Nuestra madre solo nos veía de cierta forma inmersa en sus pensamientos. Tsukasa ya no estaba pegado a mí de forma exagerada y posesiva, más sin embargo seguía bastante cerca de mí. Había un silencio incómodo en la habitación, de pronto ella soltó un suspiro ala nada, su rostro mostraba cansancio, su mirada sé hablando por un momento, como si nos quisiera en extremo como para aceptar esto y apoyarnos.
- regresaremos a casa, le acaban de dar de alta a Amane, así que suéltalo Tsukasa - ordeno la omega pelinegra, el menor de sus hijos hizo un puchero mientras dudoso se alejaba de mí. Otra vez el silencio inundó la habitación, ella se levantó, tomo su bolso rojo, aliso su falda lápiz roja, - Bueno, los esperaré afuera en la sala de espera, no tarden -, ella abrió la puerta y se quedó parada mirándonos expectante. Solté un suspiró cuando escuche sus pasos alejarse de la puerta, me levante algo adolorido de la camilla, el frío piso del suelo me hizo estremecer y tropezar con mis propios pies. No sentí un golpe seco, sino unos fuertes brazos abrasándome, el olor a chocolate me rodeaba, mi rostro se sonrojó, - cuidado Amane, pudiste lastimar a nuestro cachorro, Amane -, sus ojos mostraban preocupación.
- ahhhhh, Tsukasa bajame - ordené avergonzado mientras él me cargaba como princesa, - no, yo te ayudaré a cambiarte - su tono era travieso pero ala vez tierno. Me dejo en la cama nuevamente, empezó a quitarme la bata del hospital, dejándome en ropa interior, se acercó a uno de los sillones alado de mi camilla donde estaba la maleta con ropa que nos dejo nuestra madre. El sonido del sierre deslizándose fue lo único que perturbó el silencio entre los dos, me sentía cansado, mire nuevamente a mi hermano, traía en sus manos una camisa blanca y un pantalón de mezclilla con un pequeño cohete cocido en la parte superior derecha de mi muslo.
Me abracé a mi mismo, mi cuerpo pálido estaba rojo por la vergüenza que hacía que mis mejillas se pusieran rojas, - no, no me mires así, per-pervertido - no pude evitar tartamudear, - vamos Amane, te estoy ayudando, dejame ayudarte Amane - menciono mientras me ponía la camisa, pero siendo Tsukasa un pervertido de primera, mientras abrochaba los botones jugaba ocasionalmente con mis pezones, solté un gemido, y lo empujé, aunque solo se movió un par de centímetros, - de-deja de ser un pervertido, Tsukasa - mencioné avergonzado, - me cambiare sólo, así que ahora ve a vestirte tú -.
De la maleta saqué una pantalón de mezclilla y una camisa negra, y aun con mi camisa a medio abotonar me pare enfrente de Tsukasa, y bruscamente puse sus prendas contra su pecho, - dejame cambiarme en paz, y ve tu a vestirte - demande mirándolo a los ojos con mi ceño fruncido. Solté un suspiro de alivio al aire, tome la mano de Tsukasa que traía la maleta prácticamente vacía en su mano izquierda, - vamos a casa - dije risueño mientras sonreía y nos encaminábamos ala sala de espera a buscar a nuestra madre.
- al fin en casa - soltó con una pequeña sonrisa cansada nuestra madre, su rostro descuidado mostraba alivio, - si, ōka-san - mencione alegre tomando su mano, mientras yo era abrazado por mi alfa.
Me reviste en mi cama después de un merecido baño con agua caliente, mi mirada estaba fija en el techo, lleve mi mano derecha a mi frente, tapando ligeramente mis ojos, y mi mano restante acariciaba mi estomago, plano y sin un cambio aparente. Solté un suspiró, y cerré mis ojos deleitándose con el suave sonido del viento y los autos que pasaba por ahí, - te amare pase lo que pase - prometí mientras acariciaba mi estomago. A pesar de que fuera un error, de que haya encontrado a mi destinado y prefiriera al alfa que me había marcado sin el 100% de mi consentimiento, este bebé que llevo dentro mío, lo amó, lo amaré, hasta el fin de mis días, como una madre ama a sus hijos.
Me senté en el colchón viendo a Tsukasa dormir, como es que puede ser un pervertido de primera, pero en momentos comportarse como un niño pequeño. No pude evitar que mis labios se estiraran y curvarán formando una suave sonrisa de labios, es un tonto, si, pero es mi tonto.
No había tardado en quedarme dormido, siendo consciente de lo duro que seria tener un bebé estando apenas en preparatoria, a final, si, pero en preparatoria al fin y al cabo. Además Tsukasa no creo que sea el mejor padre, no es la mejor pareja, pero aun así lo amó, lo amó como una pareja y como un hermano. Espero que mi pequeño sea feliz con la familia que le tocó, y me esforzare en hacer que esto funcioné, ya sea que me cueste mi propia felicidad.
Espero les guste, perdón por que este capítulo sea más corto de lo usual, pero ya quería publicar y no sabia como seguir. Pero a mi me gusto, y espero que a ustedes también.
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relacion alfa-omega
Fanficque pasaría si entre gemelos se diera una atracción de pareja, los alfa cortejan omegas que usualmente no son de la familia, pero que pasa si hay una relación alfa-omega entre hermanos, y mas si son gemelos. Tsukasa x Amane AU omegaverse