CAPITULO SEIS

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- ¡Me rindo! ¡No puedo más!

No habíamos ni siquiera estado diez minutos corriendo, y entiendo, Quinton ya no tiene la resistencia que tenía antes por culpa de las drogas. Per necesitaba sudar para ir sacando la intoxicación y que sea más rápido todo.

- Vamos Quinton, sí puedes seguir un poco más. Después de esto, comeremos muy rico.

- ¿Qué vamos a comer? ¿Ensalada? Qué asco.- dijo Quinton agitado mientras seguíamos corriendo.

- Necesitas comer saludable.

No pasó ni media hora cuando decidí dar fin al ejercicio de hoy. Pensé que una hora iba perfecto, pero Quinton se cansó antes.

Caminamos hasta el consultorio, por lo menos sí había sudado bastante.

- ¿Cómo les fue?- preguntó Addison.

Quinton me miro molesto.

- Mal, me estoy muriendo.- respondió. Quinton ya se había abierto a hablar un poco más con Addison.

- Eso es bueno Quin, pronto iras mejorando.- dijo esta sonriendo, pero Quinton bufo y camino hasta mi oficina. - Esta agarrando muy buena confianza.

- Así es.- dije orgullosa.

- Quinton, ve a bañarte, tienes que usar este jabón liquido especial, yo lo compré, así que agradéceme.- se lo di.

- Pero yo no te lo pedí.

- Solo agradéceme.

- Gracias.

- ¡Qué emoción tienes!

Quinton rodó los ojos con una pequeña sonrisa. Y sin más, se fue a bañar.

Yo me bañaría en mi casa, así que fui a pedir nuestra comida.

******************

- No me gusta la lechuga.

- Qué lastima que tengas que comerla a fuerzas.

Seguí comiendo, pero Quinton me seguía mirando. Trate de dejarlo pasar, pero hubo un punto donde empecé a incomodarme un poco.

- ¿Quisieras dejar de mirarme? Come.

Quinton parpadeo varias veces y guió su mirada a su plato, se había sonrojado.

- Entonces... ¿Las drogas te las vendía un chico de la universidad?

- Sí, pero no le digas a mis padres.

- No lo haré. 

Estábamos los dos sentados en el piso, habíamos estado platicando por un buen rato.

Quinton comenzó a picotear sus manos, así que le di una palmada, porque recién hace unos minutos le había puesto la pomada.

- ¿Sabes?, Nadie se había preocupado así por mí nunca.

Me sentí bien, realmente ademas de que lo hacia por mi trabajo, lo hacia porque quería. Pero no dije nada, solo le sonreí, me hacia feliz saber que él se sentía importante con alguien. 

- Tengo miedo de los síntomas de la desintoxicación.- confesó.

- No te preocupes por eso ahora, vamos a saberlo manejar bien, confía en mi.

Quinton me dio una pequeña sonrisa, como todas las anteriores.

- Me gusta tu nombre, Quinton. Es muy único, jamás había escuchado que alguien se llamara así.

- Lo mismo pienso del tuyo, Aria.

Solté una pequeña risa, y él me siguió. 

- Hmm... Bueno, ¿Qué quieres hacer ahora?, cerramos hasta las diez hoy, a penas son las nueve, 

- No tengo ganas de hacer nada.- dijo Quinton y luego se acosto.

- Ya se, vamos a dar una vuelta por el consultorio. Esta casi vacío, solo quedamos nosotros, Addison y algunos pacientes y enfermeros que se quedan a dormir aquí.

- No tengo ganas de caminar.- dijo.

Pero ya estábamos los dos caminando para salir de la oficína.

Todo estaba un poco oscuro.

- ¿Por qué siempre me preguntas lo que quiero, pero de todas maneras siempre terminamos haciendo lo que tú quieres?- preguntó Quinton divertido, mientras caminábamos por los pasillos.

- Se llama ser amable. 

- Ah, ya veo, no conocía esa palabra. Lo siento.- dijo Quinton sarcásticamente.

Después de platicar y caminar por ahí, se podía decir que ya nos conocíamos un poco mejor, y nos habíamos llevado muy bien.

Volviendo a la oficina, pasamos frente a Addison.

- Ya casi cerramos, en cinco minutos.- nos dijo, así que fuimos a la oficina para guardar nuestras cosas.

Salimos los tres juntos, pero después Addison se fue por su camino.

Quinton y yo nos subimos a mi auto.

- ¿No será muy molesto para tus padres que llegues tan tarde?- pregunté mientras manejaba a casa de Quinton,  con este dándome indicaciones por donde ir.

- No, a esta hora ya están dormidos, me dejaron la llave abajo de la alfombra de entrada.

- Qué buena técnica.

Llegamos unos minutos después.

- Quinton, la medicina.- dije y de mi bolso saque la medicina que tiene que tomar una hora antes de dormir. Le di una botella de agua.

- Me la tomo yo en mi casa.

- Por supuesto que no. No confío en ti para estas cosas, tómatela ahora.

Sé la tomó de mala gana.

- Quinton, necesito que no vayas a consumir nada de droga por el resto de tu vida. No vayas a regarla hoy, vas muy bien, no podré vigilarte en la noche, pero estoy esperando que lo cumplas.- me daba un poco de miedo que Quinton se quedara solo, quién sabe que cosa podría hacer.

- No lo hare, Aria.

- De acuerdo, espero que en verdad no lo hagas. Igual si lo haces, mañana te haré una prueba para ver si consumiste algo, ya sea comida, bebida, o droga. Ya no comas nada hasta mañana que llegues al consultorio, dile a tus padres que te traigan temprano todos los días, vas a desayunar conmigo.

- Mmmm... Bien.

Se despidió y bajó del auto, entrando a su casa.

Quinton. Quinton. Quinton.

Llegue a mi departamento, Apolo estaba dormido. 

Me bañé rápido y me acosté para dormir.

Pero me llego un mensaje.

- Buenas noches, Aria.

Era Quinton, una sonrisa se me escapo.

- Buenas noches, Quinton. Trata de dormirte.



changes ♡ [quinton griggs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora