el olor a ropa, el crujir de las hojas bajo sus pies, la brillante luz de la mañana. todo le trajo sombras de recuerdos, unos que apenas podía distinguir debajo del velo en su mente, pero un sentimiento profundo en su estómago le dijo que todo esto...
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Después de terminar sus últimas charlas de ánimo con sus alumnos y conversar con algunos de los otros instructores, Shuhua se sentó en las alas del escenario y vio a los alumnos más jóvenes comenzar el programa con lindas interpretaciones de Hot Crossed Buns.
Sus alumnos actuaban más cerca de la mitad del recital, por lo que sus nervios crecían a medida que pasaba cada actuación. Sus dos alumnas tenían bastante experiencia, por lo que no estaba demasiado preocupada por ellas, pero Changmin era un comodín.
Su confianza iba y venía, y ella nunca estaba segura de qué desencadenaría sus ataques de ansiedad. Había estado mejorando mucho últimamente, pero podía darse cuenta de que su madre no lo estaba apoyando cada vez que intentaba mostrarle las nuevas canciones que estaba aprendiendo. A pesar de todos los deseos de su madre para que él fuera perfecto, ella ni siquiera parecía intentar ayudarlo más que pagarle a otras personas para que le enseñaran.
Finalmente fue el turno de Changmin, y caminó torpemente con su rígido traje hacia el banco del piano mientras unas cuantas toses sueltas provenían de la audiencia que esperaba. Se veía adorable con la gran chaqueta negra, aunque Shuhua se dio cuenta de que probablemente costaba más que todo su guardarropa.
Se sentó en el banco y se tomó un momento para reorganizar las partituras antes de comenzar. La primera mitad de la canción fue perfecta. Changmin hizo exactamente lo que habían practicado, y se dio cuenta de que realmente estaba empezando a entender cómo actuar frente a una audiencia. Shuhua se sintió tan orgullosa, quizás por primera vez en toda su vida. ¿Así se sintieron sus padres cuando la vieron triunfar? Tal vez ella tuvo una influencia positiva en el niño, incluso si era algo tan pequeño como que él aprendiera piano.
Estaba concentrado en cada nota, los dedos deslizándose por las teclas mientras practicaban. El salón estaba en silencio excepto por el piano, y Shuhua pudo ver que la multitud estaba igualmente cautivada por el niño pequeño que tocaba con una intensidad que los otros estudiantes no podían manejar.
La canción que tocó Changmin le recordó un recuerdo enterrado durante mucho tiempo que comenzó a flotar en la superficie de su mente. Shuhua podía ver su rostro entre la multitud, una expresión de orgullo creciendo mientras actuaba en el concierto más grande de su carrera. Shuhua normalmente cerraba los ojos mientras tocaba para sentir la música por completo, pero esta vez los mantuvo abiertos y enfocados en el asiento tres filas hacia arriba y hacia un lado.
Soojin era su ancla, su mayor apoyo y la única persona cuya mirada podía hacer que Shuhua se sintiera tan en paz.
Había tenido mucho miedo y Soojin la había ayudado a superar al menos tres ataques de pánico esta semana a pesar de que tenía su propia agenda ocupada casi todos los días. Shuhua nunca había estado más agradecida de que alguien existiera en este mundo.
Mientras tocaba, se dio cuenta de que era la primera vez que tocaba para alguien a quien amaba desde que se mudó de casa, tan lejos de su familia. Durante sus recitales universitarios, no tenía a nadie excepto a sus maestros y compañeras de clase, y cuando ella y Soojin se conocieron, Shuhua estaba tomando un largo descanso de la actuación, sus dudas sobre sí misma la abrumaban mientras se ahogaba en lo más profundo de la vida adulta. Pero ahora, ahora tenía a alguien que la había animado a volver a los escenarios después de un año de dudas.
