10.-

1K 98 42
                                    

La habitación estaba aún igual a como el la recordaba, paredes blancas, sin muchos adornos y con un aroma agradable, Samantha estaba ahí, viendolo a los ojos y esperando palabras, como todas las sesiones anteriores, aunque Joaquín sabía que estaba frustrada por no tener avanze, no lo demostraba.
-Joaquin, llevamos 4 sesiones y no obtengo mucho de ti.- Le dijo tranquilamente.- ¿Acaso no quieres ayudarte?
-Estoy comiendo bien.- Su voz era neutra y firme.-
-No solo se trata de eso.- Suspiró.- Me alegra mucho que estés comiendo bien y estes continuando tu vida, pero tu salud mental es muy importante también
El chico enarco una ceja desinteresado, no era que no le quisiera contar a Samantha como se sentía o como el coraje y el dolor amenazaban todos los días con destruirlo, no, era solo que las palabras no salían.
-He comprado algo para ti.- Hablo la mujer.- Es como una especie de terapia que te darás tu solo
Joaquín concentró su atención completamente en ella, interesado en esa terapia.
La mujer saco de su bata una pequeña libreta, forrada de color amarillo y con unos girasoles impregnados, la estiró hacia Joaquín y le sonrió
-¿Alguna vez has tenido un diario?.- Joaquín negó.- Pues, este será tuyo de ahora en adelante
El castaño frunció el ceño y la interrogó con la mirada
-Entiendo que lo pasaste fue muy fuerte para ti Joaco, y también entiendo que quizá no estás listo para hablarlo aún, y está bien.- Le sonrió comprensiva.- Pero aquí puedes escribir todo eso que tienes guardado, nadie lo leerá y será solo tuyo
Joaquín la miro dudoso, extendio sus manos y lo tomó.
-A veces tenemos que sincerarnos con nosotros mismos para poder hacerlo con los demás

JOAQUÍN

El lejano sonido de mi teléfono me despertó poco a poco de mis sueños pasados, abrí los ojos desorientado por el lugar donde estaba y aún con las imágenes pasadas vagando por mi mente.

El diario estaba muy escondido, en este lugar… pero tan escondido como los sueños de años atrás.

¿Por qué soñar eso después de tanto tiempo?, ¿Vivir con Emilio y estar durmiendo en su cama tendrá que ver?

El ringtone de mi teléfono vuelve a sonar anunciando una llamada de Aurora, nuestra foto ilumina la pantalla y lo tomo con una sonrisa en mis labios

-Hola guapa.- Digo alegremente.-

-Hola Bondoni.- Ríe.- Solo para decirte que estoy comprando donas para nuestra pijamada, espero que ya estés listo y que a Emilio no le molesten nuestros planes

-Para nada.- Chasqueé la lengua.- De echo fue a comprar comida para los tres

Escuché un gritito en la línea y reí bajito

-¿El también estará?.- La sorpresa en la voz de mi amiga hizo que soltará una carcajada.-

-Claro que no Auro.- Reí.- Solo cenará con nosotros, creo tiene trabajo trabajo que hacer por internet

-Me apachurra el corazón de ternura que pidiera sus vacaciones para estar contigo y cuidarte.- Su voz se enternecio y a mí se me erizo el vello.-

-Aurora…- Advertí.-

-Ya, ya. Ya se que Emilio jamás volverá a pasar….

-Me daré un baño rápido en lo que llegas

-Vale.- Mando un beso por la línea y colgó.-

Esto era tan jodidamente extraño. Demasiado.

Yo que no quería volver a ver nunca más a Emilio, estoy viviendo con el, durmiendo en su cama, acurrucándome entre sus sábanas, poniéndome sus camisas para dormir, y lo que es más extraño aún es que lo veo y no puedo sentir coraje, se que me daño como nadie lo ha hecho en la vida pero no veo en sus ojos otra cosa más que adoración hacia a mi, pero si eso fuera cierto, ¿Por qué dejarme de esa manera hace años?, ¿Porque regresar justo ahora con esa misma mirada?

Se que puedo confiarle mi vida, pero jamás mi corazón.

Su cercanía me incómoda y me tranquiliza en partes iguales, su protección hacia a mi me hace sentir calidez pero a la vez rencor, ¿Por qué no pudo cuidarme hace años?, ¿Por qué no pudo quedarse?

Por primera vez en años, me permito liberar una solitaria lágrima en su nombre, la preocupación invade mi sistema porque se que todo este coraje que he guardado por tantos años se está mezclando con el cariño que le tengo, y se que tarde o temprano todo esto explotará.

Alejo esos pensamientos decidiendo que me encargaré de ellos luego, tomo mis cremas corporales y salgo hacia el baño, no sin antes asegurarme que la puerta principal este bien cerrada y la alarma encendida.

Ya dentro me deshago de mi ropa y comienzo a ducharme, me encanta el baño de Emilio, es peculiarmente grande y el diseño es moderno y sofisticado. Repaso mentalmente la lista de películas que he escojido para ver con Aurora y me río cuando recuerdo que veremos “Irene, yo y mi otro yo” por 30° vez desde que nos conocimos.

El baño no dura mucho, enjuagó lo necesario y me seco. Mi reflejo en el espejo va mucho mejor y sonrió al darme cuenta de que he subido unos kilos, Diego se reiria y me diría que estaba perfecto de todos modos.

Escuché el ruido de la puerta abrirse y cerrarse, mi alarma interior se activo y me escude con mis propios brazos

-¿Joaco?.- La ronca voz de Emilio hizo que me relajara al instante.-

-En un minuto salgo.- Grite, terminando de cerrar mis cremas.-

-¿Dónde estás?

-En el…

Gracias a mi torpeza en un movimiento de 0.05 segundos tire todo al piso, las cremas, la pasta dental del tocador, los cepillos de dientes, las lociones, todo.

-Mierda.- Susurré.-

El comienzo de una gran noche.

°°

EMILIO

¿En la habitación?, ¿Tanto ruido se puede hacer estando en la habitación? Joaquín era una caos.

Había traído la orden de hamburguesas tal y como el había pedido, quería que hoy se olvidara de todo lo que había pasado últimamente teniendo una buena noche de pijamada con Aurora, mientras yo inventé que tenía trabajo que hacer para no estorbarles.

Entre saltitos camine al baño para hacer pis, desde hace como media hora tenía ganas pero obviamente no pararía en una gasolinera nada más para eso, tome el pomo de la puerta y la abrí, llevándome con una gran sorpresa.

Joaco estaba ahí, de espaldas a mi, mirándome mediante el espejo, en shock y con el rostro completamente teñido de rojo y… desnudo.

-¿Qué estás..?.- Las palabras murieron en su boca, note como pasaba saliva con dificultad.-

-Yo…. Yo pensé que estabas en la habitación…

Puta. Madre.

Si Joaquín en la adolescencia era hermoso, en su madurez era la maldita perfección. Su cintura seguía teniendo esa estrechez que me volvía loco, sus piernas eran exquisitamente largas y torneadas, sin ningún rastro de vello, su torso estaba bien tonificado, con curvas perfectas, sus nalgas estaban a la vista, redondas y suaves, mi boca estaba seca

-Emilio.- Joaco llamo mi atención con su voz temblorina.- ¿Podrías… podrías salir?

-Claro.- Dije rápido.- Perdón, Joaco, perdón.

-No hay problema.- Dijo en un susurró que alcanze a escuchar.-

Corri hacia la habitación, cerrando la puerta con llave e inmediatamente me di de golpes en la pared.

-Mierda.- un golpe.- Mierda.- un golpe.- Debí de salir desde que lo ví así, desnudo…- El cuerpo desnudo de Joaco divagó en mi memoria.- ¡NO!.- Me di un golpe con la mano en la frente.- Iré a disculparme con el

Con las manos temblando salí de la habitación, toque la puerta del baño y sin esperar una respuesta, empeze a hablar

-Joaco, perdón, juro que entrar ahí no fue mi intención, y perdon por no salir en cuanto te vi, solo que me quedé en shock, de verdad lo siento…- Suspiré.- No quiero que pienses cosas equivocadas sobre mi, yo… te respeto mucho

La puerta se abrió, dejándome ver a Joaco enredado en una toalla

-Esta bien, Mailo.- Sonrió.- Se que no fue intencionalmente

-De verdad que no.- Hize un puchero involuntariamente.-

-Te perdono, aquí no ha pasado nada.- Mordió su labio.- Ahora, iré a cambiarme

-Claro, la cena ya está en la mesa

-Bien, solo espero a Aurora

El castaño me dio una pequeña sonrisa antes de meterse a la habitación.

°°

JOAQUÍN

Joder..  Emilio acaba de…

Parpadee varias veces en un intento de deshacerme de la alta temperatura que llenaba cada parte de mi cuerpo, abanique mi rostro al recordar la intensa mirada de Emilio en mi, mentía si no decía que me había sentido deseado, y como nunca antes.

Probablemente era el aturdimiento el que no me dejaba moverme de mi lugar, sentía las piernas como gelatina, me deje caer en la cama boca arriba con los ojos cerrados, con la pena aún invadiendome.

Emilio. Emilio. Emilio.

Si me esforzaba un poco, todavía podía recordar absolutamente todo de el, sus toques, sus manos suaves pero firmes, sus besos en todas partes de mi cuerpo, las succiones en mi cuello.

“-Dime que quieres, amor.- Acarició mi mejilla, bajando a mi cuello haciendo pequeñas caricias.-

-No voy a rogarte.- Jadee en sus brazos.-

Emilio dio un corta risita arrogante.

-Entonces no pasará nada aquí.- Sonrió.- Solo te quedarás con este recuerdo..

Dicho esto, empujó sus dedos más al fondo, tocando mi próstata y logrando obtener un grito de mi boca, eche mi cabeza hacia atrás, disfrutando de todas las sensaciones placenteras que Emilio podía provocarme.

-Porfavor Emi.- Suplique.- Solo hazlo...

-¿Qué quieres que haga?.- Su sonrisa malévola salió a la luz.-

-¡COJEME, PUTA MADRE!.-

Su sexy risa inundó mis oídos y el deseo amenazaba con destruirme.

-¿Despacio?.- Pregunto, para después chupar uno de mis pezones, logrando poner todavía más duro mi pene.-

-No, rompeme, Emilio.- Lo mire fijamente y sus pupilas se dilataron.-

-A tus órdenes precioso

Las embestidas salvajes no tardaron en hacerse presentes, haciendo un delicioso sonido cada vez que Emilio me la metía, una y otra vez.

-¡AH!.- gemi.- ¡ASI, AMOR!, ¡NO PARES!

-¿Te gusta, amor?.- Gemi en un movimiento salvaje de su parte.- ¡DIME QUE TE GUSTA QUE TE META MI VERGA, ZORRA!

-¡OH, DIOS!.- Grite temblando.- ¡ME GUSTA!, ¡A TU ZORRA LE GUSTA!

Emilio subió una pierna a la cama, logrando tener más profundidad que agradecí a todos los dioses existentes. Con su mano busco mi pene y empezó a bombearlo de arriba abajo, masajeando mi glande deliciosamente.

-Se que te gusta mi verga, amor.- Susurro en mi oído.- Y me pones cuando ruegas por ella

Mi vientre cosquilleaba y Emilio bajo la velocidad de las embestidas, reduciendo también el movimiento de su mano, puto egocentrista.

-Porfavor…- Gemi.- Necesito venirme...

-Lo haras.- Acarició mi nalga.- Pero quiero que lo hagas fuerte, mi amor...

Tomo impulso y se hundió en mi hasta el fondo, tocando de nuevo mi punto dulce, gemi como puta, pero no me avergonze, con Emilio ya no había nada que pudiera darme vergüenza.

-Quiero que grites mi nombre, Joaco.- Acarició mis piernas.- Que digas alto el nombre de quién te hace gemir así.

Sus embestidas parecían balas, matandome de placer y haciéndome temblar y gruñir, gemir, maldecir, agradecer, disfrutar.

El cosquilleo en mi vientre comenzó y supe que estaba apunto…

-¡Emilio!.- Gemi su nombre.-

-Lo se amor.- Jadeo.- Yo también, estoy…¡Oh, joder.- Gimió, hundiéndose en mi.- Estoy a punto…

Tres movimientos duros más fueron suficientes para venirme gritando su nombre, manchando la sábana de mis fluidos y maldiciendo en bajito.

Segundos después sentí a Emilio venirse dentro de mi, mi entrada dolía, pero dolía delicioso, para ser el tercer round, todavía teníamos aguante para toda la noche”

Cuando volví a ser conciente de mi, mis manos recorrían mi pecho y mi torso, instalándose en la parte de mi que ahora estaba muy despierta y dura.

Sin pensarlo mucho, la tomé entre mi mano y mordí mi labio para no gemir, empeze con movimientos lentos, disfrutando de la calidez de mi propia mano

“-¿Te gusta como te cojo, amor?”

-“Grita mi nombre, Joaco”

-Mhm.- Jadee bajito.-

“-Sienteme Joaco, sienteme hasta el fondo”

-“Te amo Joaquín”

-Emilio…

Mordí la almohada fuertemente para ahogar mi grito de placer, mi pecho subía y bajaba rápidamente y mi cuerpo sentía el espasmo de un orgasmo en todo su esplendor.

¿Acabo de masturbarme recordando a Emilio? Mierda, estoy perdido, jodido, hundido.

¿Qué pasará si yo…?

-¡JOACO!.- El grito desgarrador de Emilio hizo que me olvidara todo, concentrándome en vestirme rápidamente y salir de ahí.- ¡AURORA!

¿Qué? Me congelé en mi lugar.

Por favor, que no le hayan hecho nada, porfavor, porfavor.

Sali a pasos temblorosos de la habitación, y ojalá nunca lo hubiera hecho. Ojalá me hubieran matado cuando tuvieron oportunidad.

Emilio tenía entre sus brazos a mi mejor amiga, tirada en el piso, mallugada del rostro, con su ropa rasgada y manchas de sangre regadas por su cuerpo
______________________________

Buenas nocheeeesss❤️❤️.

¿Me extrañaban?

Espero les haya gustado este cap, y gracias por tenerme tanta paciencia ❤️.

Quejas aquí.

Opiniones aquí.

Síganme en ig;

- emiliacoxever

Y NO SE PIERDAN LA NUEVA ADAPTACIÓN QUE ESTOY SUBIENDO, ESTA REBUENA❤️🤠.


Mi destino eres tú; Mentiras piadosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora