changes ♡ [quinton griggs]

CAPITULO TREINTAIUNO

Ya había pasado un mes.

Un mes que sinceramente se me hizo eterno. Quinton ya estaba harto de estar ahí, pero por fin, hace unos días lo habían dado de alta.

Le rogué a sus padres que dejaran que Quinton se quedara en mi casa en lo que se recuperaba para empezar con la desintoxicación, y después todo sería como antes.

Los padres aceptaron sin problemas, saben que yo realmente cuido de el.

Quinton estaba dormido en la cama. Apenas ayer habíamos traído sus cosas a la casa. Quinton tenía que reposar, pero yo ya tenía que ir a trabajar, realmente siento que necesito estar ahí, y los chicos están de vacaciones, así que me harán el hermoso favor de levantarse todos los días a las 7:00am para venir a casa a estar con Quin, nadie consigue amigos así en cualquier lado.

Quinton esta triste porque no hizo efecto el embarazo, el realmente quiere tener un bebe, pero es que es tan loco, llevamos un mes siendo novios, esta loco, eso es imposible, no va a pasar aún.

Mientras el dormía, yo estaba sacando todas sus cosas de las maletas, estoy muy emocionada porque viviría aquí por un tiempo, aunque básicamente vivimos juntos desde que lo conocí.

Comencé a ordenar su ropa y sus cosas. Todo es tan lindo.

Al terminar, me senté en la cama junto a Quin, y en ese momento comenzó a abrir los ojos.

- Buenos días.- le dije bromeando, ya eran casi las 6:00pm.- ¿Tienes hambre? Aprovecha a que estas en reposo para comer todo lo que quieras, en cuanto empieces con la desintoxicación, volverás a la lechuga.

Quinton sonrió, lo cual se me hizo tan raro que sonriera por eso.

- Una de las razones por las que lo hice, fue por esto.

- ¿Por que cosa?

- El tratamiento ya iba a terminar. ¿Que iba a pasar después? ¿No cuidarías de mi después de eso? ¿Te enfocarías en otras personas?

Voy a llorar.

- ¿Pero de que estas hablando?

Me acerque mas a el y comence a acariciar su cabello.

- Quinton, jamas me voy a ir, mis ojos siempre van a estar en ti, te lo he dicho miles de veces.

Solo sonrió, tomando mi mano.

- ¿Podemos comprar pizza?

- Si, podemos.

Quinton aplaudió emocionado.

- ¿Te bañas conmigo?

Lo mire con los ojos entrecerrados, PER-VER-TI-DO.

- No, ya es tarde, no sabemos a que hora cierran la pizzería.

- ¿Que tiene que sea tarde? Solo vamos a bañarnos, pervertida.- Se burló y se metió al baño.

¡Yo no soy pervertida!... Creo.

Al final nos terminamos bañando juntos, y no fue nada pervertido, al contrario, fue lo mas tierno.

- Vas a hacer que me entre jabón en los ojos, Sophia.- dijo Quinton tratando de quitarse el jabón de la cara.

- ¡Pues es que te salió un grano ahí!

- Si, ya me di cuenta. Deja a Jaime por favor.

Si, Quinton llamo Jaime a su grano.

Al terminar de bañarnos, salimos y nos cambiamos en el cuarto.

Me puse una blusa escotada y unos shorts. Obviamente no iba a ir así, solo quería ver lo que me decía, ahora que somos novios, nunca ha mostrado alguna señal de celos, pero antes, los celos le escurrían por el cuerpo.

- Que bonita te ves.- se acercó a mi, abrazándome por la cintura.

- ¿Te gusta?

- Mucho.

- ¿Y no te molesta que vaya así a la calle?

Me miro confundido.

- ¿Por que debería de molestarme?

- No lo se, porque es muy escotado, porque hay muchos chicos que pueden verme.

- No me molesta, te ves hermosa, tú puedes ponerte lo que tu quieras, jamás dejes que alguien te controle de esa manera. Y ahora, si algún chico te mira, lo siento pero probablemente romperé eso de "Mantener reposo".

Creo que voy a morir de ternura.

- Quinton, eres la persona mas perfecta que existe en este mundo.

- No lo soy.

Dejó un pequeño beso en mi mejilla, y sin más, salimos del departamento tomados de las manos, en busca de la pizza.

- ¡¿Es en serio?!

Estaba cerrada la pizzeria.

- Yo quería pizza.- hizo una cara triste.

- Yo te voy a conseguir tu pizza, aunque la tenga que hacer y me quede horrible.

Quinton me miró de una manera hermosa. Me sentía tan querida con el.

Manejé hasta el centro comercial, iríamos a comprar los ingredientes para la pizza de mi bebé.

Bajamos del auto y caminamos.

- Deja de morderte las uñas.- le dije, eso también es parte de su ansiedad, quitó su mano de la boca.

La tome y caminamos hacia donde venden la comida.

Llevábamos fácilmente casi media hora haciéndonos tontos. Solo jugábamos por ahí. En la tienda hay música, así que nos poníamos a bailar ridículamente. La gente nos miraba, algunos con ternura y otros raro. Pero no nos importaba, somos muy felices.

- Ya, ahora si ya hay que hacer a lo que venimos.- dije riendo mientras me separaba de el.

Y terminamos comprando mas cosas de lo que necesitábamos.

****************************

- Creo que voy a vomitar.

Habíamos comido, no mucho, DEMASIADO.

Estábamos los dos tirados en el piso, con el estomago a nada de explotar.

- Necesito hacer ejercicio ya.- dije mientras sobaba mi estomago.

- Yo se de una manera en la que podemos hacer ejercicio, y no sufriremos para nada.

Tarde en entender.

- ¡Quinton!

Solto una carcajada.

- Era broma.

- Iri brimi

- Deja de imitarme.

- Diji di imitirmi

- Quinton es el hombre mas guapo del mundo.

- Qintin is il himbri mis gipi dil mindi.

- Siempre que veo a Quinton me dan ganas de cogérmelo.

- Simpri qi vii i qi... ¡OYE!

- JAJAJJAJAJAJAJA.