CAPITULO TREINTAICUATRO

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Hoy Quinton me había insistido muchísimo en acompañarme al consultorio. Acepté porque los chicos ya habían entrado a clases y porque Quinton ya estaba a días de terminar el reposo y empezar de nuevo con la tortura, la desintoxicación.

- Adiós Apolo, nos vemos luego.- se despidió Quinton tiernamente de Apolo, el cual lo miraba con unos ojos de amor. Lo quiere mas que a mi.- Listo, vamos.

Quinton caminó sonriendo hacia mi, que estaba en la puerta esperándolo, tomó mi mano y salimos de la casa, no sin antes cerrar la puerta. Nos subimos al elevador.

- Bebé, hoy tengo mucho trabajo, ¿Seguro que no prefieres ir con tus papás? En la noche iría por ti y...

- Aria, ya te dije que no importa, quiero estar contigo, aunque estes muy ocupada.

Se aferró mas a mi. Suspiré, acerqué mi mano a su cabello y comencé a peinarlo, pude notar como sus facciones se relajaron completamente. 

- Buenos dias Addi.- saludamos.

- Buenos dias.- respondió sonriente.

Al caminar los dos a mi oficina, todos miraban con sorpresa a Quinton, y me di cuenta como el se sentía un poco intimidado por tantas miradas.

- Tranquilo, solo están sorprendidos por que estas aquí. 

El asintió entendiendo y nos metimos a la oficina.

Quinton corrió hacia el rincón del suelo, era su lugar. Solo que todas sus cosas ahora están en mi casa en estos momentos, pronto las volveremos a traer.

De todas maneras no me preocupe tanto de que se sentara en el suelo, ya que el piso esta tapizado con una alfombra, pero de todas maneras prefiero mil veces su comodidad.

- Amor, ¿No prefieres sentarte en la silla?- pregunté al sentarme, ya había sacado todas mis cosas para trabajar.

El solo me miro, se levanto y camino hacia mi.

Quitó mis manos de la computadora y se sentó en mis piernas.

Y aquí concuerdo con lo que siempre dice Josh; Quinton parece la mujer de la relación. Pero esos son solo estereotipos, nuestra relación es completamente diferente a cualquiera.

- Quinton, dije silla.

- Y yo jamas acepte esa propuesta. 

Suspiré rendida, Quinton dejó un pequeño beso en mi mejilla. Y sin más, volví a seguir trabajando, con mi hermoso novio sentado en mis piernas.

******************

Quinton vomitaba la comida.

Ya habían pasado dos meses, y Quinton llevaba ya un mes con la desintoxicación, así que los síntomas habían vuelto.

Nos habíamos salido del consultorio para ir a casa, ya que Quinton se sentía muy mal.

El me decía que se sentía bien, que no pasaba nada. Pero yo podía ver perfectamente que no era así.

En todo este mes, Quinton jamás ha dicho que se siente mal, y no entiendo porque. Antes cuando se sentía mal, lo decía. Pero ahora lo niega a morir.

Al Quinton terminar de vomitar, me acerque a el y limpie su boca.

- Ve a trabajar.- me dijo.

- Estas loco. Jamas me voy a ir contigo así.

- Me siento bien.

- Por supuesto que no. Deja de decir que te sientes bien cuando claramente no es cierto.

Quinton bufo.

- Solo quiero que te dejes de preocupar tanto por mi.

- Soy tu novia y tu psicóloga, ¿Cómo quieres que no me preocupe?

- Te doy demasiados problemas.

- Me das felicidad, te lo he dicho mil veces amor. No me das problemas, no eres un problema. Odio que pienses así. Te amo, ¿Si?

Quinton sonrió triste y me abrazó.

- Besame.

- Acabas de vomitar.

- ¿Si me lavo la boca, me darás todos los besos que quiera?

- Absolutamente todos los que quieras.

- Mi amor, dijiste besos.

Quinton estaba rozando su miembro con mi entrepierna, pero lo hacía inconscientemente. Y el pequeño Quinton ya estaba completamente despierto.

- Pues eso estamos haciendo, ¿No?

- No, estas haciendo algo mas ahí abajo.

Quinton dirigió su mirada hacia abajo, vio lo que estaba haciendo y volvió su mirada a mi.

- ¿Ups?

- Ay Quinton.- rei.

- Dale a mini Quinton lo que quiere.- siguió moviéndose, y yo ya comenzaba a excitarme.

- ¿Ahorita?

- Si.

- Pero te sentias muy mal.

- Pero ya no.

Al final lo terminamos haciendo, y no fue cualquier cosa. TRES ROUNDS, y yo, yo ya estaba muerta.

- Quinton, amor, ya fue demasiado.- traté de pararlo cuando empezó a dar besos en mi cuello de nuevo.

- Necesito mas. No me puedo controlar.

Mierda, lo había olvidado, los síntomas.

- ¿Y como le hacías cuando no podías hacer esto conmigo?

Quinton solto una pequeña risa.

- Ya te lo había dicho. En las noches en mi casa, cuando mis papas ya estaban dormidos, solo pensaba en ti, y pues... Ya sabes, me tocaba.

- Oh por dios.

- ¿Que?

- Nada.

- Dime Sophia.

Ahora ya estaba roja como un tomate. Recordé cuando pensé en Quinton teniendo relaciones mientras el estaba en mi baño... Haciendo cosas.

- Nada.

- Dim...

- ¿Cuarto round?

- Por supuesto.

changes ♡ [quinton griggs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora