Parte 1: El encuentro con la irrealidad

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"El comienzo de una historia puede significar el fin de otra, somos solamente retazos de algo mucho mas grande"

Parte I

Un rayo de luz se asoma desde mi ventana. Entre abro mis ojos mientras la claridad del dia golpea mis pupilas indicándome que ya habia amanecido. Aparto levemente las sábanas con mi diestra mientras paso la palma de mi otra mano por mis frente y la deslizo a través de mi cabellera.


—¿Que hora es? -Exclamé mientras deslizaba mis piernas para levanterme de la cama-

Volví mi mirada somnolienta hacia mi alrededor, mientras observaba con cierta angustia el estado en que estaba.

La sábana que recubria el colchón estaba en el suelo, algunas de las latas de cerveza que bebí el dia anterior estaban regadas y otras aplastadas no se porqué. Un cuadro que tenia en la mesa de noche yacia quebrado en el suelo y al parecer la misma mesa habia sido bruscamente movida de su posición, como si alguien la hubiese pateado. Mientras, el rayo de luz que fue el que logró despertarme, fue a causa de la cortina en la ventana, la cual estaba arrancada y rota.

—¿Qué... demonios pasó aqui?

Al despertar, me conseguí con ese escenario. 

Me di cuenta de que mi alarma no había sonado, no... no era que no había sonado, sino que cada vez eran más las ocasiones en que eran tan profundos los sueños que ni siquiera los ruidos exteriores podían despertarme y esto era así desde ya hace una semana. Pero, llegar al  sonámbulismo y mas a uno de esta magnitud ya es preocupante. 

Ya habían pasado varias noches en los mismos pensamientos. Muchos tipos de sueños me atormentaban y no me dejaban descansar, solamente ansiaba un poco de paz si quiera al dormir.

Experimentaba jaquecas y dolores de cabeza constantes debido a la falta de sueño. Si bien era muy irónico decirlo, pues en si podía dormir bien, más aun el "insomnio" fue el diagnostico decretado por muchos doctores a los cuales acudí.

Al levantarme de la cama mire hacia mi reloj y noté que la hora era bastante avanzada. Obvie la situación de mi entorno y fui presuroso hacia la cocina.

Coloque dos panes en la tostadora mientras iba a cepillarme los dientes como de costumbre. Pero, aun así, pase por alto mis actividades habituales y me dirigí directamente a darme un ducha. Sabía que no era nada temprano y no podía darme el lujo de llegar tarde al trabajo pues tenía una junta de negocios justo ese día.

Luego de entrar en la regadera me puse a pensar fuertemente en busca de recordar el sueño que había tenido, pues, un sentimiento de ansiedad me invadió desde el momento en que me desperté. Parecía ser algo importante y diferente pese a que lo olvidé con facilidad. 

Mientras las gotas de agua caían, mis pensamientos se volvían más confusos y turbios, las gotas de agua que caían simulaban su peso como una lluvia de plomo sobre mi cuerpo, las cuales incomodaban mas mi situación provocando una incomodidad febril.

-Decidí salir de la regadera-.

Me acerqué al porta toallas, y tomé una para secar mi cuerpo. Comencé a hacerlo por partes lentamente. Piernas, abdomen, pecho y brazos; en ese orden y con cuidado. Aún no había pasado la toalla por mi rostro y alcé mi vista hacia el espejo fue cuando cerca de mi reflejo mis ojos captaron una sombra que se alzaba a mi espalda tenebrosamente, la cual crecía con intensidad con cada instante que la miraba. 

Mi cuerpo se estremeció al instante acompañado de un escalofrió. Al momento retrocedí en un arrebato de impresión, tomé la toalla que había tirado al piso y sequé mi cara rápidamente, con la esperanza de ver solo una ilusión. Cuando, al mirar de nuevo simplemente no había nada más que mi reflejo.

Las noches de desesperaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora