CAPITULO CATORCE

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Al despertar, tomé mi teléfono y ví que tenía mensajes de la mamá de Quinton.

"Hija, buenos días. Quinton estuvo vomitando toda la noche, se ha sentido muy mal. No creo que sea buena idea que hoy vaya al consultorio, sin embargo, yo no sé como cuidarlo, ¿Qué debo hacer?

Saber que Quinton había estado mal y no pude cuidar de él, me rompía el corazón.

"Buenos días, señora. No se preocupe, hablaré con mi secretaria y me daré el día libre, veré que puedo hacer. Traiga a Quinton a mi casa, yo cuidaré de él aquí. ¿Le parece bien?

Me respondió al instante.

"Muchísimas gracias, linda. Yo lo llevo para allá en cuanto se despierte. No pudo dormir nada".

Decidí marcarle a Addison. Ella podía darme una solución, en verdad quería cuidar a Quinton.

- Addison, necesito que me hagas un favor.

- Claro que si, dime.

- No podré ir hoy al consultorio, la madre de Quinton me llamó diciendo que él estaba muy mal. Me dedicaré a cuidarlo hoy. Si llega un paciente, que algún enfermero desocupado lo atienda.

Dije sin preocupación, ya que han habido varias veces donde por razones personales no he podido ir, y los enfermeros me cubren.

- Amiga, Quinton te trae loca.

- ¿Qué? ¿De qué estas hablando?

-  De que todo en tu cerebro es Quinton, buscas el bien para Quinton, que Quinton este feliz, que este cómodo, Quinton esto, Quinton el otro. TODO ES QUINTON.

- Así lo hago con todos mis pacientes, no te confundas.

- Tú y yo sabemos que Quinton no es cualquier paciente, Aria.

- Tienes razón, es una persona demasiado cercana a mí, que tiene un grande problema de drogas que orgullosamente he sabido controlar muy bien hasta ahora.

- Qué tonta eres. Te dejo para que cuides a tu bebé, yo me encargo de los enfermeros.

- Gracias, Addi.

Colgue. Como le gusta molestar.

En ese momento recibí un mensaje de la madre de Quinton, que decía que ya estaban abajo.

Así que me cambié rápidamente. Como Quinton se sentía mal, decidí yo bajar por él.

- Buenos días señora, buenos días Quin.- dije desde afuera del auto.

- Buenos días linda. Amor, ya bájate, Aria va a cuidar bien de ti, como lo ha hecho todos los días.

Quinton estaba pálido, las ojeras se le marcaban más, y en verdad me aterraba verlo así.

Decidí abrirle yo la puerta, ya que Quinton de verdad se veía muy débil.

Lo ayude a que bajara. Caminamos hasta el lobby. Decidí tomar el elevador, porque subir las escaleras iba a ser demasiado difícil.

Al entrar a mi departamento, tenia a Quinton casi encima de mi. Mi brazo rodeaba su cuerpo, casi lo estaba cargando.

Apolo al ver a Quinton empezó a ladrar de felicidad.

- Quin, acuéstate aquí. Te voy a traer un vaso de agua.- corrí hasta la cocina.

Quinton se acostó, estaba literalmente temblando, y no hacia frío. Me dolía tanto verlo.

changes ♡ [quinton griggs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora