Beneficio Absoluto.

68 7 0
                                    

El asombro se extendió por el claro del bosque, así como la estupefacción se acomodó en el cerebro de los postulantes, embotando un tanto sus pensamientos ante la repentina aparición del ninja.

Allí estaba, con toda la calma y parsimonia del universo, sosteniendo entre sus dedos índice y corazón el primer cuchillo que hubo lanzado (T/N) segundos atrás, sin mostrar impresión o molestia en su faz por aquel acto. Mas bien al contrario; parecía bastante complacido al ver el desconcierto de la joven y el niño, o al menos eso mostraba su amplia sonrisa alegre. Jugueteó un poco con el cuchillo de caza de la chica, lanzándolo hacia arriba para luego atraparlo con facilidad mientras iba caminando con confianza hacia ambos dos. Sin embargo, la joven se tensó aún más al verle avanzar, por lo que agravó su posición de combate, aferrando el mango del puñal. Hanzo se detuvo.

—Parece que estás muy tensa y callada, ¿acaso te comió la lengua el gato? —le cuestionó a la joven mientras le echaba un vistazo rápido a Killua, quien seguía tras la silueta de (T/N) observando la situación, analítico. Ella gruñó.

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué nos sigues?

Hanzo alzó las manos, en señal de paz, intentando calmar el tono beligerante de la fémina.

—No quiero haceros daño. Solo quiero hablar de negocios con vosotros dos...

—¿Negocios? —repitió Killua, escéptico—. ¿Qué clase de negocios?

El joven sonrió triunfante.

—Se trata de algo que será beneficioso para los tres... Un pequeño gesto que nos permitirá obtener lo que queremos solo con mostrar un poco de confianza.

—Habla de una maldita vez... —apremió (T/N) con impaciencia.

Él serenó su rostro al ver como la chica no estaba de humor para divagaciones. Así, sin más, extrajo del interior del vendaje que lucía su traje en la parte del abdomen una placa redonda y blanca. Luego le dio la vuelta entre sus dedos y les mostró la otra cara de la identificación. #198.

(T/N) abrió los ojos muchísimo al ver aquel número en el disco de metal. Su mandíbula cayó hasta dejar los labios entreabiertos, queriendo expresar su sorpresa, sin embargo apenas fue capaz de soltar algo más que un tartamudeo. Ahí estaba... Después de dos días de rastreo y otros dos más de búsqueda su objetivo estaba únicamente a media docena de pasos, justo entre los dedos de Hanzo. El ninja sonrió aún más ampliamente al ver la expresión de la joven.

—Pareces interesada...

—¿Cómo la has conseguido? —intervino Killua.

—Os estuve siguiendo... Al parecer (T/N) y yo tuvimos la misma idea al pensar que los hermanos Amori irían en grupo y, al ver al pequeño de ellos seguirte a ti di por hecho que los tres se acabarían por juntar. Por ello les seguí. Pero pronto me acabé encontrando con esta señorita de aquí —dijo señalando a la joven—, y tuve que ser más cauteloso... Estaba sorprendido. Nunca antes habían notado mi presencia... Supongo que iba un poco precipitado y por eso ni siquiera la noté hasta que casi me la topé de frente. Suerte que soy rápido... —suspiró—. Luego de eso solo empecé a veros desde lejos, esperando a que aparecieran los otros dos hermanos para obtener mi objetivo. Pero tu intervención descolocó un poco mis planes —señaló a Killua—, y lo peor de todo es que, cuando lanzaste la placa fue justo la que es un número más que la mía. Fue una desilusión. Pero cuando decidí ir a veros para cambiaros la identificación ya no estabais. Hasta ahora...

—Ayer notamos tu presencia, ¿por qué has esperado hasta hoy?

—Oh... Tuve un pequeño problemilla. Al parecer mi propio cazador decidió intentar confrontarme en ese momento. Por eso me retrasé un poco, pero eso ya da igual...

Lo ilegible. (HxH y Reader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora