Narra Darian
Todo es negro, todo a mí alrededor es negro.
Intento salir de este cuarto, pero no encuentro la salida, no veo absolutamente, el calor es insoportable, el aire está empezando a faltarme, me estoy asfixiando.
-¡AYUDA!-grito y abro los ojo, miro hacia todos lados y vuelvo a cerrar los ojos por la iluminción.
Todo ah sido un sueño, un sueño muy raro, parecía una pesadilla.
Vuelvo abrir los ojos con cuidado, me encuentro en la habitación del hospital, miro a los cinco chicos que de encuentran rodeando la camilla.
-Dari, ¿Estás bien? Estas sudando y gritaste por ayuda-dice Libardo preocupado, se encuentra a mi derecha.
No contesto nada, miro mi manos y están sudando, toco mi prente y esta empapada de sudor.
-¿Darian?-Jean agita su mano al frente de mí y me saca del transe en el que ne encuentro.
-Je...-Me interrumpe unos gritos que vienen desde afuera de la habitación.
La puerta se abre con mucha fuerza y entra la persona que menos imagine.
-Señor, le eh dicho que no puede entrar, ya eh llamado a seguridad para que se lo lleven-dice una chica que viene tras de el agitada de pelo rubio con traje de enfermera.
-Darian, me alegra que estés bien-Dice Matteo, pero Naim no me da chance de responder.
-Vete de aquí, ella no te quiere ver-dice Naim poniéndose a la defensiva.
-Tú no te metas-escupe Matteo.
Cuando Naim iba hablar, aparecen en la puerta dos hombres fuertes, son policías.
Uno de ellos agarra a Matteo de los brazos y le coloca unas esposas.
-Bien señorito, por pasar a la fuerza tienes que pasar con nosotros en la estación de policía-dice el que no lo tiene agarrado.
-No creo que haga falta-Dice Matteo un poco ¿Nervioso?.
-Sí que va hacer falta-dicen para luego llevárselo.
La enfermera se disculpa con nosotros y cierra la puerta y por fin dejo salir en aire que tenía retenido.
Los chicos están molestos y los entiendo, como se le ocurre aparecer a si como así en el hospital y formar un escándalo.
-Darian, ¿Si nos vas a contar porque gritaste?-inquiere Orson.
-Yo, yo no sé, un sueño-digo y todos ponen cara de confusión.
-¿Una pesadilla?-pregunta Orson, que al parecer es el único que habla después de que Matteo apareciera en la habitación.
-Creo que si-digo bajando la vista.
-¿Quieres hablar sobre eso?-pregunta.
Yo solo niego con la cabeza, es un sueño muy raro y no me va a entender y prefiero dejarlo estar.
Pasan algunos minutos de silencio, y mo estomago me recuerda que no eh comido en horas.
-Este-digo rompiendo el silencio tan incomodo-alguien que me pueda traer comida, es que tengo mucha hambre.