¿Su derecho? Antes de que pudiera decir una palabra, Walter me
interrumpió.—Muy bien. Entonces no aceptamos la tregua de Cronos.
—¿Y la lista de traidores? —dijo Dylan, mirando el pergamino con un brillo desagradable en sus ojos. ¿Qué pretendía hacer, dar caza a todos y cada uno de ellos? De alguna manera no se sentía muy lejos de la verdad.
—Trataré con ellos personalmente —dijo Walter, y con un movimiento de su mano, el pergamino desapareció—. Ya hemos perdido la alianza de la mayoría de los dioses. Eso no es noticia.
—¿Entonces qué? ¿Vas a dejar que todas esas personas mueran mientras peleas una guerra que sabes no puedes ganar? —dije, y el agarre de Henry alrededor de mis hombros se tensó.
Pero yo no era su derecho, y no dejaría que algo como esto pasara sólo porque Walter decidió que la discusión había terminado. Él no siempre estaba en lo correcto. Mi niñez era prueba de eso.
—No —dijo Walter—. Tengo la intención de ganar la guerra. Ahora si nos disculpas, Kate, tenemos que discutir el ataque de mañana. Dada tu cercanía con Cronos, sería mejor si no oyes nuestros planes.
Nadie habló en mi defensa. Ni Henry, ni James, ni siquiera mi madre. Después de varios segundos, tragué el nudo en mi garganta y me quité del agarre de Henry. Si no me querían alrededor, entonces bien, pero no iba a quedarme de brazos cruzados por la próxima década mientras ellos hacían que mataran a todos.
Estaba a medio camino a la habitación de invitados cuando Henry me alcanzó. Puso su mano en mi brazo, y no le hice caso, demasiado furiosa para decir algo. Me había prometido que nuestra relación seria de igual a igual. Que yo no le pertenecería a él. Ese no era el modo en que funcionábamos, y ¿cómo se atrevía a insinuar que era suya por cualquier otro motivo que no fuera el hecho de que yo quería serlo?
Entré enfurecida a la habitación e intenté dar un portazo, pero él la agarró.
—Kate, por favor, ¿podrías escucharme?
—¿Por qué debería? —Vagaba desde un extremo de la habitación al otro, mirándolo penetrantemente y en silencio desafiándolo a acercarse. Él sólo avanzó lo suficiente para cerrar la puerta tras él—. No me escuchaste ¿porqué, porque soy joven? ¿Por qué soy una chica? ¿Qué es Henry? ¿Por qué de repente no soy nada más que tu derecho?
Él exhaló.
—Sabes que no pienso en ti de esa manera...
—De seguro podrías haberme engañado últimamente.
—Eso no es justo. Estoy tratando de mantener a mi familia intacta, y la única manera de hacer eso es hablar un lenguaje que mi hermano entienda.
—Oh, ¿así que él es el misógamo?
—Sí —dijo Henry—. Él nunca ha comprendido la relación de pareja. Ni en su matrimonio, ni dentro del Consejo, ni siquiera entre sus hermanos. No es justo, pero él es la cabeza del Consejo, y debemos jugar este juego a su manera.
Me desplomé en la cama.
—Genial. Pasé toda mi vida queriendo una familia, y cuando finalmente tengo una, está llena de personas que piensan que no soy mejor que suciedad.
Henry dio unos cautelosos pasos hacia mí, pero se detuvo cuando le di un vistazo.
—Desearía que me hubieras dicho de tu trato con Cronos.
—Hasta hace dos día, estabas en un coma —le señalé.
(Misógamo: Enemigo del matrimonio.)
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THE GODDESS INHERITANCE #5
RomansaAmor o vida. Henry o su hijo. El fin de su familia o el fin del mundo. Kate debe elegir. Durante nueve meses de cautiverio, Kate Winters ha sobrevivido a una diosa celosa, un vengativo Titan y un embarazo que nunca pidió. Ahora la Reina de los Diose...