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Cap.20

Movistar Arena.
4:00 p.m.
20 horas después del atraco.
1 día para el día D.

Valentín.

Me había pasado con el tema de la bebida y lo sabía, para ser sincero no recordaba nada de lo que habíamos hablado estaba a punto de preguntárselo pero recordé que seguramente ya era tarde.

Sabía que mi confusión respecto a la pesadilla y lo que había pasado se notaba en cada parte y movimiento que hacía mi cuerpo, él solo me miró atento esperando adivinar cuál sería mi siguiente acción y la que resultó ser ni siquiera yo me la esperaba.

En mi defensa no tengo nada que decir, estaba confundido, mareado y con un sabor amargo en la boca que no me dejaba procesar muy bien lo que pasaba a mí alrededor, tampoco pretendía hacerlo últimamente lo único que hacía era darle vueltas a asuntos que ya habían sido enterrados en mi cabeza. Ya no quería hacerlo, sobretodo porque era consciente del daño que podía hacer con esos cristales rotos de mi interior, cualquiera que se me acercara terminaba herido, de una u otra manera.

Lo tome del brazo y lo lleve de vuelta a la silla, solo vende sus ojos y le ate las manos asegurándome esta vez que no quedaran tan apretadas, el castaño no dijo nada solo se limitó a hacer lo que le dijera.
Antes de salir de la habitación me quedé un momento observándolo, no tenía ninguna intención de hacer algo y no buscaba hacer nada en particular, pero de alguna manera observarlo me tranquilizaba no sé si era eso , era un sentimiento de alivio que nunca había experimentado o que nunca me había permitido experimentar. Tampoco buscaba encontrarle explicaciones a esa sensación, me daba miedo con lo que sea que me fuera a encontrar, sobretodo por la situación en que estábamos, él tan bueno y yo tan esto.

Ni siquiera sé cómo podía definirme. Quizá por eso sentí la necesidad cuando estaba en frente de él, en esa posición en la que olvidabamos por un pequeño instante los bandos a los que perteneciamos y elevabamos la bandera de paz entre ambos, en esa posición que me hacía pensar que todo iba a estar bien aunque alrededor literalmente haya una guerra, o quizá solo necesitaba escucharlo de él, pero no sabía muy bien que esperaba escuchar o si lo que fuera a responder me llegara a gustar. Tal vez fue esta revolución dentro de mí cuerpo y solo solté esa pregunta.

- ¿Crees que soy malo? - claramente fue un disfraz, me tembló la voz porque la verdadera pregunta que me atormentaba  era si me tenía miedo, más que la pregunta era la respuesta.

Se quedó callado un buen rato, por supuesto que no se esperaba que preguntara eso y es que bastaba observar un segundo esta imagen para que cualquier persona respondiera un rotundo "sí". Pero se tomó el tiempo para pensarlo ¿era posible que lo estuviera pensando? ¿o era solo que estaba buscando las palabras adecuadas para no decir solamente un "sí"? 

Solté un suspiro dispuesto a irme, en el fondo ya sabía la respuesta, es fácil después de todo. Los buenos son buenos y los malos son los malos. Las blancas son las blancas y las negras son las negras, curiosamente en la mente de las personas ya hay un claro ganador, no hay más, no hay grises, no hay matices, aunque todo este lleno de ellos.

Tomé la bolsa y empecé a caminar hacia la puerta, justo antes de salir escuché esa voz nuevamente.

- Sé que no sos malo y sé que vos también lo sabes, pero tenés una manera muy rara de demostrarlo. - cortó ahí y volví a escuchar su voz en mi cabeza "hace algo Valentín". Las dudas se apoderaron de mi cuerpo.

Hay una jugada escrita para cada pieza, después de todo ¿Qué es un peón contra un rey?

Solo salí de ahí sin decir más nada, tenía muchas cosas que decir pero no podía decir nada.

Dejé la bolsa en una de las mesas y fuí a la oficina principal donde estaban reunidos los chicos en la mesa redonda. Al llegar solo me dedicaron una rápida mirada pero nadie dijo nada.

- Ya logramos recuperar la conexión con Dam así que no podemos seguir perdiendo el tiempo - tome asiento mientras Duki hablaba.-

- ¿Te dijo por qué fue? - preguntó ecko.

- Una falla técnica, cosas que pasan - evadió el tema - las familias están depositando el dinero en los lugares acordados, el plan sigue su curso y mañana tendremos la segunda entre de parte de la policía, recordemos estar preparados teniendo en cuenta lo que sucedió hoy, ni más errores.- concluyó.-

- ¿A qué hora partiremos? - pregunté.-

- El primer grupo por la tarde el otro por la noche, ya saben cómo estamos divididos. -

- ¿No sería bueno que en el grupo de la tarde fueran más? - hablo ahora Lit.-

- No - dije -  van duki, Manu y Mateo quedamos justos.-  terminé de hablar y sentí una pesada mirada sobre mí que no tarde en encontrar, era Manuel otra vez con esa preocupación y pena que me estaba mareando.

- Ya no podemos hacer cambios ahora, luego de recoger la plata cada uno tiene un destino y no quiero nada de contacto, todos aquí la saben remar solos es mejor no arriesgarnos. -

- ¿Cuando nos volveremos a ver? - preguntó Mateo y no sé si fue mi percepción pero la mirada de Duki me indico que esa pregunta no le había agradado nada. -

- Cuando ya no seamos noticia, cuando todo esté más tranquilo supongo - suponía, siempre suponía. -

- Nosotros nos llevamos a tres rehenes eso sigue igual, a verde lo usaremos como carnada con la policía. Esos es todo. -  Duki terminó de hablar y todos se empezaron a levantar de sus sillas pero pararon cuando mi voz resonó en el lugar.

- ¿Cómo vamos a dividir los rehenes, eso nunca lo charlamos?

- Dos van con nosotros otro se queda con ustedes da igual wosi .- respondió el teñido de mala manera.-

- Era para tenerlo claro nada más - levanté los hombros, realmente me interesaba pero sabía que si seguía insistiendo se armarian ideas que no eran, y no solamente ellos sino en mi cabeza.

Me levanté y Manuel pasó al lado mío antes de salir.

- Ya no te preocupes en seguir el plan ya no tiene sentido, de hecho nunca lo tuvo - y salió por la puerta con las manos en su bolsillo.

Suspiré con pesadez cuando esa duda se volvió a apoderar de todo mi cuerpo, la sentía pesada y palpitar en cada parte de mí y volvía aparecer en cada movimiento que hacia.

Ya mañana acabaría todo esto, mañana sería solo otra historia más guardada en el baúl de recuerdos que estaba en mi mente. Pero tenía ese presentimiento, eso que molestaba en el pecho, eso que agitaba aún más la tormenta porque algo me decía que no estaría todo bien, de hecho nada estaría bien porque mañana no sería el fin.

Las partidas de ajedrez no finalizan en el jaque mate, abarca el antes el durante y el después. ¿Cómo finaliza la partida con tu rival? ¿Con un apretón de manos? ¿Con una mirada desafiante pidiendo una revancha? ¿Con una mirada de aceptación y un par de risas? Pero cuando y cómo finaliza esa partida con tu rival, no con el que tenemos en frente, ese es el menos importante, hablamos de ese rival interno que habita en cada pieza del tablero, ese que nos da tanto miedo ver en nuestro reflejo, ese que llevamos dentro.



























gracias por leer


<3

Atraco ; WosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora