prologo

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Entre familia no puede haber atracción, o bueno casi siempre, tsukasa yugi, con un fuerte alfa, se a fijado en su hermano mayor, un lindo omega azabache, con según tsukasa, el mejor olor del mundo.

Cabe decir que eso en si es raro, pues se supone que entre familia no debe a ver atracción, ya que la familia no percibe él olor como atrayente, pero estos gemelos los vuelve loco el olor del otro.

Amane Yugi le encanta el olor a chocolate de tsukasa, y a Tsukasa le encanta el olor a donas recién horneadas de Amane, pero hay un pequeño problema el cual es lo que diría su querida madre si se entera de la atracción del par de gemelos.

En una tarde de verano, alrededor de las 5:30 de la tarde, Un par de chicos azabaches de ojos ámbar se encontraban sentados en un consultorio, — oye, Amane, ¿ cuanto mas tendremos que esperar?— pregunto él menor de los gemelos, él cual mecía sus piernas de adelante hacia atrás, él mayor giro su mirada hacia la derecha, haciendo contacto visual con su gemelo, — listo chicos — dijo una mujer de cabellos castaños y ojos ámbar, que dirigió su mirada sonriente a sus hijos, ambos chicos miraron a su progenitora, — y ¿ qué dijo el doctor?— pregunto él mayor en un tono tímido, — lo hablaremos en la casa — dijo en un tono tranquilo la omega, ambos gemelos asintieron y caminaron ala salida.

Él sonido de los seguros resonaron en la solitaria casa, el crujido de la puerta dejo ver ala pequeña familia, la omega mayor soltó un suspiro cansado, viendo a sus hijos sentarse en la sala, ella los siguió después de cerrar la puerta, el silencio predominaba en la sala, la mujer tomo asiento y miro a sus hijos, los cuales tenían toda su atención en su madre.

— bien chicos, ya todos sabemos que tiene la edad suficiente para que se manifiesten sus castas — hizo una pausa y miro a los gemelos, el mayor estaba nervioso y el menor ansioso, — bien, mañana cumplen 14 años, así que están en su derecho de saberlo, Amane tu eres un omega — el mayor se mordió un labio y miro incrédulo a su madre, —Tsukasa tu eres un alfa — dijo en un tono sereno y apacible, — Yo cuidare a Amane — dijo fuerte y seguro con una sonrisa enorme que dejaba ala vista sus colmillos mientras al mismo tiempo abrasaba de los hombros a su hermano, él cual todavía no procesaba la información.

La cena transcurrió normal, tranquilo, ambos dejaron sus platos para lavar y subieron las escaleras corriendo hacia el cuarto que compartían, ambos se cambiaron y cada quien fue a dormir a sus respectivas camas, el menor durmió con una gran sonrisa en su rostro, el mayor se removía en su cama inquieto, se giro viendo a su hermano, el cual estaba roncando ligeramente y con media pierna fuera de la cama, con la almohada prácticamente en el suelo y un hilo de baba escurriendo en su boca.

Los rayos de sol se filtraban por las blancas cortinas del cuarto, el menor se levanto con una sonrisa y de un salto, pero al momento de mirar a su gemelo algo en el cambio, o despertó.

Bueno aquí les traigo otra historia de los norteños, de este hermoso y hasta cierto punto toxico shipp, espero y les guste la historia.

Bueno aquí les traigo otra historia de los norteños, de este hermoso y hasta cierto punto toxico shipp, espero y les guste la historia

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