Cómo voy a poder resistirme mucho tiempo a ti?- Susurró antes de atrapar sus labios entre los suyos.

¿Un beso no hacía daño, no? Adrien correspondió sin pensarlo, abrazándola contra su cuerpo y moviendo los labios para saborearla con tranquilidad. Se separaron a los pocos segundos con sonrisas en sus rostros.

-¿Esto significa que incluiremos los besos en nuestro pacto de no-relación? Porque no pondré problema alguno.

-¡Chat!- Lo regañó apartándose del abrazo- ¡Eso son cosas de novios! No te aproveches.

-¡Pero pueden ser besos sin compromiso!

-Eso no existe.

-¡Pues inventémoslo nosotros! Marinette, sería cruel privarte de mis labios ahora que recuerdas lo que es besarme.

-¡Yo recuerdo perfectamente nuestro primer beso!- Se quejó, rodando los ojos por su egocentrismo, aunque en cierto modo divertida de que Adrien comenzara a comportarse con libertad en su compañía -Pero acepto. Besos sin compromiso y a escondidas.... Pero solo si admites que eres tú el que no quiere ser privado de los míos- Lo retó.

Adrien sonrió abiertamente antes de volver a abrazarla y darle un beso en la mejilla.

-Si crees que tengo problemas en admitirlo es que no me conoces nada, princesa.