Ya no compartiremos

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Tsukasa fue él primero en levantarse, al girar su mirada ala cama de alado, se encontró con la imagen de su adorado Amane todo sonrojado, como si estuviera resfriado, se levanto y camino hacia el, - mgh~- un gemido salio de los labios de su gemelo.

Amane empezó a removerse en su cama, de poco a poco empezó a abrir los ojos, aunque no se encontrara en sus 5 sentidos, su entrada estaba mojada por su lubricante natural, tenia una erección, su cara estaba toda roja, de su boca salían gemidos, y él olor a un alfa llego a sus fosas nasales, - Alfa~- gimió, Tsukasa no entendía del todo lo que pasaba, solo sabia que Amane lo necesitaba.

De pronto un olor a donas llego a su nariz, ¿ acaso madre estaba haciendo donas?, algo despertó, de pronto sentía la necesidad de abrazar a Amane, de anudarlo, de marcarlo, de impregnarlo de su olor, en las piernas de Tsukasa empezaba a crecer una erección, empezó a soltar gruñidos y se levanto hasta donde se encontraba aquel omega rogándole con tomarlo y marcarlo.

Al estar lo suficiente cerca, Amane se tiro a los brazos de su gemelo, y algo desesperado empezó a besarlo, sus feromonas inundaron la habitación, sus olores se mezclaron, y eso alerto ala omega que estaba a cargo.

Hanako Yugi se levanto exaltada al percatarse de algo, el olor de un omega y un alfa en celo, y al sentirlo tan fuerte lo mas seguro era que son sus hijos, sin perder el tiempo, tomo un supresor de alfa y uno de omega y un sedante para su hijo menor, y salio corriendo al cuarto que ambos compartían.

Mientras Tsukasa ya tenia posicionado a su gemelo, el cual ayudo a su hermanito, colocando su pecho contra el colchón y elevando sus caderas, el menor frotaba su miembro contra la entrada de su querido Amane, el cual soltaba gemidos a diestra y siniestra, el menor de los Yugi empezó a retirar la ultima prenda que se interponía entre el y su hermano, al quitarle y estar a punto de entrar en su querido Amane, sintió una punzada en su brazo.

Su madre había entrado sin ser notada, y apresurada sedo a el menor de sus hijos, para luego aplicarle el supresor, y luego cargarlo hacia la habitación de huéspedes, al regresar vio a su primogénito gimiendo y oliendo la camisa de su hermano en un vago intentando de sentir algo alfa nuevamente, Hanako algo sorprendida y perturbada le dio ( obligo) a tomar su supresor, esa seria una larga semana.

Al despertar Tsukasa se altero y desesperado intento salir, porque si, intento, pero la puerta tenia seguro, y en la entrada de esta estaba un plato de comida, el joven alfa levanto el plato, solo para sentarse en el mismo lugar y colocarlo en sus piernas, miro su plato algo enojado, onigiris y udon con jugo de naranja, soltó un suspiro y le dio un mordisco al onigiri, - Amane- musitó con la boca llena.

Él omega al recobrar él conocimiento se sonrojo hasta las orejas, - ¿ q-que hice ?- se cuestiono, - casi te marca tu hermano - contesto su madre desde la puerta, con un plato de donas y un vaso de leche, se acerco hacia el, y le extendió él plato, el gemelo mayor lo tomo gustoso, pero con una expresión ida, - gracias ōka-san - dijo bajito, su madre solo lo miro preocupada, - Tsukasa esta en él cuarto de visitas, tienes que tomar tus supresores, y ya no compartirán habitación - sentencio la mujer, el la mire con un puchero en los labios y su ceño fruncido, pero no reclamo nada y solo se limito a darle una mordida a su hermosa dona, al final luego hablaría con Tsukasa, cuando se acabara él celo de ambos.

Esa semana paso relativamente rápido, claro que le dijo a Tsukasa que ya no podrían compartir él cuarto, y claro que su hermano reacciono mal, haciendo berrinche y rabietas como un niño pequeño, pero a los dos días de eso, el cuarto de visitas se volvió el cuarto de Tsukasa.

Él tiempo transcurrió y tuvieron que regresar ala escuela, en donde por lo menos ( según Tsukasa) estaban juntos, claro que hubo ciertas omegas que se fijaron en él guapo alfa con olor a chocolate, pero él las rechazaba directo y sin delicadeza, haciendo que la mayoría de omegas y chicas beta, se fueran contra Amane.

Y así paso él tiempo, con cada celo siendo separados, y que para bien o para mal les llegaba al mismo tiempo, esto se le dificultaba a Hanako, la cual tenia que salir de viaje de negocios, y por consecuencia dejar solos a los gemelos, claro que se iba intranquila, pero ¿ qué podía hacer?.

Ya dos años de su primer celo, los gemelos empezaron a tomar las características de sus castas, a Amane le crecieron ligeramente las caderas, se quedo algo bajo, sus rasgos eran finos, piel tersa y suave, cintura pequeña y un olor acogedor y dulce que le encantaba a varios alfas, y añadiendo un hermano posesivo, nos da como resultado como el omega mas codiciado en la academia kamome.

Tsukasa creció, según Amane es un "claro que creció", el menor era mas alto que el, por una cabeza mas o menos, se volvió un alfa muy guapo solía decir su madre cuando sacaban el tema, sus hombros se ensancharon a comparación de su hermano, tenia músculos, Tsukasa era atlético, era el líder del club de fútbol, varias chicas quería con el guapo alfa, pero los que lo conocían bien, sabían que tenia una insana obsesión con su hermano, además de que su personalidad infantil no queda al cazo de su apariencia.

- ne Amane~, tengo hambre- soltó quejumbroso el menor, estaban en la azotea de la escuela, era la hora del almuerzo, pero hoy trajeron curry, y a Tsukasa no le gustaba, por lo tanto se estaba quejando con su hermano, él cual comía a gusto su bento, - esta bien, traje unas donas, pero solo te daré una - sentencio él omega, entregándole una dona a su gemelo, el cual la acepto, las donas le recordaban a Amane, olían igual.

A lo lejos se podía ver a una alfa viendo la escena, tenia en sus manos unas donas que ella misma había preparado, todo para dárselas al pequeño omega, oprimió la bolsa, arraigándola un poca, no se rendiría ella conquistaría al bello omega de la academia kamome, o su nombre no era Yashiro Nene.

No creo que a alguien le interese pero hoy es mi cumpleaños, cumplo 13, no se si les sorprenda o no, pero la escritora tiene 13, así que lamento faltas de ortografía. Y espero que les guste.

 Y espero que les guste

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