𝐋𝐄𝐓𝐇𝐀𝐋 𝐋𝐎𝐕𝐄 | awae

4: 𝑄𝑢𝑒𝑑𝑎𝑡𝑒, 𝑝𝑜𝑟 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟.

HOLII!

A partir de ahora en algunos capítulos serán desde el punto de viste de Gilbert o Anne. Os quieroo🤍🏹

Gilbert POV's

Decaído...

Es como me siento. Solo recuerdo su melena rubia meciéndose con los toques de ese idiota. Ugh.

Mi cabeza da vueltas, y no, no es por el alcohol, es por ella. La chica que había cambiado mi mundo, pero al parecer yo no cambié el suyo.

Elise.

Te amé tanto que dolió.

Ash.

No puedo soportar la imagen de ella en los brazos de otro hombre, pero que le puedo hacer. Me puso los cuernos, dolió y pensé que lucharía, pero no, solo me dejó y se fue con aquel gilipollas.

Mi aliento apestaba a alcohol, eran las cuatro y media de la madrugada y estaba sentado en las escaleras de un portal en medio de la calle.

De repente un hombre pelirrojo, que también lucía borracho, pasó por delante de mi haciéndome que me fijara en su pelo.

Pelirrojo.

Naranja.

Zanahorias.

Anne.

No sabía por qué, pero la llamé. Deseaba molestarla? Un poquito.

-Gilbert?-Pregunta con una voz adormilada.-Que coño haces llamándome a estas horas?!

Solté una pequeña risa al haberla despertado.-Hola... Como estás?

-Dime por lo que más quieras que no me has llamado para preguntarme solo eso.-No bromea.

-No me gusta mentir.-Oigo un suspiro exasperante en la otra línea.-Es que, a veces pienso y... No crees que todo es injusto, que hagas lo que hagas acabas pagando los platos rotos?-Unas lágrimas se apoderan de mis ojos, forzando por quitarlas.-Todo me destruye y me carcome poco a poco...

-Donde estás?-Creo que notó que estoy borracho.

-Ehhh... No lo sé, solo vi a un pelirrojo...-Miro para la señal que está colocada cerca de un parque.-Central park. Pone eso no?

-Para que me preguntas? Ahg, da igual. Espera en la entrada, voy por ti en 10 y más te vale estar ahí.-Y sin darme tiempo a decir nad, cuelga.

Miro mi botella. Esta vacía.

Me levanto con un movimiento brusco y la tiro a un contenedor cualquiera. Si estuviera sobrio posiblemente estaría preocupado por saber en que contenedor lo tiré, pero, bleh, que más da.

Arrastro mis pies hasta la entrada de Central Park, y me apoyó en un banco donde usualmente veo a un hombre alimentar a las palomas.

Cierro mis ojos y tiro mi cabeza hacia atrás haciendo que un sonoro suspiro de irritación brote de mis labios, que se mantienen entre abiertos.

Pasan unos minutos y un coche blanco pasa por delante parándose enfrente mío. Una fémina sale de él, la reconozco por su pelo.

Viene con unos tennis y un pijama de Capitán America, lo que me hizo echar una risita. Ella viene seria y se para delante de mi. La luz de la farola se quiebra, haciendo que sea la luna lo único que nos ilumine en la noche.

Se ve preciosa.

Su tez blanca es brillante y sus gemas azul cielo resplandecen con fiereza. Sus labios están hinchados y rojizos, se notaba que acababa de despertarse.