CAPITULO 11

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CAPITULO EDITADO

Miles

Se me escapó, pero hace años me quería casar con ella oficialmente, sabía que diría que sí, ella es mi todo, Trisha Pregonas es mi mujer. Somos el uno para el otro.

Esa mujer me encanta.

— Tienes que ir a descansar un poco, hija. Has dormido incomoda aquí en varios días, tienes que comer bien para que mi nieto y tu estén bien — habla el señor Pregonas con un tono suave. Trisha no quiere irse a casa para que descansar es una pelea total con ella porque ahora se comporta como una niña caprichosa.

¿Por qué no hace caso?

— Me quedaré con Miles y punto, no quiero irme de aquí hasta que te den el alta — gruñe enojada y nuestros padres se echan para atrás, levantan sus manos en forma de rendición.

Traidores. Son unos miedosos.

— No hay que hacer enojar a una embarazada — dice mi papá mientras me observa con pena y ruedo los ojos.

— Te irás a casa y descansarás, necesitas dormir por el bebé. Necesito que estén bien — hablo en tono suave. Me mira mal y se levanta de la silla.

— Eres un idiota — gruñe enojada saliendo de la habitación.

¿Que acaba de pasar? No entiendo nada.

— Es una Ezkarra definitivamente — dicen los dos hombres negando y riéndose al mismo tiempo. Observamos que ella viene de nuevo, pero con comida en la mano.

Minutos más tarde...

No puedo creerlo, ellos se están burlando, hacemos batallas de mirada con Trisha y por supuesto ella gana, hace un gesto de triunfo.

— Papá ¿Me traes ropa? — pregunta.

— Vengo enseguida — es lo único que dice mi suegro quien sale al instante de la habitación.

Ella es una chica caprichosa y terca.

— Cariño no saldré de esta habitación hasta que te pongas bien así que te aguantas — me dice enojada y con los brazos cruzados.

Carajo, esta mujer es ardiente cuando se enoja.

Minutos después...

Mi suegro viene con una mochila y le entrega a Trisha, se va al baño del hospital, escucho que se encierra.

— Ella es igual a Arlette cuando estaba embarazada, las chicas tienen las hormonas muy complicadas cuando están embarazadas, nunca entendí porque, pero bueno, así es la vida — dice tranquilo y mirando el ¿Baño?

Sale Trisha de ahí y observa al señor Killian confundida.

— Papá ¿Estás bien? ¿Qué te pasa? — pregunta preocupada y el asiente varias veces.

— Claro que sí, solo me estaba acordando de algo. Iré por algo de comer en la cafetería también te traeré a ti, hija — dice tranquilo y mi mujer asiente con la cabeza varias veces.

Horas más tarde...

Trisha está dormida al lado mía, le abrazo sin apretar su vientre mientras miro la televisión, su pequeño ronquido me hace sonreír un poco porque extrañaba estar así con ella, extrañaba que ella duerma conmigo.

Trisha será mi esposa muy pronto, tendré una familia perfecta junto a ella y mi hijo. Abrazo a ella en forma posesiva y cierro mis ojos para dormir con una sonrisa porque sé que mañana estaré con ella.

Narrador desconocido

Entro sigilosamente en la habitación de Miles, el hombre que me quito a mi mujer. Encuentro a la pareja dormida, me pongo frente a la cama, observo detenidamente a los dos idiotas.

— Los destruiré, lo prometo — susurro enojado, salgo de la habitación, encuentro a una enfermera que viene hacia acá.

— ¿Señor está perdido? — pregunta, pero niego la cabeza varias veces sonriendo falsamente.

— Voy de salida — contesto con tranquilidad.

— Que tenga una buena noche — dice en forma educada pero solo me limito a asentir.

El primer plan; tratar de que la princesa del Club me tenga confianza. No creo que eso sea tan difícil.

Miles

Día siguiente...

Abro mis ojos poco a poco por la molestia de la luz del sol, observo que mi mujer está al lado mío dormida todavía, sonrío y cierro de nuevo los ojos hasta que el doctor abre la puerta de la habitación.

— Buenos días, Señor Schneider — me saluda con una sonrisa, mira a Trisha quien sigue dormida y sonríe de lado.

— Buenos días — respondo el saludo.

— Al parecer tiene pasó una buena noche con su esposa. Vengo a decirle que le daré el alta hoy, vendré más tarde con el papeleo — informa.

— Gracias, doctor — es lo único que digo y el solo asiente con la cabeza con una sonrisa.

— No hay porque — contesta y sale de la pieza.  

Adicta Tentación (#7 Mc Demons Kings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora