el olor a ropa, el crujir de las hojas bajo sus pies, la brillante luz de la mañana. todo le trajo sombras de recuerdos, unos que apenas podía distinguir debajo del velo en su mente, pero un sentimiento profundo en su estómago le dijo que todo esto...
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Shuhua pasó los siguientes días con una sensación de ansiedad en la boca del estómago, como si estuviera esperando que otra pesadilla pasara por su mente cada vez que estaba en público. Todo se sentía tan real, y ella se sintió profundamente afectada. Era como un recuerdo resurgido de la infancia que la traumatizó más de lo que creía, pero definitivamente no era de tan atrás. La plataforma en sus recuerdos era claramente coreana, no taiwanesa, por lo que tenía que haber pasado algún tiempo desde que se mudó a Seúl siete años antes.
Pero desde el incidente en la plataforma con Soojin cinco días antes, no había tenido una sola imagen intrusiva que invadiera su mente y desencadenara un ataque de pánico. Lo único que la perseguía era lo patética que se sentía cuando casi se derrumba frente a Soojin. No era exactamente lo que quería que Soojin recordara después de su noche juntas.
Esperaba que Soojin estuviera pensando en su beso, porque parecía ser lo único en la mente de Shuhua.
El museo se estaba mudando a una exhibición de la nueva temporada esta semana, por lo que Soojin estuvo ocupada desde el amanecer hasta las nueve o diez de la noche, por lo que no pudieron volver a verse hasta el domingo por la noche. Probablemente fue lo mejor, se dio cuenta cuando su cerebro finalmente decidió comenzar a trabajar de nuevo después de su beso. Si volvían a verse tan pronto, Shuhua estaba segura de que no podría resistir el impulso de besarla nuevamente. Con una mente más clara, sabía que necesitaban reducir la velocidad. En ese momento, solo se conocían desde hacía un mes, aunque Shuhua sentía que se conocían desde hacía mucho más tiempo. Se preguntó si Soojin también se sentía así, o si era solo un efecto secundario de su creciente enamoramiento por la otra mujer.
Shuhua no recordaba la última vez que había sentido algo tan fuerte por alguien, y eso la asustó. Estaba empezando a recordar a las últimas personas con las que salió y, según sus recuerdos, nunca parecían emocionarla así. Siempre había una voz cautelosa en la parte posterior de su cabeza que le decía que no se abriera por completo con ellas, y su vacilación siempre empañaba la relación con el tiempo, ya que sus parejas querían acercarse y ella se negaba. Siempre lo vio como autopreservación, una forma de evitar una verdadera angustia, pero ahora se dio cuenta de que era más una señal de su cobardía.
Pero con Soojin, fue diferente.
Por alguna razón que no podía explicar, quería que Soojin supiera todo sobre ella. Era un pensamiento peligroso, y sabía que tenía que arreglarlo antes de arruinar las cosas con Soojin antes de que realmente comenzaran. Solo se habían besado una vez durante su casi cita y ni siquiera habían discutido lo que querían de la relación entre ellas. Soojin solo podría querer a alguien con quien divertirse, y Shuhua tenía la sensación de que eventualmente terminaría con su propia angustia si se dejaba arrastrar demasiado hacia la órbita de Soojin.
Shuhua hizo todo lo posible para prepararse para volver a verla, solo para estar lista para cualquier posible resultado. Tenía la sensación de que la mujer la sorprendería una vez más... pero no estaba segura de cómo.
