Capitulo 1: Quédate

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-me vuelves loco Kiyomi- susurró Sasuke entre gemidos - por favor, déjame hacerte mía

-Aún no, Sasuke- dijo jadeando

Llevaban ya treinta minutos entre besos y caricias. Ambos solo en ropa interior.
Sasuke apretaba gustosamente los grandes pechos de la Uchiha menor, por encima de su sujetador. Mientras Kiyomi sin pudor había bajado su mano al boxer del pelinegro, masajeando su miembro sobre la tela pero notoriamente erecto.

-Déjame probarte - preguntó Sasuke, con miedo a la negativa de la joven

- Sasuke - dijo ella depositando un beso en sus labios - eres tan tentador

-Dejame darte placer- suplicó

Ella accedió haciendo un pequeño movimiento con su cabeza. Él, al tener la afirmativa, rápidamente cargó a la de cabellos oscuros recostándola en la cama. En estos momentos, mas que nunca antes, estaba feliz de que ella viviera sola, a pesar de ser la consentida del clan ella disponía de su intimidad.

Bajó sus bragas, dejando al descubierto su feminidad, y junto con ella un suave color rojizo en sus mejillas ante tal exposición.
Aunque no lo iba a admitir, Sasuke se encontraba algo nervioso, nunca había dado sexo oral, había fantaseado con algo más desde la primera vez que besó a aquella Kiyomi de trece años. Aunque el hecho de que sea ella la dichosa le daba tranquilidad, nadie lo conocía más que la Uchiha.

Pasó su lengua a lo largo de su intimidad, haciéndola estremecer. Se animó entonces a introducirla en su entrada, saboreando por primera vez.

-eres deliciosa- concluyó mirándola a los ojos, obteniendo como respuesta un sonrojo más notorio adornando las delicadas y simétricas facciones de Kiyomi.

Prosiguió su labor, ayudándose con uno de sus dedos despejó por completo su clitoris, descubriéndolo de la fina piel que lo bordeaba, para succionarlo suavemente con sus labios, ganándose un gemido de la susodicha. A continuación, ya deseoso, lamía en círculos su punto mas sensible, haciendo que la Uchiha se retorciera de placer ante sus ojos.

-Sa...Sasuke- apenas articuló, jalando el cabello del pelinegro para atraerlo mas a ella, haciéndole saber que iba por buen camino

Acompañado al trabajo con su lengua, el Uchiha introdujo suavemente un dedo dentro de su cavidad, curvándolos para llegar a su punto dulce. Kiyomi se retorcía de placer, era la primera vez que la masturbaban.

Por la mente de la habilidosa Uchiha pasó la idea de perder en ese momento su virginidad, no era noticia del día el estar dándose placer junto con Sasuke, ella ya lo había masturbado, pero tener sexo era otro nivel, y a pesar de tener muchas ganas de experimentar, propias de sus 17 años, aún una vaga idea utópica deambulaba por su mente, una voz en su cabeza indicaba que aun no era el momento, que debía estar segura, y no quería entregarse a quien solo sea un hombre pasajero, anhelaba que fuera especial, y con suerte, que haya sentimientos de por medio. A caso Sasuke era ese chico? Aún no lo terminaba de averiguar, lo quería? Demasiado.

-Sasuke... ya.. ya no aguanto- comentó sintiendo sus piernas temblar y una extraña firmeza en su abdomen bajo

El Uchiha siguió con sus movimientos dentro de la cavidad de Kiyomi, mientras aún con su lengua jugaba a su antojo con su clitoris ya hinchado y por consiguiente muy sensible a causa de tanta estimulación.

Bastaron unos minutos en ese deseoso vaivén para que ella comenzara a sentir un cosquilleo en su columna, que la hacia delirar. Sus piernas temblaban anunciando un fuerte orgasmo por suceder, su parte baja estaba tensa y cosquillosa, se sentía a punto de explotar.

Su compañero de equipo sintió en su dedo unos suaves espasmos, acompañados de una Kiyomi a simple vista, perdida en placer, mas húmeda que lo que jamás la había visto. Quitó su dedo para adentrar su lengua nuevamente y degustarla por completo, fantaseando con algun día poder hacerla suya, y sentir en su virilidad toda esa montana rusa de espasmos y apretones.

-Te gustó, bonita?- dijo confiado, dejando caer su cuerpo al lado del de la Uchiha, tendida en la cama, con mirada perdida y sonrisa que delataba lo que acababa de suceder

-Sasuke, eso estuvo increíble- respondió ella volteando a verlo. Sus labios lucían rojos y húmedos, sus ojos dilucidaban perversión, y todo él denotaba algo de orgullo, pues se había llevado el primer orgasmo de Kiyomi.

Ella desvió su atención del pelinegro, cuando vió a través de la ventana la luna y  algunas estrellas. Había anochecido.

-El entrenamiento mas largo de todos - acotó Sasuke

Llevaban juntos desde mediodía, luego de almorzar habían entrenado muy duro por horas, hasta que se rindieron ante el usual empate y decidieron ir a casa de Kiyomi.

-Debo irme, mi madre me matará, no le avise siquiera que me quedaba toda la tarde contigo- murmuro el Uchiha

-Quédate, Sasuke -  pidió ella - duerme aquí, seguro Mikoto no tiene problema con eso

-Me quedaré pero iré a avisarle y de paso buscar algo de ropa, te adueñas de mis remeras como si nada- comentó señalando un par de remeras suyas dobladas en un estante del guardaropas de Kiyomi

- Es que son muy cómodas! - exclamó ella entre risas - Vamos, te acompaño

- A veces pienso que mi madre te quiere más a ti que a Itachi y a mi juntos - dijo el Uchiha revoleando sus ojos

-de que hablas Sasuke, eres la debilidad de tu madre- respondió ella tocando el hombro de él

-si tu lo dices...- insistió este, con su semblante frío como de costumbre

-.-.-.-.-.-.-.-

-Entra tu, te espero aquí- indicó la por unos meses menor

Desde adentro de la casa, Itachi, el hijo mayor del matrimonio vió en la puerta a la compañera de su pequeño hermano. Recordó por un instante cuando a penas era una niña y decía admirarlo mientras se perdía embobada observándolo de arriba a abajo. Definitivamente ya no era una niña, se había comvertido en una kunoichi habilidosa, curvilinea, atractiva y por momentos muy provocadora.

Es decir, ella mas que nadie era consciente de sus atributos, y combinaban a la perfección con su personalidad arriesgada y su semblante maduro que denotaba como mujer.
Itachi sabía que al tener 17 sus hormonas danzaban enloquecidas, y que al mismo tiempo era cautelosa con sus juegos, su madurez reinaba una parte de ella, tantos golpes de la vida misma dejaron su huella, convirtiendola en autosuficiente a penas con 12 años.

- Vaya, siempre es agradable verte - Dijo relajado Itachi, apoyándose en el marco de la puerta de ingreso a su casa

-lo mismo digo, Itachi Kun- respondió ella en el mismo tono divertido que usó el hermano mayor de Sasuke

- y a que se debe tu visita? - preguntó

- oh, nada controversial - comentó relajada - Sasuke se quedara a dormir en mi casa y bueno, vino a buscar algo de ropa

- Vaya, nunca pensé sentir celos de Sasuke - increpó

- y eso por que?- dijo finjiendo inocencia la de cabellos largos

- nada, solo espero algun día ser yo quien lleve ropa para dormir contigo - arriesgó el Uchiha

- Ni lo sueñes hermano - agregó Sasuke a unos metros, caminando hacia la puerta con un pequeño bolso

- Bueno, eso queda a decision de Kiyomi verdad? - dijo dirigiendo una mirada sugerente a la unica mujer en el plano, quien se la devolvió junto con una sonrisa, esa sonrisa que podia hacer delirar a cualquiera

- Ya vamos Kiyomi - respondió Sasuke, tomando posesivo de la cintura a su compañera.

El recordaba cuando de niños, la ahora curvilinea joven, observaba con admiración y un cierto enamoramiento platónico a su hermano mayor, y aunque por lo que quedaba a su observación solo coqueteaban en juego, en el fondo temía que algo haya quedado en ella y en esta mágica etapa saliera de nuevo a la luz, sin dejar pasar por alto que su hermano tambien miraba con ansias a Kiyomi. No podía culparlo, era dificil de desviar.

Fuego Uchiha - Personajes de Naruto y tú (+16) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora