CAPITULO 9

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CAPITULO EDITADO

Miles

Dos semanas después...

Sigue enojada está así desde hace dos semanas, no me habla, creo que se está comportando de una manera infantil porque trato de conversar con ella y me esquiva y no me deja dormir en la habitación. duermo en el sofá con mi suegro y Lorena.

Creo que puede ser por las hormonas del embarazo, según Lorena, se le pasará pronto y eso espero que sea muy pronto.

Por otro lado, estamos en la casa club ya que hoy es la fiesta con los clubes que lo hacemos cada dos meses, para hacer tradición. Observo con atención y con una sonrisa a mi vieja dama que está al lado mío, aprieta mi agarre y frunce su ceño.

¿Qué le pasa? Miro mi alrededor luego a ella.

Está celosa y es posesiva, me encanta. Extrañaba estar cerca de ella, necesito que ella este a mi lado de nuevo.

— Eres mío, Miles — dice sacándome de mis pensamientos y sonrío inocentemente.

— ¿Desde cuándo? — pregunto con una sonrisa pícara, ella me agarra de mis miembros y suelto un sonido de dolor.

Tengo que alejar a mi mujer de Lorena ¿Cuándo se volvió así?

— Desde que te vi, no puedes acercarte a ninguna mujer porque eres mío, aunque estemos peleados o me vaya lejos, eres mío — dice mirándome con intensidad.

Carajo, mi amigo está duro. Me encanta cuando se pone así, gruño.

— Soy tuyo cariño. Solo tengo ojos para ti — admito y me lanza una sonrisa.

— Dame un beso, quiero un beso delicioso — muerde sus labios ordenándome que lo haga y obedezco. Escuchamos que alguien aclara su garganta y nos separamos al instante ya que alguien me empuja.

— Sepárense ahora — gruñe mi suegro metiéndose en el medio de nosotros dos, mi mujer bufa y rueda los ojos irritada.

— Papá quiero a mi hombre conmigo porque me volveré loca, hace dos semanas que no le tengo en mi cama y quiero estar cerca de él. Ahora déjanos a solas — se queja y mi suegro abre los ojos asombrados.

— Diablos, señorita que mente más sucia — dice mirando a mi mujer quien se hace de la desatendida.

— No dije nada malo, papá. Ve con mi mamá, te está buscando desde hace rato — habla y su padre bufa irritado. Trisha empuja a su padre para que vaya a otro lado quien mira indignado a su hija.

— Ya basta, entendí la indirecta. Me largo de aquí — es lo único que digo.

Horas más tarde...

Hace dos horas que ha empezado y me estoy aburriendo, mi vieja dama está a mi lado con su botella de agua en la mano cuando trato de romper el silencio para irnos a descansar.

Escuchamos disparos constantes y me pongo en alerta igual que Trisha quien me mira.

— Tenemos que irnos, Trisha, ahora mismo — hablo, pero me ignora y saca su arma de fuego de la parte de atrás igual que yo.

— Cariño, vámonos, no quiero que te pase nada — me preocupo, pero sigue ignorando.

— Es mi club también, Miles. No dejaré ahora a mis hermanos — expresa con seriedad, me besa los labios. Suspiro frustrado.

— Nos encontramos de nuevo Princesa del Club — dice acercándose Faigel, mi mujer sigue apuntando al hombre.

Ese hombre nos estuvo ayudando ¿Qué carajos está pasando?

Adicta Tentación (#7 Mc Demons Kings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora