12.-

983 93 46
                                    

La mañana no era soleada, había muchas nubes ocultando el sol y unas gruesas gotas de agua golpeaban las ventanas, el incesante sonido provoco que Joaquín se liberará poco a poco de los brazos de Morfeo, estirando su cuerpo por la cama, sintiéndose realmente agotado y con unos cuantos calambres en sus piernas.

A su lado no había nada más que una almohada arrugada y las sabanas destendidas, no estaba Emilio.

El todavía estaba desnudo y los chupetones en su cuello latian calientes como avisándole que la marca del pecado estaba ahí, fresca y bien marcada.

Se cubrió hasta el cuello con las sábanas y se acurrucó de nuevo en la cama, el reloj marcaba las 8:23 AM y pensó que era demasíado temprano para estar despierto ya, tenía trabajo pero últimamente estaba manejando todo desde su agenda y su laptop, la eficiente asistente que tenía le ayudaba a mantener todo en orden.

Se giró a admirar la vista que le regalaba el enorme ventanal de Emilio, el cielo se veia completamente hermoso pintado de gris, la lluvia hacia que todo se viera mucho más colorido y el ambiente fresco era algo que le llenaba de goce. Cerró los ojos un momento y respiro hondo, pudo percibir el perfume de Emilio aún en su piel y regado por toda la habitación, era exquisitamente varonil.

Abrio los ojos de golpe cuando recordó que su amiga estaba en otra habitación, dormida y herida, se levantó rápidamente y maldijo varias veces por no encontrar su ropa, la puerta se cerró y se escuchó la voz ronca de Emilio hablar.

-Tú ropa se está lavando.- Lo tomó por sorpresa.- Aurora paso la noche bien, en ningún momento cambiaron sus signos ni su temperatura, tranquilo

-¿Cómo sabes eso?.- Le cuestiono sin voltear a mirarlo.-

-Soy un doctor Joaco, tengo que estar checando cada hora a mi paciente

Joaquín se quedó quieto, procesando lo dicho.

-¿Te levantaste cada hora para vigilar a Aurora?.- Se dejó caer en la cama, mirando a Emilio quien por cierto iba sin camisa.-

-Asi es, creo que extraño mi trabajo.- Le sonrió el rizado.-

-Gracias Emi, de verdad.- Devolvió la sonrisa.- ¿Sabes cuándo despertará? Necesito saber que es lo que pasó

-Debe de estar despierta en un rato más.- Miro su reloj de noche en el buró.- ¿Quieres desayunar algo mientras?

-Me encantaría

-Bien, prepararé algo en lo que te vistes.- Sonrió.-

La puerta sonó y ambos se miraron para saber quién abriría, Emilio le dio una mirada incrédula y Joaquín rio bajito, negó con la cabeza y se dirigió al closet de Emilio, saco una de sus gigantescas camisas y le guiño un ojo. El rizado río y salió hacia la puerta dandole espacio a Joaquín.

¿Quién sería tan temprano? Podría ser el casero, nadie nunca venía a visitarlo tan temprano.

Se llevó una gran sorpresa al ver a Nikolas del otro lado de la puerta, el chico trataba de sonreírle aún con el semblante de preocupación que tenía, cuando puso atención a que Emilio iba sin camisa, Niko sonrió coqueto

-Si no fueras tú, esto me excitaría.- Le sonrió malévolo.- Parece el inicio de una película porno

Emilio rodó los ojos, dejándolo entrar.

-¿Qué haces aquí, Niko?

-Anoche Joaco me dejó un mensaje.- Dijo obvio.- ¿cómo está ella?

Emilio sintió compasión al ver cómo Niko cambiaba rápidamente su semblante a uno triste al preguntar por Aurora, pero lo entendía

-Ella está bien, solo que muy, muy golpeada.- Hizo una mueca.- Tiene que recibir más atención, radiografías y levantar denuncia de todo lo que pasó

-Entiendo.- Asintio shockeado Niko.- ¿Está despierta?

-Debería despertar en un rato más

El rubio mordió su dedo y después su labio, se le veía cansado y preocupado.

-Puedes pasar a verla si quieres.- Le sonrió amablemente.- Segunda habitación a la derecha

-Gracias amigo

Nikolas se adentro al pasillo bajo la mirada de Emilio, justo cuando iba a pasar la puerta de su habitación, está se abrió, dejando ver a un Joaco con su camisa apenas tapándole los muslos y despeinado, desabrochada del pecho. Se puso rojo en un instante al igual que Joaquín.

-Niko….- Dijo bajito el castaño.-

-Joaquín…- Repitió en el mismo tono.- Vaya, que bonita ropa.- Le sonrió divertido.- No creo que sea de tu talla, más bien parece de la talla de…- Volteo a ver a Emilio, quien desvío su mirada hacia el piso.- Traviesos.- Movió sus cejas de arriba abajo.-

-¿De que hablas?.- Emilio quiso ayudar a Joaco, puso una cara curiosa y una mueca de extrañeza.-

-De nada.- Tiro una carcajada el rubio.- Señor chupetones

Señalo con la mirada el cuello de Emilio para despues desaparecer en el pasillo.

Ambos rizados se miraron y rieron bajito cuando notaron que estaban igual de rojos de la cara, Joaquín negó con la cabeza y se metió al cuarto de nuevo.

Emilio preparo la cafetera para desayunar, si bien el estado de Aurora y la razón de los golpes le preocupaban mucho, no podía parar de recordar la noche anterior, había estado con Joaquín de la manera en la que más quería y en la que menos se imaginaba que iba a pasar, la cosa era que ahora todo se sentía extraño, porque Joaquín no había tocado el tema aún y el estaba como un adolescente recién enamorado de nuevo, ilusionado y confuso, ¿Para Joaquín significaba lo mismo que para el?
No lo sabía, pero tendría que hablar con el una vez que todo lo de Aurora quedará esclarecido, por lo pronto seguiría comportándose de la misma manera con Joaquín, protector y atento.

Unos 10 minutos después Joaquín salió de la habitación ya cambiado y precioso como de costumbre, Emilio siempre había admirado como pusiera lo que se pusiera el se seguía viendo elegante y sofisticado y hoy no era la excepción, incluso con esos pantalones anchos y esa camisa horrorosa con tonos chillones.

-Hize café y pan tostado.- Sus miradas se cruzaron y el nerviosismo le atacó.- Pero.. pero… si no quieres eso puedo hacerte otra cosa, ¿Huevos?, ¿Tostadas? No, eres modelo, no puedes comer eso.- Hablo rápido, mordiendose la lengua.- Una ensalada, ¿Quieres una ensalada? Pero….

-¡EMILIO!.- El menor levantó su voz, conteniendo la risa.-

-¿Uh?.- Cerró la puerta de la alacena, viendo atento a Joaquín.-

-Café y pan está bien.- Sonrió.-

Emilio asintio y se dispuso a sacar más pan de la alacena para alimentar a Joaco, se preguntaba cómo iba a actuar normal si los nervios lo comían vivo, haciendo que se comportará como un idiota sin oídos.

Joaquín lo veía atentamente, observaba sus musculosos brazos, sus rizos cortos y suaves, sus rasposas manos y para que negarlo, también su firme trasero, porque si, a Emilio por fin le había crecido esa zona, tal vez era cosa de esperar la pubertad o algo así.

Decir que estaba embobado con la vista era poco, le encantaba. Justo porque le encantaba había estado con el toda la noche, lo había besado hasta cansarse y había besado cada parte de su cuerpo hasta que sus labios se sintieron adormecidos, habían tenido sexo y cuando Joaquín se enfoco en esa realidad los nervios también llegaron a el, ¿Cómo se debía de comportar? No lo sabía y tampoco lo pensó en el momento que se lanzó a besarlo.

Había sido sexo, eso lo tenía claro. Lo que no tenía claro era porque en todo momento no había parado de sonreír ni de sentirse increíblemente cálido, había podido dormido bien y de corrido desde la muerte de Diego, no habían hecho falta pastillas ni música relajante, solo basto concentrarse en el calor que emanaba de Emilio para poder dormir hasta hoy.

Estaba apunto de abrir la boca para decir probablemente alguna cosa que lo delatará, solo que Niko entrando a la cocina se le adelantó.

-Sigue dormida.- Torció los labios.- Pero esos golpes se ven realmente mal

-Lo se.- Joaquín agachó la cabeza.- Todo esto es mi culpa

-¿Qué?, ¿Cómo sabes?.- Cuestionó Niko alarmado.-

-Estoy seguro que la misma persona que me quiso matar le hizo eso a ella

-Calmate Joaco.- Emilio habló.- Tal vez fue un asaltó, o no lo se...

-¿Un asalto?.- Joaquín río amargo.- Vinieron a dejarla a la puerta del lugar donde vivo, eso no fue un asalto, ese daño se lo hicieron porque saben lo que significa ella para mi

-Amigo.- Niko paso su brazo por su hombro.- Esto no es tu culpa, ¿cómo ibas a saberlo? No habían atacado antes a nadie cercano a ti

-Exactamente Nikolas.- Chillo.- ¿Quién mas sigue? Pueden ser otras muchas personas y yo no puedo hacer nada porque no se quién me odia tanto para joderme la existencia así

-Tu, tu familia y amigos van a tener que reforzar su seguridad.- El rostro de Emilio se deformó en una mueca de enojo.-

-¿Cómo les explico que van a tener que parar sus vidas para cuidarse?.- Joaquín mordió su labio.-

-Joaco, lo único bueno de esto es que no tienes muchos amigos.- Hablo Niko.- ¿Cuántos somos? Solo yo, Guerra y Aurora, la mayoría de tu familia no vive aquí, solo tu mamá, Ren y su prometido, por suerte no somos muchos y estoy seguro que todos van a entender, solo ten fé

Nikolas tenía razón, Joaquín no tenía muchas personas cercanas y eso era un buen punto a su favor, lo único malo era que esas personas eran su vida entera.

Y estaba Emilio, rezaba a cada momento para que el no estuviera en primer lugar en la lista de la despechada persona que tanto daño le había hecho ya.

Estuvieron hablando sobre que les diría Joaquín a todos para advertirlos y que no se viera como una matanza, pero nada sonaba bien.

El sonido de la puerta principal sonando los saco de la plática abruptamente, Joaquín se levantó de inmediato y se sacudió la ropa.

-Deben ser mi mamá y Renata, quieren ver cómo sigue Aurora, espero que no te moleste.- Miro a Emilio.-

-Por supuesto que no.- Sonrió.-

Joaquín salió de la cocina, Emilio no se perdió ni un paso que dio el castaño.

-Ey, tu.- Nikolas trono los dedos para llamar su atención.- En primera; No le mires el culo a mi mejor delante de mí.- Rodó los ojos.- En segunda: Lastímalo o desaparece de nuevo y te voy a cortar las bolas, ¿Entiendes? Yo todavía no te lo perdonó

-Nikolas...

La puerta principal se azotó fuerte, lo cual puso en alerta a ambos chicos en la cocina, pero lo que le siguió provocó que ambos salieran corriendo hacia la sala.

-¿¡Que haces tú aquí?!.- El rostro de Juan Osorio era cólera pura.- ¿¡Acaso quieres que maten a mi hijo?!

-Señor Osorio...- Joaquín dio un paso hacia atrás.- No se de qué me está hablando, yo...

-¿No sabes? Ya me enteré que te quisieron matar, es obvio que quieren tu cabeza y vienes a refugiarte con mi hijo porque quieres que lo maten, ¡porque lo odias!, ¿¡NO!?

-¡NO!.- Se hizo pequeño en su lugar.-

-¡Claro que lo odias!.- Grito Juan.- ¡Lo odias porque te dejo hace años!.- Los ojos de Joaquín se aguaron.- Ya vas a llorar.- Se burlo el hombre.- Siempre llorando niño, siempre siendo débil. Tu y tu estúpido amor por mi hijo van a terminar con su vida, ¡ALEJATE DE EL!

El hombre se abalanzó hacia a el, dispuesto a dañarlo, lo cual hubiese sido absurdo porque Joaquín era mucho más fuerte que el y aunque sus palabras le habían lastimado, el sabía que jamás volvería a quedarse callado delante de nadie y mucho menos de este hombre, para su suerte nisiquiera hubo necesidad de defenderse porque en segundos un ancho y alto cuerpo se interpuso entre ellos.

-Ni siquiera te atrevas.- Emilio agarro la mano de su padre y le dio un empujón hacia atrás.- Tu le tocas un pelo y yo te saco de aquí, ¿Entendiste?

-Y yo también.- Hablo Nikolas, abrazando a Joaco protectoramente.- Hay que ir más seguido a checarse la cabeza, Osorio

Juan le dio una mala mirada y se safo bruscamente del agarre de Emilio.

-¿Qué estás haciendo aquí?.- Escupió Emilio.- No te he visto en 7 años y no quiero verte ahora, no se quién te dio mi dirección pero vete

Joaquín y Nikolas quedaron anonadados y boquiabiertos por las palabras de Emilio. Pero igual que Emilio se había perdido muchas cosas de Joaquín, Joaquín también se había perdido de muchas de Emilio. Y una de esas era que desde que Emilio se fue a Canadá había perdido voluntariamente toda comunicación con su padre.

-Quería ver a mi único hijo después de tanto tiempo, pero no pensé en encontrarme con esta desagradable sorpresa.- Miro con asco a Joaquín y Nikolas lo miro mal.- ¿No hay mujeres disponibles, Emilio?

-¿No hay otro niño inocente al que puedas manejar y largarte de aquí, Juan?.- Lo miro fastidiado.-

-No puedo creer que prefieras a… este.- Apunto a Joaquín.- Antes que a tu padre, ¡Sacrifique todo por ti!

-¿Tu sacrificaste todo por mi?.- Emilio tiró una carcajada seca.- Me sacrificaste a mí para ser lo que eres ahora

-Eso no es cierto

-Claro que si. Pero no quiero hablar de eso, quiero que te vayas.- Apunto a la puerta.-

-Si, me voy.- Asintio.- Regreso cuando el ambiente no sea tan femenino y débil

-Suficiente.- Niko soltó a Joaco.- ¿Quieres unos cuantos golpes, Osorio?.- Se arremango la camisa de los brazos.- Ven, vamos a pelear, bastardo, ¡Acércate!, ¡Estoy hasta los huevos de que critiques la vida de mi amigo!, ¡Incluso cuando dejó de trabajar para ti lograste afectar sus trabajos con tus críticas!

-¿Qué?.- Emilio miro a Nikolas sin entender nada.-

-Tú papá dio críticas malas sobre mi a todos los productores que me buscaban.- Explicó el castaño.- Muchos trabajos rompieron el contrato por su culpa

Juan sonrió victorioso, sin descaro alguno.

-Te lo merecías

Emilio reventó justo ahí, un volcán estallo en el y jamás pudo sentir más odio y coraje hacia su progenitor, volteo hacia a el y lo tomo del saco, casi levantandolo del piso

-Escuchame bien.- Le dijo a la cara.- Tu dejaste de ser mi padre hace años, así que no te aparezcas por aquí como si fueras una visita que deseo y espero. Joaquín está viviendo conmigo y no tengo porque darte explicaciones de nada, siempre que te atrevas a volver el estará aquí, porque es su casa también y lo amo.- Niko soltó un grito de emoción a sus espaldas.- Así ha sido desde que lo conocí y probablemente así será toda la vida, así que ahorrate tus amenazas, y no vuelvas a interferir en cualquier trabajo suyo o se sabrán algunas cositas tuyas que no te convienen, ¿o si?

Osorio lo miro atónito pero con coraje en sus ojos, detestaba a Joaquín como a nadie por poner a Emilio en su contra desde que se conocieron, lo odiaba y deseaba que dejara de existir.

-Ya lo oíste, Juan.- Eli apareció detrás de el.- No vuelvas a hablarle así a mi hijo o tendré que enseñarte de lo que soy capaz

-Desaparezca si no quiere que lo saque.- Sebastián se irguió en su inmensa estatura con una mirada amenazante.-

Juan sonrió y asintió sin ganas.

-Cuídate, Joaquín

Le dio una última mirada de odio y salió del departamento sonriendo.
______________________________

Buenas tardessssss❤️.

Capítulo temprano pq lxs amo y lxs extrañaba mucho:(.

Déjenme sus teorías aquí.

Quejas aquí.

EH SÍGANME EN IG!!! SOLO TENGO 120 SEGUIDORES DE 117K PERSONAS QUE LEEN MIS HISTORIAS, NO SEAN FEOS:(.

mi ig es:

- emiliacoxever


Mi destino eres tú; Mentiras piadosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora