Capítulo 3 "¿Hay Algo Que No Hagas Bien?"

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Tuvo que regresar antes a casa pues Alfonso recibió una llamada de su madre pidiéndole que la acompañara a una reunión social, la invitó pero no se sentía con ánimos de ir, tenía demasiadas cosas en la cabeza como para tener que fingir una sonrisa por varias horas, así que se despidió en la entrada del restaurante y se dirigió directamente a casa, se dejó caer en un sillón de su habitación soltando un largo suspiro y se llevó las manos a la cara, no se sentía tan bien como pensó que pasaría al contarle a alguien lo sucedido, no sintió tanto apoyo de Alfonso como deseó y eso le estrujó el corazón, pensó en llamar a Maite pero recordó que estaba en una junta importante, entonces recordó la propuesta de Ángel, tomó su celular y buscó entre sus contactos, dudó algunos segundos pero al final pulsó en llamar, tres timbradas y escuchó su ronca voz al otro lado.

-¿Hola?-saludó el hombre causándole un hormigueo en la punta de los dedos.

-Hola Ángel, soy Dul-dijo un poco nerviosa.

-¿Cómo estás?-preguntó mientras se sentaba en un sillón.

-Bien, bueno, en lo que cabe.

-¿Por qué? ¿Qué pasó?-preguntó un poco preocupado.

-Hablé con ellos y no salió como esperaba-respondió en un suspiro.

-Cuéntame-pidió el hombre-, o si quieres podemos vernos y ya me cuentas.

-Sí, me gustaría-respondió Dul.

-Ok, podemos ir por un café.

-Mejor algo más fuerte-sugirió sonriendo.

-De acuerdo-respondió en medio de una pequeña risa- ¿Te parece en Alba?

-Claro, ahí nos vemos.

Tomó aire, tomó su bolso y salió de vuelta hacia su auto, los nervios comenzaron a aparecer y con ellos varias sonrisas a lo largo del camino hacia el bar donde lo vería, llegaron casi a la par y se dirigieron a la terraza del lugar; "se ve hermosa" pensó Christopher en cuanto la vio portando esos jeans ajustados, su blusa que aunque era básica se amoldaba perfectamente a sus curvas, y su cabello en una coleta alta; "este hombre es sumamente guapo" pensó Dul viendo cómo se marcaban sus músculos en esa camiseta y sus tatuajes siempre asomándose tentándola a averiguar de qué se trataban.

-Bueno y dime ¿Qué pasó?-preguntó en cuanto les llevaron sus bebidas.

-No vi venir lo que pasó...-respondió antes de contarle dejándolo igual de sorprendido que a Poncho, no, a decir verdad lo vio más sorprendido que a su mejor amigo.

-Increíble-exclamó el hombre.

-Lo sé, literalmente me dijeron que les estorbo-suspiró.

-Es que ¿Qué pasa por sus mentes? Si eres una mujer maravillosa-soltó de repente sin darse cuenta.

-¿Enserio?-preguntó con una pequeña sonrisa.

-Sí Dulce-asintió-, muy enserio, eres trabajadora, inteligente, divertida y muy guapa-otra cosa sin pensar-, además de que te preocupas por tu papá y eso no lo ven.

-Gracias-dijo nerviosa.

-Es la verdad-respondió encogiéndose de hombros provocando una sonrisa en los labios de la mujer.

-Yo creo que igual y sí es buena idea que me mude-confesó Dul en un suspiro-, puedo comprar un departamento y hacer mi vida...

-Espera-interrumpió el hombre-, ¿En verdad crees que eso sea realmente necesario?

-Sí, yo creo que sí.

-Ok, piénsalo bien, tómate unos días para meditarlo y ya después tomas una decisión.

Amor Encubierto (Vdy) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora