Adicta Tentación (#7 Mc Demons Kings)

CAPITULO 10

CAPITULO EDITADO

Trisha

Días más tarde...

Es temprano, abro mis ojos por la luz del sol que me molesta, Miles sigue con los ojos cerrados. Han pasado varios días desde que Miles no despierta todavía, según los doctores, es algo normal, pero igual eso no evita preocuparme.

Por otro lado, me puse a pensar que no me encontré más con la enfermera de la vez pasada, es muy raro todo lo que pasa.

Suspiro y me levanto de la cama para ir al baño cuando suelto su mano, pero aprieta mi mano y me doy la vuelta asombrada, con lágrimas en los ojos al observar que abre sus ojos.

El despertó, mi amor, despertó.

— Llamaré a un doctor, espérame aquí — digo tratando de no llorar luego me pongo a pensar en lo último que dije empecé a reírme sin que Miles me observe cuando me volteo toco el botón para llamar a la enfermera que enseguida viene junto a nosotros.

Es hora de ponerme seria ¿Cómo me puedo reír en una situación así?

Minutos más tarde...

El doctor ha venido hace 20 minutos, estoy esperando con los padres de Miles las recomendaciones e indicaciones.

— Estará en observación por lo menos 24 horas, está mejor sus heridas, podrá irse a casa, pero tendrá que hacer reposo — habla el doctor y suspiro de alivio.

— Gracias doctor — agradezco y observo a Miles que me mira con una sonrisa en el rostro cuando sale el doctor, me giro empiezo a llorar, abrazo a mi novio.

— Tenía tanto miedo de perderte — lloro como una niña pequeña. Él toca mi mejilla.

— Nunca me perderás — menciona decidido y me aproximo, besos sus labios al separarnos, Miles pone su mano en mi vientre.

— Estamos bien — es lo único que digo antes de que estemos en silencio, levanto mi vista para ver a mi novio quien tiene una sonrisa.

— ¿Qué pasa? — cuestiono.

— Cásate conmigo, Trisha — confiesa mientras entrelaza nuestras manos.

¿Qué acaba de decir? Creo que esto de estar en el hospital le afecto el cerebro.

— Cásate conmigo, estamos casados en el Club, pero legalmente no, quiero que seamos marido y mujer, te amo Trisha Pregonas — expresa con un tono suave.

— Me casare contigo Miles Schneider, te amo tanto — hablo con mi voz entrecortada sin pensar dos veces y mis lágrimas caen de felicidad.

Malditas hormonas.

Me voy a casar con el hombre que amo, carajo.

Me casaré con mi hombre.

Escucho que abren la puerta y me doy la vuelta para ver quién es, Mi papá y mi suegro están en la habitación.

— Nos vamos a casar — confiesa Miles sin ningún filtro y le fulmino con la mirada, golpeo despacio su hombro.

Escucho que alguien cae al suelo y miro a mi papá desmayado

— Cariño eso dolió ¿Cómo puedes hacerle esto a un enfermo? — se queja como un niño pequeño.

— Por abrir la boca — reprocho, miro a mi papá quien sigue en el suelo.

Ya despertará.

— Felicidades chicos, llamaré a tu mamá para contarle la noticia — dice con una sonrisa Caín saliendo con su teléfono en la mano.

Pero yo no quería decir así la noticia.

— Mi papá no despierta — hablo preocupada.

— Déjalo amor, ya despertará — dice tratando de tranquilizarme, golpeo de nuevo su hombro.

— ¿Por qué me golpeas de nuevo? — pregunta quejándose.

— Por hacerle desmayar a mi papá — respondo.

Minutos más tarde...

Mi padre se ha despertado, lloro como una niña pequeña porque me había dado un susto muy grande.

— Tranquila, Trisha. Estoy bien, recuerda que tienes a tu hijo en el vientre, no puedes recibir fuertes emociones, le puede hacer daño — dice mi padre y asiento, lo abrazo como un koala.

— No quiera que te enterarás así y Miles la cagó como siempre — lloro y mi papá mira a mi prometido porque se ríe a carcajadas.

— ¿Por qué te ríes? — pregunta mi papá gruñendo.

— Porque se desmayó cuando le dije la noticia — sigue riéndose Miles y yo le sigo la corriente.

Espera que le cuente a Eros y Deo — hablo entre risas, veo que niega la cabeza.

— No puedo creerlo — se queja y nos reímos más fuerte por sus quejas y sale de la habitación.

Narrador desconocido...

Se casará. Se casará

No puedo permitir que se case con él, tiene que hacerlo conmigo. Tengo que poner en marcha mi plan enseguida.